El canciller chileno, Heraldo Muñoz, consideró que no se había respetado la voluntad popular en Bolivia. El Gobierno rechaza la acusación y tilda su opinión de injerencia

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30 de noviembre de 2017, 4:00 AM
30 de noviembre de 2017, 4:00 AM

A la aclaración de Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos, que el artículo 23 de la Convención Americana de Derechos Humanos no está hecho para que un presidente tenga reelección indefinida, ayer se sumaron declaraciones del canciller de Chile, Heraldo Muñoz, y del Departamento de Estado de EEUU, que coincidieron en que el fallo del Tribunal Constitucional no respeta la voluntad popular. La vocera estadounidense, Heather Nauert, recalcó que “los bolivianos han hablado claramente sobre esta cuestión” y dijo que EEUU se suma para pedir al actual gobierno de Morales que respete “la voz del pueblo”.

Sin embargo, el presidente Evo Morales salió ayer a defender la sentencia constitucional que le permite a él y a otras autoridades nacionales presentarse para una nueva reelección, pese a que están en su segundo mandato desde la promulgación de la nueva Constitución.  “El Tribunal Constitucional Plurinacional saca su sentencia legal y constitucional, basado en derecho internacional, que no es forzado ni es obligado ni es chantajeado, sino cumple con su misión de decir la verdad sobre el recurso”, dijo en un acto en Puerto Suárez.

Desde Santiago de Chile, el mismo fallo no se vio igual. Muñoz calificó la sentencia como sorpresiva, y recordó que en 2016 un referendo le había dicho No a la pretensión de Morales a  una nueva reelección.  

Muñoz se mostró sorprendido que el Constitucional haya declarado inconstitucional su propia Carta Magna y aunque dijo que no tenía más que agregar, comunicó que esto había causado sorpresa en la comunidad internacional y que en Chile “la voluntad popular, el debido proceso, la separación de poderes, el imperio de la ley, son principios absolutamente irrenunciables”.

Esto no cayó bien en Bolivia. La ministra de Comunicación, Gisela López, consideró que las palabras de Muñoz eran muy poco diplomáticas, además de constituir una injerencia. Consideró que el sistema político chileno, oligarca y pinochetista, no está contento con que un indígena sea presidente y menos que Bolivia como parte de la agenda electoral chilena. Asegura que Muñoz estaría muy feliz con que Morales deje de ser presidente para volver a mirar a los bolivianos por encima del hombro, con menosprecio y que la demanda marítima boliviana se caiga antes de que La Haya dicte su fallo.

Estados Unidos

Lo que nadie esperaba era un pronunciamiento directo del Departamento de Estado. “EEUU está profundamente preocupado por la decisión del 28 de noviembre del Tribunal Constitucional de Bolivia de declarar inaplicables disposiciones de la Constitución del país que prohíben a los funcionarios electos, incluido el presidente, cumplir más de dos mandatos consecutivos”, señaló en un comunicado. Lo considera un paso atrás en la democracia y que no toma en cuenta la voluntad popular.

Esto fue contestado por el ministro de la presidencia, René Martínez, que aseguró que se trataba de un “acto prepotente e injerencia descarada. Seguramente quieren decirnos quiénes deben ser nuestros candidatos”.

Se defienden

Respuestas a Almagro
Al menos cuatro autoridades del Gobierno salieron a responderle a Luis Almagro, secretario general de la OEA. La ministra Gisela López aseguró que era un agente del imperio y que intentó desestabilizar la democracia en Venezuela y ahora hace lo propio con Bolivia.

Desde Nueva York
Desde la ONU, Sacha Llorenti consideró que Almagro manipula, tergiversa, miente y se inmiscuye en temas que no le competen, al referirse a Bolivia.

Contra EEUU
López ligó a la embajada de Estados Unidos con la campaña por el No en el referendo del 21-F. EEUU estuvo detrás del 21F #DiaDeLaMentira, se contrató pseudoperiodistas, mandó alquilar un niño para sustentar la mentira del siglo, mandó a CNN (Del Rincón), etc. Hoy, se saca la careta y, de frente, se inmiscuye en la política interna de Bolivia”, escribió en Twitter.