"Nuestra causa es una causa justa, razonable y solvente", dijo Evo Morales desde Apacheta. "No se puede pensar en soluciones basadas en posesión de la fuerza, con intervenciones militares, que sea un nuevo tiempo en que prevalezcan las soluciones de buena fe, de beneficio mutuo", añadió

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11 de marzo de 2018, 6:00 AM
11 de marzo de 2018, 6:00 AM

El presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, auguró "un nuevo tiempo de soluciones compartidas de buena fe" y se mostró confiado en que el máximo tribunal internacional de La Haya declarará que Chile tiene la obligación de negociar un acceso soberano al océano Pacífico para Bolivia.

Desde la Apacheta próxima a la ciudad de El Alto, Morales agradeció el apoyo al banderazo y aseguró que "somos testimonio de que si la voluntad del pueblo se encuentra unidad nada es imposible".

Al grito de "Mar para Bolivia", el primer mandatario leyó un mensaje en el que aseguró que en abril de 2013 se dio "un paso histórico y transcendental al llevar nuestras diferencias con Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya".

Según Morales, desde el 2015 cuando la CIJ rechazó el intento de Chile de eludir su jurisdicción de la CIJ se avanzó a paso firme y "el 2018 estamos preparados con argumentos jurídicos, históricos y económicos para las audiencias orales conclusivas".

Dijo que Bolivia demostrará que "nuestra causa es justa, razonable y solvente" y que es posible "garantizar una negociación de buena fe, entre dos vecinos, en la que todos ganaremos".

Morales otorgó "la más alta importancia" a la reiniciación de negociaciones para materializar el acceso sobreaño al Pacífico e insistió que "por más de un siglo Chile ha reconocido la necesidad de encontrar una solución de enclaustramiento de Bolivia".

En pleno siglo XXI dijo "no se puede pensar en soluciones basadas en la imposición de la fuerza, intervenciones unilaterales o militares" y auguró "un nuevo tiempo de soluciones compartidas de buena fe, de beneficio mutuo que permitan sanar heridas abiertas".

Morales dijo que "la bandera más grande del mundo, elaborada por manos bolivianas con esfuerzo y compromiso, es testimonio vivo de nuestra determinación de acabar un siglo de enclaustramiento y lograr una nueva era de paz para los dos pueblos".