El tiempo es el enemigo de la estrategia de opinión consultiva

La vía internacional para inhabilitar a Evo Morales como candidato a la Presidencia de Bolivia es una carrera contra el reloj y puede que -aún si el mandatario colombiano Iván Duque decide solicitar la opinión consultiva ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos para saber si limitar las reelecciones atenta contra los derechos políticos de un ciudadano- la sentencia no llegue a tiempo para bajar al binomio oficialista de la papeleta del 20 de octubre.

La Corte se toma entre 18 meses y cuatro años para procesar este tipo de pedidos.

El miércoles, Duque recibió a una comitiva integrada por Tuto Quiroga, ex presidente boliviano; Andrés Pastrana, ex mandatario colombiano, y Luis Fernando Camacho, presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, que le llevaron libros con las firmas de miles de bolivianos que le pedían interceder ante la Corte Interamericana. Tuto incluso le llevó el pedido de la opinión consultiva redactada y el Comité, a través de sus enlaces de prensa, aseguró que Duque había aceptado la encomienda. Quiroga, en contacto telefónico, lo negó.

“Soy cautelosamente optimista. Colombia, al igual que Brasil, tiene mecanismos internos para hacer el análisis. Hay receptividad y apertura de parte del presidente Duque. Ningún presidente recibe a alguien con un pedido y pregunta ‘dónde firmo’.

Lo importante es la señal política”, dijo. Tuto explicó que esta reunión se fraguó a lo largo de una semana. Pastrana y él se vieron en Cartagena el miércoles anterior y le habían alertado a Duque que la visita de Luis Almagro, secretario general de la OEA, sería para respaldar a Evo Morales y su candidatura, que “necesitaban que Colombia actúe”. Una vez consumada la declaración de Almagro (“Decir que Evo no puede participar es discriminatorio”), Pastrana pidió la reunión a Duque el sábado y se la concedió cuatro días después. “Esa es una buena señal”, evalúa Tuto.

Escudos en alto

Mientras los que compiten con Evo Morales por el sillón presidencial ignoraron ‘olímpicamente’ la gestión de Tuto , Pastrana y Camacho (solo Samuel Doria Medina se refirió a ella y dijo que los problemas de la democracia boliviana se deben resolver dentro del país), tres altos dirigentes masistas salieron a comentar la visita a Pastrana. Betty Yañíquez, jefa de bancada del MAS en Diputados, les dijo “mendigos”, que no se puede seguir pidiendo injerencia extranjera cuando se tiene una Constitución que habla de soberanía -no hizo referencia al artículo 168 del mismo texto que habla sobre el límite de reeleciones-, por lo que calificó las gestiones de ‘inconstitucionales’. Luego fue el turno de Diego Pary, ministro de Relaciones Exteriores, que recordó que Bolivia siembre ha actuado bajo el principio de respeto a la soberanía con respecto a Colombia, y que ahora espera el mismo tratamiento.

“Colombia es un país al cual nosotros respetamos en sus asuntos internos. Bolivia no interviene en ningún asunto interno de Colombia y nosotros también creemos que Colombia va a actuar en el mismo sentido”, advirtió. Finalmente, Adriana Salvatierra, presidenta del Senado, segunda en la línea de sucesión constitucional, recordó que la Corte Interamericana de Derechos Humanos solo ha emitido 25 opiniones consultivas en toda su historia y, por procedimiento, podría no fallar a tiempo para afectar a las elecciones de octubre. Revisadas las últimas tres opiniones consultivas de la Corte, el trámite tardó entre 18 y 21 meses desde la presentación del pedido.

Tuto, sin embargo, mantiene el ‘optimismo cauteloso’ y pone que para revertir el indulto al expresidente peruano Alberto Fujimori tardaron menos de dos meses -pero fallaron para defender una sentencia propia- y para una resolución de “protección de vida” en Nicaragua se pronunciaron en solo ocho días. Confía en que habrá personalidades costarricenses para influir en la corte, siempre y cuando Duque envíe la consulta. Quizá el colombiano hable sobre este pedido opositor con Evo Morales este domingo. Ambos presidentes se cruzarán en Lima, donde se convocaron, junto a los mandatarios de Perú y de Ecuador, para festejar los 50 años de la Comunidad Andina de Naciones.