En la serenata a La Paz hubo un forcejeo entre uniformados y activistas que pretendían participar del desfile de teas. La Policía dice que su papel es preservar el orden y que no admitirá protestas de ese tipo

El Deber logo
16 de julio de 2018, 16:10 PM
16 de julio de 2018, 16:10 PM

La Policía prepara operativos para evitar que las plataformas ciudadanas, que piden respeto a la votación del referendo del 21F, realicen protestas durante los actos cívicos en el país, así lo advirtió el subcomandante de la institución, el general Augusto Moreno. Como dato está que dentro de dos semanas, Bolivia celebrará el 6 de agosto un año más de independencia.

La autoridad argumentó que el papel de la institución policial es preservar el orden y, en ese marco, dejó en claro que no pueden producirse acciones que alteren el orden público. Asimismo, este lunes se pudo advertir que el número de oficiales militares que resguardan la seguridad de la Presidencia se incrementó considerablemente.


Cabe resaltar que, durante la serenata a La Paz, se reportó un incidente cuando efectivos policiales impidieron el ingreso de un grupo de ciudadanos que buscaban participar del desfile de teas. Después de un forcejeo unas 300 personas lograron ingresar, pero para ese rato el presidente Evo Morales y las autoridades nacionales ya habían abandonado el palco oficial.

También puedes leer:
 


El anuncio realizado por el jefe policial ya ha generado reacciones en la oposición. Sostienen que toda persona en Bolivia tiene derecho a manifestarse de manera pacífica, como establece la Constitución Política del Estado, y que la Policía no puede arremeter contra una acción ciudadana de esas características.

 

El análisis 

Para el analista político, Sergio Lea Plaza, impedir protestas ciudadanas, sin que sean actos criminalizados por la ley, es violar principios, libertades y derechos democráticos, que consagra la Constitución, como la libertad de pensamiento, asociación y expresión. 

Aseveró que es un error político, pues refuerza la idea de que 'el país está en una dictadura encubierta', cuyo gobierno busca reproducir su poder a toda costa; al mismo tiempo, la amenaza que se lanza puede más bien generar una reacción contraria en los activistas del 21F, que en lugar de inhibirse salgan con más fuerza. 

"El tema de fondo es que uno de los ejes que definen la política boliviana hoy es el 21F. Las soluciones no pasan por prohibir protestas porque incomodan al presidente o minimizar manifestaciones ciudadanas creyendo que son sólo impulsadas por la derecha", indicó.