Ayer la gente pedía que se resuelva el conflicto y que se reanuden los servicios en los hospitales. Algunos pasaron por varios nosocomios, sin conseguir asistencia 

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9 de enero de 2018, 6:00 AM
9 de enero de 2018, 6:00 AM

Ayer, al cumplirse 47 días de paro, muchos pacientes no ocultaban su molestia y preocupación por el paro prolongado de los galenos.  Felipa Chambi, de 60 años, era una de las que aguardaba por atención en el hospital San Juan de Dios. Un dolor de estómago la obligó a acudir temprano al centro asistencial, pero hasta las 10:00 aún continuaba esperando su turno para ser atendida. Para calmar su dolor tuvo que comprar  un calmante en una farmacia cercana. 

Ayer la gente que llegó a los nosocomios no ocultó su desesperación porque los servicios de Emergencias no daban abasto y como priorizan los casos más graves, no todos los pacientes lograban ser atendidos.

 Con 92 años a cuestas y en silla de ruedas, Gualberto Flores no consiguió asistencia en el San Juan de Dios. Tuvo que viajar dos horas y media en taxi desde Santa Rosa del Sara para que le retiren los puntos de una cirugía que le hicieron en la pierna después de haberse caído; empero, en el  hospital le dijeron que debían retirarlos en casa porque estaban en paro. Su hija Isabel Flores Paz, que lo acompañaba, casi llora de impotencia, pues su padre queda dolorido cuando se lo mueve mucho. “Vinimos para que le retiren los puntos, pero nos han dicho que lo llevemos a casa, porque están en paro. Yo creo que está bien que hagan un paro de dos o tres días pero este paro, no sé qué es. Es un perjuicio muy grande”, se quejó.

Nely Rosas, que llegó desde Samaipata con su marido, Primitivo Yépez, quien sufrió un paro cardiaco, dijo que tuvieron que  esperar un día para que su esposo pase a terapia intensiva porque el servicio está saturado. “Llegamos el sábado por la noche y hubo problemas para que ingrese a Emergencias, pero recién el domingo hubo espacio en terapia intensiva”, contó la mujer, que junto a familiares de otros pacientes aguardaba afuera de Emergencias. 

Otros enfermos ni siquiera intentaron  lograr una consulta, pues al ver la fila en Emergencias optaron por marcharse del lugar “Todos salimos perdiendo con este paro. No queda más que buscar atención en un centro privado, aunque en las clínicas todo es caro y los centros más económicos, como Prosalud, también están saturados”, protestó una mujer que quería hacer control de su diabetes. 

Otros pasaron por un verdadero viacrucis al recorrer los hospitales sin lograr  asistencia. Marcos O. pasó con su esposa embarazada por la maternidad Percy Boland y por el Japonés, pero en ambos centros le dijeron que no había espacio. Con seis meses de embarazo, la mujer presentó un sangrado y requería  atención inmediata, por lo que  finalmente fue llevada a una clínica privada. “En ambos hospitales, el personal dijo que no había espacio y que volviéramos cuando pase el paro”, contó Marcos.

Raimundo Siles tuvo mejor suerte. Acudió temprano al hospital San Juan de Dios para una curación debido a que fue sometido a una cirugía días atrás. “Me han atendido rápido y tampoco tuve problemas para hacerme operar”, contó, agregando que, pese al perjuicio del paro él apoya la demanda de los médicos.

Segundo paro más largo

Medida

El 23 de noviembre se inició el paro indefinido nacional del sector médico. En los nosocomios públicos y de la seguridad social solo se atendían los casos de emergencia. Los trabajadores de salud también acataban un paro indefinido.

Por las  seis horas

Se trata del segundo paro más largo de los médicos en los últimos años. En 2012, el sector acató un paro indefinido, que duró 52 días, en defensa de las seis horas de trabajo, pues el Gobierno había dispuesto ocho horas de trabajo en cumplimiento del mandato de una cumbre plurinacional. Al final, consiguieron que se les respete las seis horas.