Fuera de lo habitual, la PM y la custodia presidencial cortaron el acceso al kilómetro cero y coparon las aceras. Una multitud con banderas del MAS llegó hasta el centro

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23 de enero de 2018, 6:00 AM
23 de enero de 2018, 6:00 AM

Kilómetro cero, ciudad de La Paz. Lunes, Día del Estado Plurinacional. Son las 7:30 y hay un olor a madera quemada: un grupo de personas ofrenda una k’oa (ritual andino para agradar a la Madre Tierra y espantar a los malos espíritus) en plena plaza Murillo, como antesala para el discurso que Evo Morales daría dos horas más tarde. Alrededor, decenas de miles  de personas con banderas azules del MAS esperan su turno para el desfile cívico y militar que habrá al mediodía.

Es la jornada en la que el presidente cumple 12 años en el Gobierno y hay varios ritos políticos que, año tras año, tras la promulgación de la nueva Constitución Política del Estado en 2009, se repiten. Pero con variaciones ayer. 

Sí, hubo ceremonial indígena y campesino y también mucha militancia del MAS (la ministra de Comunicación, Gisela López, dijo en su Twitter: “Hoy fuimos 200.000, solo en la plaza Murillo. Feliz Día del Estado Plurinacional. ¡Que viva la Revolución!”). 

Lo que cambió fue que la seguridad alrededor se redobló a tal punto que la Policía Militar (PM) y la custodia de Palacio cerraron los accesos a la Murillo. Prevención en era de protestas, el primer anillo de seguridad evitó que curiosos, periodistas y hasta funcionarios puedan circular en la plaza a eso de las 8:00, cosa no vista en estos festejos, cuando Morales dominaba la agenda y hacía anuncios como la Agenda 2025.

El día después de que el presidente decidió abrogar el Código del Sistema Penal -uno de los dos disparadores de las protestas callejeras en el país-, había un segundo anillo de seguridad, el habitual, a una cuadra de la plaza.

Miedos políticos aparte y frente a unos discursos sobrios, descafeínados, dichos en la Asamblea, una protesta ciudadana en defensa del voto del 21 de febrero de 2016 (21-F) se animó a llevar hasta la Vicepresidencia, a dos cuadras de la Murillo, un ataúd que simbolizaba el Código del Sistema Penal que se abrogará.  

Los ánimos en la mañana
Eran las 9:00, había tres tarimas con sillas vacías alrededor de la plaza. Una muchedumbre dentro y un férreo control de los soldados de plomo de la PM en las cuatro esquinas del corazón político del país. Pese a la cantidad de gente, todo transcurrió sin mucho ruido entre los manifestantes de la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam) que llegaron al centro para respaldar al presidente. 

Ministros, viceministros, senadores y diputados desfilaron camino a la Asamblea Legislativa Plurinacional sin necesidad de lidiar con la prensa porque toda había sido agrupada en otra tarima de la que no debían moverse; el resto de la prensa, fuera del primer anillo de seguridad.

Todo el poder político de Bolivia en el mismo lugar, y nada pasaba. La sesión de honor de la Asamblea Legislativa Plurinacional fue inaugurada por el vicepresidente, tras el Himno Nacional que interpretó un coro de niños. Discurso puntual, centrado en la tecnología y en las proyecciones de inversión a futuro, en menos de 15 minutos García Linera terminó su alocución sin sobresaltos, ni dentro ni fuera del hemiciclo, e hizo llamar al presidente con una comisión parlamentaria.

Luego vino el presidente. Con varias protestas en el país, Morales se dio modos para hablar dos horas de economía, de crecimiento en 12 años, de ‘sueños cumplidos’, casi nada de política: salvo el reconocimiento de que en su gestión se han cometido errores (pero se corrigieron) y que hoy no hay ni vencedores ni vencidos (como había dicho el ministro de la Presidencia, René Martínez, para explicar la decisión de la abrogación del Código del Sistema Penal). Lo mismo, sin sobresaltos.  

Una tarde para la política

Después de los discursos, vino un desfile cívico y militar con decenas de miles de personas que llevaban banderas del MAS, varios funcionarios públicos en medio, atravesaron la plaza Murillo.

Pero la carga realmente política se dejó para la tarde. Decenas de pobladores de Orinoca, el pueblo natal del presidente, oyeron en Palacio el discurso que se echó de menos en la mañana (conspiraciones, la derecha), antes de que Morales se entregue al baile y al intento de recuperar la épica. 

En la jornada

Con niños
El vicepresidente Álvaro García Linera hizo su ingreso a la Asamblea Legislativa Plurinacional con siete niños. 

Puntual y cabal
El Gobierno había anunciado que los actos se iniciarían a las 9:30 y que el presidente daría un discurso de dos horas. Todo se cumplió al pie de la letra.

Drones
La cobertura del canal estatal tuvo el apoyo de drones.