Ahora resta pasar la ley corta al Ejecutivo para que el presidente Evo Morales la promulgue, con lo que la norma de más de 650 artículos quedará sin efecto

El Deber logo
24 de enero de 2018, 20:41 PM
24 de enero de 2018, 20:41 PM

El Código del Sistema Penal fue abrogado en la Cámara de Senadores, con lo que se terminó el trámite legislativo para su abrogación. Sólo resta pasar la ley corta al Ejecutivo para que el presidente Evo Morales la promulgue, con lo que la norma de más de 650 artículos quedará sin efecto.

Todo ocurrió en una sesión mucho más corta:  algo más de cuatro horas frente a las 11 que demandó un día antes la misma aprobación en Diputados. El debate entre oficialistas y opositores fue muy respetuoso, al menos el 95% del tiempo, en comparación con la sesión de miércoles en los que los asambleístas de UD y PDC no pudieron hablar porque los interrumpieron con golpes en las mesas y gritos.

En el debate, los opositores advirtieron que habían adelantado que la norma se iba a abrogar, y le reclamaron a los oficialistas por no escuchar sus pedidos de quitar el pie del acelerador en el tratamiento del código. Los senadores Milton Barón y Adriana Salvatierra fueron de los pocos voceros del oficialismo. En ambos casos señalaron que los argumentos de criminalizar las protestas, que el código reducía las penas al narcotráfico, afectaba la libertad de expresión, eran mentiras.

Salvatierra señaló que este código fue el único intento sincero de hacer un cambio real de la justicia, que tenía un enfoque restaurativo y técnico, "la oportunidad de trasformar la justicia para la gente, romper con una lógica de criminalización que venía de la dictadura, un sistema que no pase por meter a la cárcel a todos. No es una victoria de la oposición", aseveró.

Carmen Eva Gonzales festejó que se abrogue "este código maldito", se levantó y rompió un impreso con el texto del mismo, mientras los oficialistas le reclamaban que no podía actuar, como profesora. La asambleísta opositora recordó que se metió a una huelga de hambre los días que se negociaban las directivas, "y lo hice porque yo no negocio con ustedes ni por san putas".

Barón denunció que la oposición montó una estrategia de desestabilización del Gobierno, y que conspiraron. Su colega Arturo Murillo le respondió que efectivamente el fondo es evitar que el presidente Evo Morales repostule y señaló que sí hay conspiración, pero que ésta parte de del equipo cercano de colaboradores del presidente.