El presidente dijo que el plan es construir edificios en el centro para concentrar todo el Ejecutivo ahí. El exministro Luis Arce afirmó que con ese propósito ya recuperaron tres edificios. La activista de Mujeres Creando logró ingresar al acto

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10 de agosto de 2018, 6:00 AM
10 de agosto de 2018, 6:00 AM

El fuerte control policial llegaba a dos cuadras del edificio que por tres años creció detrás de Palacio Quemado. La cortina verde olivo cubría a todos los movimientos sociales afines al Gobierno que llegaron vestidos de fiesta para la inauguración de la Casa Grande del Pueblo, la nueva sede del poder en Bolivia que, tras un acto que se prolongó por dos horas, desplazó al viejo Palacio Quemado, que va camino a volverse museo.

El fuerte resguardo policial se desplegó para que las plataformas del No, que llegaron hasta la calle Potosí, donde se encuentra el frontis del nuevo palacio, lanzaron globos de helio al aire para hacer conocer su descontento hasta lo más alto del nuevo símbolo del poder. A esa hora, los movimientos sociales del MAS seguían concentrándose en la plaza San Francisco. La policía hizo retroceder a los colectivos y desplegó el cordón a dos cuadras de los actos de celebración.

“La construcción de la Casa Grande del Pueblo es por dos motivos: primero, cuando llegamos al Gobierno el 2006, sentía que el Palacio que representaba al Estado colonial era muy grande, pero va pasando el tiempo, y lo vemos muy pequeño. Segundo, yo creo después de un mes, dos meses, me di cuenta de que en el Palacio no había símbolo Andino-Amazónico, todo era europeo”, describió el presidente Evo Morales cuando inauguró el edificio. El control férreo de la Policía no evitó el caos. Alguien -el protocolo, el partido- invitó al doble de gente que cabía en el edificio y todo se descontroló. Morales debía recorrer dos cuadras entre la vieja y la nueva edificación, mientras la muchedumbre dejaba sin fuerzas al numeroso grupo de seguridad que puso palacio.

Así, entre empujones y oleadas de gente Morales, que estuvo acompañado del vicepresidente, Álvaro García Linera, y del cardenal Toribio Ticona, logró ingresar al gigantesco edificio y ocupar la testera, mientras afuera quedaba una pequeña multitud que se tuvo que conformar con mirar a través de las enormes puertas de vidrio.

Más edificios

El mandatario dijo que la idea es tener más edificaciones y concentrar los ministerios cerca de Palacio de Gobierno. “No es broma”, remató.

El exministro de Economía Luis Arce dijo que construir este edificio y otras edificaciones siempre fue la meta del Gobierno y recordó que recuperaron el edificio Credinform para llevar ahí al Ministerio de Comunicación; la vieja casona de los correos donde funcionaba el Ministerio de Culturas; y otra casona en la plaza Murillo, donde en este momento está la agencia de turismo del Gobierno, Boltur.

De hecho, el presidente dijo que buscan otro edificio para trasladar el Banco Central de Bolivia (BCB) y llevar otros cinco ministerios a esa edificación, que se encuentra a una cuadra del nuevo palacio de Gobierno.

Los ministros de Desarrollo Rural y Desarrollo Productivo, César Cocarico y Eugenio Rojas, respectivamente, afirmaron que el mensaje de fondo de este acto fue demostrar la fortaleza del “nuevo Estado” y mencionaron el recurrente argumento de los alquileres que se paga a particulares para algunas reparticiones.

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