A 72 horas de la votación, crecen las expectativas de activistas y partidos opositores. La senadora Adriana Salvatierra (MAS) los acusa de defender el cuoteo de la justicia

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30 de noviembre de 2017, 6:00 AM
30 de noviembre de 2017, 6:00 AM

“La defensa de la democracia comienza por el voto nulo el próximo 3 de diciembre”. Con esas palabras cierra el último manifiesto publicado ayer por el grupo de líderes políticos opositores  como reacción al fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) que quitó los límites a la reelección indefinida del presidente Evo Morales. Y ese manifiesto firmado por Carlos Mesa, Tuto Quiroga, Samuel Doria Medina, Víctor Hugo Cárdenas y Rubén Costas, divulgado justo el día antes del inicio del silencio electoral de cara a las elecciones judiciales, es un punto de partida para esa corriente política.

Para el MAS, así lo sostiene la senadora Adriana Salvatierra, esa posición se trata de una defensa del cuoteo multipartidario de la vieja justicia boliviana y que aprovecha una coyuntura política para justificarse. “En realidad, esos supuestos líderes, que ya perdieron el apoyo del alcalde Luis Revilla, representan los malsanos intereses de grupos de poder que se cuoteaban la justicia. Ellos están detrás del voto nulo”.
A 72 horas de la votación que permitirá renovar magistrados del Consejo de la Magistratura (CM), Tribunal Agroambiental (TA), Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP),  quienes más se han movido.

Se trata de la segunda elección de autoridades judiciales por voto popular en Bolivia, experiencia única en el mundo, según han explicado las autoridades del Gobierno impulsoras del modelo. No obstante, en la actualidad, tanto el Gobierno como la oposición y muchos sectores de la población han coincidido en establecer que el modelo ha acarreado un profunda crisis. 

Plataformas ciudadanas 
De hecho, tras la decisión de la Sala Plena del Constitucional en favor de Morales, las plataformas ciudadanas que impulsan el voto nulo han plantado la cara en las calles argumentando que este sistema de elección de máximas autoridades judiciales no sirve porque lo controla el MAS desde la fase de selección de candidatos y que las fórmulas que se votarán repiten los errores de 2011, un esquema que pese al alto porcentaje de votos nulos y blancos le ha servido al oficialismo para habilitar la candidatura de Evo Morales en 2014, cuando una cláusula transitoria de la Carta Magna se lo prohibía, y ahora, pese a la votación del 21 de febrero de 2016. 

“Por lo visto anoche y por los ánimos de mucha gente en la ciudad, el veredicto del TCP enervó a la ciudadanía… Es decir, si antes había dudas sobre ir a votar nulo entre ciertos sectores de la ciudad, ahora hay una razón palpable para votar nulo: castigar en las urnas una justicia servil a Evo Morales”, reflexionó Álvaro Puente, educador y activista del colectivo Bolivia Dice No.

Lo propio se ha visto en manifestaciones como las del activista Ilya Fortún, de la Plataforma paceña Fuerza Ciudadana. En ese lineamiento, coinciden activistas y políticos de corriente opositora.