El Gobierno intentó evitar que las protestas llegaran a la Casa de la Moneda, donde se celebró la sesión de honor de la Asamblea Legislativa. Los opositores y algunas plataformas ciudadanas rompieron el cerco

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7 de agosto de 2018, 4:00 AM
7 de agosto de 2018, 4:00 AM

Duró 33 minutos, nada más. El discurso más corto que ha pronunciado el presidente Evo Morales durante un aniversario de Bolivia en sus 12 años de gestión mostró a un mandatario presionado por los gritos incesantes de “Bolivia dijo no”. Los opositores lograron incomodar al jefe de Estado, a pesar de las medidas de seguridad adoptadas para evitar que las protestas se instalaran en La Casa de la Moneda de Potosí, donde se celebró ayer la sesión de honor de la Asamblea Legislativa Plurinacional por los 193 años de la fundación de Bolivia.

No era fácil y las autoridades lo sabían, por eso intentaron blindar al mandatario con un operativo de seguridad que filtró al máximo el ingreso de opositores a la plaza 10 de Noviembre. Poco antes de la llegada de las autoridades parecía que se había logrado el objetivo.

Este medio comprobó que en la plaza había funcionarios de los ministerios de Trabajo, de Hidrocarburos y de la agrupación Columna Sur que portaban carteles de apoyo al presidente y a su repostulación. Frente a la Gobernación estaban ubicados representantes de los sectores sociales afines al MAS, como las juntas vecinales, las bartolinas y los campesinos. En la calzada de la Alcaldía se encontraban funcionarios de esa repartición y en las otras dos del Ministerio de Gobierno, del Segip, la ANH, el Ministerio de Salud y de Desarrollo Rural.

Sin embargo, cuando Morales ingresaba a la Casa de la Moneda, escuchó los primeros gritos que desentonaban con el resto. Un grupo de mujeres de un colectivo ciudadano cruceño había burlado a los uniformados y no había forma de sacarlas del lugar. Estaban a 30 metros del sitio elegido para la realización de la sesión.

Cuando Morales comenzó su discurso fue sorprendido por la bancada opositora, que empezó a gritar ‘Bolivia dijo no’ y, enseguida, se fundió con las activistas que estaban en el exterior. Las fuerzas del orden no pudieron controlar la situación; el mandatario estaba en plena cadena nacional con su mensaje, así que tuvo que tomar aire y elevar la voz en algunos momentos.

Discurso

Durante su mensaje, el presidente destacó, primero, que los requerimientos de Potosí “en tiempos neoliberales” radicaban en la integración caminera y la obtención de beneficios del salar de Uyuni. Mencionó la vía que vincula, precisamente, la capital del departamento con ese centro turístico como un ejemplo de que se avanzó, y de la misma manera destacó que hay resultados en la industrialización del litio, pero no abundó en detalles.

El mandatario sostenía en sus manos un fajo de hojas de papel que contenían los datos que había preparado, pero en ese momento matizó que el lugar era muy frío y que por ese motivo iba a acortar sus palabras.

Pero los gritos de los opositores se acentuaban, y los legisladores oficialistas se tuvieron que levantar de sus asientos y responderles con gritos a favor del gobernante.

Entonces Morales hizo una alusión: “Hermanas y hermanos, solo se puede cumplir con el país cuando el pueblo está unido. Los que garantizamos estas obras somos los que hemos nacionalizado los recursos naturales, los que protestan son los privatizadores, saludamos a los movimientos sociales, por la firme decisión de recuperarlos”, manifestó.

Temas políticos

El jefe de Estado trató de mantener la calma, pero hubo momentos en los que fue difícil. Mencionó temas políticos, pero le faltaron datos para respaldar el avance en cada caso.

Primero se refirió a la erradicación de coca. “La Oficina de Naciones Unidas contra la droga y el delito (Unodc) afirmó que Bolivia representa el 10% del total de la superficie cultivada de coca en el mundo; Colombia, el 68,5% y Perú el 21%. En tiempos de dictadura militar y gobiernos neoliberales, los cultivos de coca eran de 57.890 hectáreas. En 2005 nos dejaron con 30.000 y ahora tenemos 22.000. Se logró con la participación de los movimientos sociales” y destacó que el excedente ya no está en el trópico de Cochabamba sino en Yungas de La Paz. “Agradezco el apoyo de los movimientos sociales, específicamente de los cocaleros”, dijo.

