Dicen que razones técnicas llevaron a la Alcaldía a decidir que los puentes se construyan fuera del octavo anillo, que quieren preservar la llanura de inundación y que no se fijaron a quién se beneficiaría o se afectaría. En Porongo buscan una reunión con Fernández

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2 de marzo de 2018, 13:00 PM
2 de marzo de 2018, 13:00 PM

En el día en que la Cámara de Diputados aprobó la modificación de la Ley de Protección del río Piraí para permitir la construcción de puentes en su ribera y en medio de una ofensiva comunicacional del municipio de Porongo y un proyecto habitacional para construir dos puentes que desemboquen en el cuarto anillo oeste, se conoció que la familia del alcalde Percy Fernández tiene un terreno de 67,4 hectáreas en Urubó Barranca, un sector situado a orillas del río, frente a las lagunas de oxidación de Saguapac, cerca de la zona donde la Alcaldía cruceña delimitó el miércoles como apta para construir puentes, fuera del octavo anillo de circunvalación. 

Aldo Peinado, técnico de Sistemas de Información Geográfica de la Alcaldía de Porongo, dependiente de la Secretaría de Planificación Territorial, mostró ayer a EL DEBER en el catastro del municipio el terreno en forma de cuña, que figura a nombre de los hijos del alcalde Fernández. Se trata de un predio boscoso, con algunas edificaciones, que limita con uno de los sectores de Colinas del Urubó. Según vecinos de la zona, todos conocen la quinta de la familia del alcalde cruceño, que hasta hace pocos años tenía vacas, pero en el último tiempo se están construyendo algunas viviendas.

Su ubicación cobró importancia el miércoles cuando, a través de un boletín, la Alcaldía cruceña anunció su veto a construir puentes dentro del séptimo anillo. Ayer, Angélica Sosa, presidenta del Concejo, mostró un croquis con puentes hacia Porongo en los octavos anillos de la ciudad. En el límite norte coincide con la zona donde están los terrenos de la familia Fernández.  

Consultado al respecto, el secretario de Comunicación del gobierno municipal cruceño, Jorge Landívar, explicó que limitar la construcción de puentes dentro del octavo anillo de la ciudad obedece a una decisión técnica, tomada por las secretarías de Medio Ambiente y de Planificación, que tiene como fin proteger a la ciudad de las inundaciones. Cuando se le preguntó si sabían que la familia del alcalde tenía terrenos en la zona, Landívar aseguró que no se fijaron a quién beneficiaría ni a quién perjudicaría. Consideró que se trata de atacar a la familia de Percy porque no pueden atacar directamente al alcalde y que esa es una vieja forma de hacer política. “Es una especulación barata que están promoviendo los que están afectados por la política municipal”, añadió. 

También se le preguntó a Francisco Fernández, uno de los hijos del alcalde, quien aseguró que es mentira que su padre haya tratado de beneficiar a su familia con esta decisión. “Es mentira (que su familia se haya beneficiado). Nunca lo haríamos. La gente que nos conoce sabe que no lo haríamos”, enfatizó. Explicó además que su familia es dueña de ese predio desde agosto de 1968. Ese dato se corrobora en un certificado alodial que circuló durante el día, en el que se anota la compra del terreno en 1968 por parte del alcalde y el traspaso a sus hijos en 2011. 

En la Alcaldía de Porongo, ninguna autoridad quiso referirse al tema porque esperan una reunión con el edil cruceño. Sin embargo, los cívicos de este municipio acusaron al alcalde cruceño de anteponer intereses personales al bien común.

Los argumentos
Según Landívar, el interés de la comuna es preservar la llanura de inundación, que puede absorber entre 40 y 60 millones de metros cúbicos de agua en un hipotético rebalse del Piraí. Añade que el problema no son solo las inundaciones, sino que Porongo no tiene un plan maestro vial que haga efectivos los puentes, ya que dice que desembocan en una ‘callecita’. 

Por la mañana, Julio César Carrillo, alcalde de Porongo, dio una conferencia y se mostró esperanzado en que la aprobación de una norma que permita construir puentes en la ribera lo lleve a reunirse con Percy. Aseguró que en la elaboración del proyecto del puente Bicentenario se presentaron 22 oficios y se firmaron convenios con Santa Cruz de la Sierra en 2014 y se consultó al Searpi. Luego, dijo que la Secretaría de Medio Ambiente de la capital le exigió una ley para dar luz verde al puente.

