La Asociación Nacional de Evangélicos de Bolivia (Andeb) ratificó su apoyo al proyecto. La Asociación de Iglesias Unidas de La Paz lo rechaza. Denuncian injerencia de partidos

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13 de marzo de 2019, 4:00 AM
13 de marzo de 2019, 4:00 AM

El proyecto de ley de libertad religiosa, organizaciones religiosas y de creencias espirituales, causó un cisma entre representantes de iglesias evangélicas. Ayer, representantes de Iglesias Unidas de La Paz emitieron un comunicado en rechazo a este proyecto, con el argumento que las reduce a “simples organizaciones civiles”. En respuesta el presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, se abrió a recibir consultas, por lo que en la tarde sostuvo una reunión con la Asociación Nacional de Evangélicos de Bolivia (Andeb), que ratificaron su apoyo al proyecto.

En el comunicado los pastores de Iglesias Unidas expresaron su “rechazo total al proyecto de ley” porque, aseguran, desconoce su identidad como iglesias evangélicas. También desconocieron a los representantes de Andeb, que representan “a un grupo minoritario de asociados, entre ellos ONG y fundaciones”.

El pastor Fabricio Roca, parte de Andeb, reivindicó la representación de esta institución que, dijo, aglutina unas 20.000 iglesias. Cuestionó también la actitud de los pastores de Iglesias Unidas, que “no pusieron ni su firma en el documento que emitieron”, y aseguró que tiene móviles políticos, ya que forman parte de un grupo de iglesias que el 22 de noviembre de 2018 sellaron una alianza con el binomio de UCS, Víctor Hugo Cárdenas y el pastor Humberto Peinado.

Consultado, Peinado señaló que respeta la representatividad de Andeb, encabezada por el pastor Munir Chiquie. Alertó que “conociendo el actuar del Gobierno” existe el riesgo que a último momento introduzcan cambios y traicione su confianza. “Así sucedió en 2013 cuando el ministro (de Gobierno) Carlos Romero se comprometió a sacar a las iglesias de la ley 351 de personalidades jurídicas, pero incumplió”, dijo. Sobre las aseveraciones del pastor Roca dijo que es “variable”, ya que algunas apoyan la ley y otras no.

Cárdenas destacó que las iglesias informan periódicamente sobre sus actividades. “Pero el Gobierno quiere inmiscuirse en la vida particular de las iglesias. Tiene un espíritu injerencista y no se lo puede quitar”, aseguró.

No se regulará el diezmo

Borda negó ayer que este proyecto de ley apunte a controlar los diezmos y recursos de las organizaciones religiosas. “Se distorsionó la realidad fáctica de la ley. En ninguna parte está la obligatoriedad del Estado de controlar recursos, aportes, diezmos de la iglesia, no hay esa normatividad, queremos desmentir”, dijo.

El pastor Munir Chiquie Nacif, presidente de Andeb, destacó que el trasfondo de la ley es reconocer las distintas iglesias y espiritualidades. “No es solo para evangélicos”, dijo. Con esto ratificó su respaldo al proyecto.

Añadió que los evangélicos ya rinden un informe económico anual a Cancillería, que incluye los diezmos, y que el proyecto de ley reconoce su autoregulación. Esta norma en su artículo 11 establece que las organizaciones deben ser sin fines de lucro y que deben cumplir sus objetivos específicos. Se prevé que se debata en grande la próxima semana.

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