Ese fue el dato más sustentado, porque también se refirió a otros logros de su gestión, pero sin mencionar cifras. Por ejemplo, al referirse a la corrupción señaló: “Quiero decirles que se sanciona hechos de corrupción sin distinción de ninguna naturaleza, caiga quien caiga”, y garantizó que como “sabe el pueblo y sabe el mundo, ni presidente ni vicepresidente ni ministros están envueltos en ella. Aquí no se vende medicamentos como antes, lamento mucho que algunos funcionarios cometen ese error, Tenemos la obligación de sancionarlos”.

Señaló que antes, el Gobierno veía con preocupación que a los enfermos renales les costaba acceder a los servicios de hemodiálisis. “Filas y filas. Hemos decidido bajar y ahora, si hay algún problema, es menor que antes”. Complementó que el país ahora está preparado para enfrentar el cáncer. “Gracias al equipo económico lo vamos a resolver. Para eso tenemos tres centros de medicina nuclear que estarán en La Paz, Santa Cruz, El Alto y Cochabamba, al margen de los 49 hospitales, algunos en construcción y otros ejecutados en toda Bolivia”,adelantó.

Otra vez agradeció a los sectores sociales que recuperaron la patria. “Tenemos una nueva Bolivia en 193 años. Los embajadores y los organismos internacionales son testigos. Hemos demostrado en este tiempo qué tan importante fue liberarnos de la dominación externa, ahora aquí no manda ni la embajada de EEUU, ni el FMI, ni el Banco Mundial. Antes gobernaban los gringos, ahora los indios, por eso ha cambiado al país”.

Miró al grupo de opositores que gritaron en su discurso y señaló: “seguramente algunas hermanas y hermanos piensan todavía seguir sometidos al imperio norteamericano, que divide desde arriba para dominarnos y robarnos. Ahora tenemos un nuevo país”. Sin embargo, manifestó que solo la unidad es el camino. Y en ese momento recalcó: “Nuevamente quiero decirles, si es que hay algunas diferencias, esperemos que sea coyuntural, porque finalmente la patria nos une”, recalcó.

El discurso de unidad fue roto por el vicepresidente Álvaro García Linera, que en el cierre del acto manifestó que lo que no tienen patria podrían quedarse callados por un rato, en respuesta a los gritos de Bolivia dijo No.

EJES DEL DISCURSO

1.- Político. El presidente Evo Morales aseguró que ni él ni el vicepresidente Álvaro García Linera, ni alguno de sus ministros e incluso exministros, incurrieron en corrupción, aunque lamentó que otros funcionarios de menor rango sí lo hubieran hecho.

2.- Social. El mandatario prometió, una vez más, tres centros de medicina nuclear que estarán en La Paz, Santa Cruz, El Alto y Cochabamba, al margen de los 49 hospitales, algunos en construcción y otros ya ejecutados en toda Bolivia. Dicen que los enfermos renales tienen acceso a la diálisis.

3.- Económico. El doble aguinaldo está “casi” garantizado, advirtió el presidente Evo Morales durante su alocución por ocasión del 193 aniversario de la fundación de Bolivia. Además, comentó el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia que para el año 2025 se estima en más de $us 50.000 millones.

4.- Potosí. El presidente agradeció a Potosí por el recibimiento, y señaló que los requerimientos que siempre tuvo la región fueron cumplidos en su gobierno: Integración caminera con vías como la que une la capital con Uyuni y el desarrollo del salar con la explotación del litio, que ya está en marcha.

5.- Empleos. Evo Morales afirmó, en otro momento de su discurso, que la nación tiene los niveles de desempleo más bajos de la región. De acuerdo a los datos aportados durante su corta intervención este pasó del 8,1% en 2005 a 4,41% en 2017.

6.- Mar. Está absolutamente convencido de que tras la presentación de la demanda marítima ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Bolivia está más cerca del mar que nunca. Además sostuvo que el país está listo para un proceso pos Haya, el que se debe encarar con un requisito: unidad.