Landívar tiene otra versión. Señala que Porongo presentó un puente ‘chuto’, que el municipio cruceño le ayudó a diseñar los accesos, le hizo ver que el ancho de la plataforma no permitiría el paso de dos camiones, que le modificó la altura para que pase por encima de los defensivos.  
En la sesión del Concejo en el nuevo mercado Los Pozos, en el  séptimo anillo de la av. Alemania,  Percy Fernández dijo que no se permitirá la construcción de puentes sobre las riberas del Piraí como pretenden las autoridades porongueñas o algunos “vecinos platudos” para hacer más efectivas sus tierras en la zona del Urubó.

“El gobierno municipal peleará para que no nos perforen a la ciudad. Si ustedes son platudos, nosotros tenemos la ley y la Constitución. Ustedes tienen que confiar en la capacidad de la ciudad de Santa Cruz, dueña del Piraí, no es correcto que nos den la espalda y nos quieran enchufar puentes por nuestro living y nuestra cocina, porque entonces las tierras que están al frente valen más, no hay otra razón, es plata”, dijo el alcalde.  

A su turno, la presidenta del Concejo, Angélica Sosa, afirmó que al pleno no llegó ningún proyecto de puente como alegan los representantes del consorcio empresarial Urubó Village y recordó que en una oportunidad habló con la titular de la Cámara de Diputados sobre la necesidad de modificaciones a leyes para que se autorice la construcción de estructuras viales sobre el Piraí, pero eso no quiere decir que con una norma nacional las entidades territoriales pierden la potestad de definir el área para construir puentes como el que pretende hacer Porongo y el consorcio Urubó Village.

Landívar anunció que se abrirá el debate a todas las instituciones para que aporten a la discusión de por dónde se deberían construir los puentes. 

Searpi quiere dirimir

En medio de la polémica, el director del Servicio de Encauzamiento de Aguas y Regulación del Río Piraí (Searpi),  Luis Ernesto Aguilera, se ofreció a dirimir en el tema con base en estudios técnicos, que incluyan estudios geológicos y de modelación hidrológica para mostrar si habrá o no inundaciones futuras.

Según Aguilera, los argumentos de la comuna cruceña no tienen fundamentos, pues la única instancia para autorizar el cruce del río es Searpi y que por su recomendación Porongo amplió de 200 a 403 metros el puente Bicentenario. Esto permitió que, en diseño, el estribo de la estructura pase el primer dique de contención. En el caso del Urubó Village, se enmarcaron en las exigencias del Searpi y trabajaron el proyecto con un caudal de 9.000 metros cúbicos por segundo.

Además explicó que en febrero de 2015, el río Piraí tuvo una crecida extraordinaria que alcanzó 162 millones de metros cúbicos, pero sin que eso produjera una inundación.

“Entiendo que la preocupación de inundaciones es válida, me saco el sombrero, pero del dicho al hecho hay mucho trecho. No han hecho nada, no han puesto un solo peso”, reclamó Aguilera para echar por tierra la argumentación que dan las autoridades de Santa Cruz de la Sierra para vetar la construcción de los puentes Bicentenario y Urubó Village. Recordó que el cordón ecológico ya está intervenido con la quinta municipal,
el barrio Ambrosio Villarroel y el Paseo de los Próceres. 

Esto no cayó bien a Landívar. Le preguntó a Aguilera dónde está su ley para dirimir y definir por dónde pueden ir los puentes. “El Searpi está para otras cosas, no para decir dónde se puede construir”, recriminó.

Aguilera también tiene sus reclamos a la comuna. Les reprocha que pese a ser dueños de la ciudad nunca se pronunciaron sobre el proyecto del Searpi para construir 5.000 metros lineales de defensivos con tecnología de punta que protegerían por completo a la ciudad y que le costarían $us 6,5 millones. Pese a esto, Aguilera informó de que el Searpi invirtió Bs 26 millones en defensivos en el Piraí en los últimos 10 años.