Para analistas, los viajes del presidente y las visitas de organismos buscan inclinar la opinión pública a su favor. Opositores critican costos

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14 de julio de 2019, 4:00 AM
14 de julio de 2019, 4:00 AM

Las recientes visitas de Luis Almagro, secretario general de la OEA, y de José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente de España, son vistas por analistas y actores políticos como parte de las acciones de impacto mediático que encara el Gobierno dirigidas a inclinar la balanza de la opinión pública a su favor, luego de que activistas y la oposición boliviana llevaron la lucha por el respeto al voto del 21-F a la comunidad internacional.

Para Andrés Guzmán Escobari, historiador e internacionalista, las visitas tanto de Almagro como de Rodríguez Zapatero tienen una clara intención de mostrar apoyo internacional como parte de la campaña electoral, así como también los viajes que realizó Morales durante este año para visitar a los presidentes Xi Jinping, de China, y Vladímir Putin, de Rusia, en junio y julio respectivamente.

“Siempre se ve bien que el Gobierno tenga apoyo, más aún cuando se sabe que no comparte la misma ideología de los países de la región. Eso es parte de la campaña, aunque la oposición no lo ha sabido explotar todavía”, señaló.

Para Paul Antonio Coca, abogado experto en temas internacionales, la oposición llevó la batalla electoral fuera de las fronteras a fines de 2018, cuando presentó su demanda en contra de la reelección indefinida ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) . Observa que en derecho internacional un Gobierno elegido en democracia goza de mayor legitimidad que su oposición; sin embargo destaca que se logró copar la atención de los países vecinos que miran con más atención el proceso electoral.

Para Marko Carrasco Lundgren, politólogo, en lo que respecta a la demanda de la CIDH el Gobierno mostró capacidad de reacción, ya que apenas se perfilaron voces para visibilizar la protesta en el exterior, enviaron a José Alberto ‘Gringo’ Gonzales, uno de sus perfiles más conciliadores, como embajador ante la OEA. “Está claro que su misión fue tender líneas y crear un escenario favorable para el oficialismo”, señaló.

Opositores cuestionan gastos

La diputada opositora Norma Piérola, de PDC, una de las demandantes ante la CIDH, cuestionó las visitas de Almagro y Rodríguez al país, que se financian con recursos públicos para beneficiar a Morales en su campaña. Dijo que el Gobierno no les informa del gasto que esto representa y calificó de injerencistas ambas intervenciones. La semana pasada Rodríguez Zapatero dijo que el gobierno de Morales hizo “más que 77 anteriores”.

EL DEBER intentó contactarse con el Canciller Diego Pary para que se refiera a estos montos pero no contestó. Se sabe que el protocolo en la visita de representantes de organismos internacionales indica que el Gobierno debe pagar los costos de pasajes, estadía en hotel y eventualmente viáticos.

Hugo Siles, exministro de Autonomías, afirmó que los viajes del presidente Morales y los respaldos de figuras polítcas “no tienen que ver con la coyuntura electoral”, sino que responden al reconocimiento de los organismos internacionales a las transformaciones alcanzadas en lo económico y lo social.

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