Hace casi tres años, William Sánchez Peña fue acusado de participar en el complot que presentó un hijo falso de Zapata y Morales, se refugió en Perú. Ahora, el abogado decide dar su versión

El Deber logo
25 de marzo de 2019, 8:30 AM
25 de marzo de 2019, 8:30 AM

¿Cómo se ve desde Perú el caso Zapata?, ¿cómo ha hecho seguimiento del tema?

En mayo se cumplen los tres años que estoy fuera del país, debido a que simplemente el Gobierno ha tratado de ocultar el tráfico de influencias y, por supuesto, ha buscado autores en cualquier lado. Así, las personas que nos dedicamos exclusivamente a la defensa legal hemos sido involucrados para distraer con cortinas de humo. En este caso dos profesionales (se refiere también a Wálter Zuleta) tuvimos que dejar Bolivia, producto de esta infamia orquestada por personeros del Gobierno.

Usted fue procesado en el caso de la presentación del supuesto hijo falso de Zapata, ¿cuánto avanzó ese tema?

En el caso del hijo fui procesado por el delito de trata de personas, donde el verbo rector es justamente la explotación sexual o laboral, de una dama o un niño. Para que vean cómo se han manejado los procesos con los pies. Ese proceso, en este momento, supe que había una imputación formal contra mi persona, y de ahí se quedó. Lo que digo es que para obtener mi refugio aquí en Perú, mostré la imputación formal, presenté a la Cancillería y esta repartición estatal me ha otorgado el refugio de manera inmediata, porque vieron que era tan grosera la persecución que me hacían. El trámite salió favorable en menos de una semana.

Si hubo ese delito, fue de parte de los padres del niño. Habrá, además una instigadora que se llamaría Gabriela Zapata, pero jamás el abogado.

¿Avanzó algo el proceso?

No ha empezado. Sé que hubo dos condenados, y son los papás del niño. Por supuesto, porque ambos tienen la posición de garantes. Es decir, como hablamos de un menor de edad, quienes tienen la tenencia y la tutela son los padres y ellos deberían velar por su bien, no ofrecerlo por una cantidad de dinero, como se denunció. Creo que a la mamá le dieron tres años y al padre un poco más, pero no hay nada más avanzado. Esta condena fue por presentar ante la justicia a un niño que no era el hijo del presidente y de la señora Zapata.

¿Usted nunca participó en el supuesto montaje?

Por supuesto que mi persona no estuvo metida en nada de esto. Yo he creído en la señora Gabriela Zapata. Yo fui con la jueza, que ahora es vocal de la Corte Superior de Justicia de La Paz, con el equipo multidisciplinario, integrado por la trabajadora social, sicóloga y la representante de la Defensoría; yo las llevé en mi vehículo. Ellas entrevistaron al menor, y luego me retiré. Por supuesto que fui tan sorprendido como cualquiera de esas profesionales. Pero como estaba en medio un tema político, tenían que echar la culpa a alguien, soy carne de cañón del Gobierno.

¿Quién era la jueza que ahora es vocal?

Jacqueline Rada, ella dictó la resolución de la no existencia del menor, y se fue más allá de sus atribuciones, cuando era una demanda de maltrato sicológico, emitió una determinación más allá de su competencia.

¿Qué hace para subsistir?

Hice la convalidación de mi título de abogado. Estoy en la profesión libre, gracias a Dios. Soy exitoso en un país que me recibió muy bien. Saqué a más de 30 personas de la cárcel y así, poco a poco me hago conocido.

Más sobre el tema