Por la denuncia de la sustracción de Bs 27.870, la supuesta víctima de violación cayó en la Policía y desde entonces estuvo recluida en una celda. Varias autoridades visitaron a la reclusa en la cárcel de Mocoví

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18 de marzo de 2019, 3:00 AM
18 de marzo de 2019, 3:00 AM

La extranjera, E. C. de A., principal víctima de supuestas violaciones por parte de policías en Rurrenabaque, llegó a la cárcel acusada por la madre de la policía que es investigada por presunta complicidad de los abusos sexuales.

La discoteca El Bukanero, propiedad de Neusa Pamuri Machaca, madre de la policía Yarita Limpias Pamuri, acusada de encubrir las violaciones, fue el escenario donde se inició esta historia que incluso ha movilizado a la Embajada de Brasil.

EL DEBER llegó hasta ese lugar y habló con Neusa, la dueña, quien negó versiones de vecinos que dicen que ese negocio también es un lenocinio. “Aquí solo es una discoteca, donde trabajan dos chicos”, afirmó; sin embargo, en el lugar solo se atina a observar a cuatro señoritas que atienden detrás de un mostrador.

La música está a todo volumen, hay un grupo musical en vivo, son las 14:30. Dentro el local hay varios clientes con cerveza.

Para llegar hasta la dueña, se debe atravesar un cuarto donde hay una cama improvisada, al fondo se observa otra cama donde Neusa habló con cierto nerviosismo.

“Escuché que mi hija es acusada de encubrir la violación. No sabemos la verdad”, señaló Neusa de manera escueta. Sobre la brasileña cuenta que alguna vez fue a su discoteca como clienta.

“Nunca trabajó aquí, si venía era como clienta, a veces en la semana aparecía con uno de sus amigos. Nosotros solo atendemos los sábados y domingos, aquí solo hay dos meseros y son varones”, insiste.

A pesar de sus explicaciones, entra en contradicción. Neusa, pese a que dice no haber tenido contacto cercano con la brasileña, el año pasado la acusó de haberle robado una fuerte suma de dinero, razón por la cual E. C. llegó a celdas policiales y empezó su calvario.

“Me robó, al parecer, cuando vino con una de sus amigas, ella tomó confianza, recuerdo que ingresaron como clientes. Un día antes, yo había vendido mi volqueta en Bs 50.000, me dieron como adelanto Bs 30.000. Era sábado y esperé hasta el lunes para depositarlo en el banco, no recuerdo bien, pero entre ese lunes o martes, ella me robó Bs 27.870 y por ese motivo la denuncie”, manifestó.

A los dos meses, Neusa desistió de la demanda. “Fui y retiré la demanda para que la deportaran a su país, sabía que nunca me devolvería el dinero. No fue mi amiga, pienso que todo lo que dice es mentira, busca hacer daño en especial a mi hija”, declaró a EL DEBER.

La progenitora, al momento de hablar sobre la situación que atraviesa su hija, evade las preguntas. “Está triste, hablé con ella y todo lo dejó en manos de Dios”, afirma y con la mirada deja entender que no quiere referirse más del tema.

“Al senador Yerko Nuñez, que lleva adelante el caso, quiero decirle que no se olvide que nos conocemos desde pequeños. Yo conozco a su padre, es increíble que nos acuse de esta manera”, indica. Las preguntas ponen incómodas a Neusa, que, con un gesto, indica que la entrevista terminó. Al abandonar el lugar, uno puede sentir cómo nos persigue con la mirada.

Sobre la denuncia de que el local también funciona como lenocinio, el fiscal Orlando Aramayo afirmó que se pedirá una investigación más rigurosa a la Policía. “No podemos afirmar ni descartar que sea un lenocinio”, aseveró el fiscal.

Vecinos del barrio Los Sauces manifestaron que uno de los policías involucrados en los abusos es dueño de un lenocinio.

Declaran el caso en reserva

El fiscal Orlando Aramayo, a cargo de la investigación del caso de la brasileña, confirmó que “hace un año aproximadamente, la mamá (Neusa Pamuri) de la policía imputada Yarita, realizó una denuncia en contra de E. C., tiempo después, se hizo el desistimiento; sin embargo, la Fiscalía continuó de oficio con la investigación”.

Aramayo dijo no saber mayores detalles del tema porque “todo esto pasó antes de mi llegada (a la Fiscalía)”. Según Aramayo, la fiscal que estuvo en el momento de la denuncia fue la doctora Lizeth Flores.

El fiscal afirmó que poco a poco ha estado solicitando toda la documentación del caso de la brasileña E. C., desde su llegada al país hasta la denuncia de violación. “El caso fue declarado en reserva por lo que algunos detalles no puedo proporcionar”, aclaró.

Asimismo, el ministro de Justicia, Héctor Arce Zaconeta, en su cuenta de Twitter, manifestó que ha instruido la presencia del director del Servicio de prevención contra la tortura en Trinidad para que, con abogados del Ministerio de Justicia, verifiquen la situación de la ciudadana brasileña, presunta víctima de violación de los policías ahora procesados.