Es parte de la plataforma Alguien? Esta semana se concretó la unión con la asociación de familiares de las víctimas de trata y tráfico. La herramienta digital apuesta a lograr más resultados que los afiches en las paredes

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3 de junio de 2018, 21:17 PM
3 de junio de 2018, 21:17 PM

“Mi amada Dayanna, mi único deseo e ilusión es volverte a ver, a tenerte junto a mí. Desde ese 20 de junio que te apartó de mi lado no he dejado de buscarte mi pedacito de cielo, pido a Dios te proteja mi niña y te pido perdón por descuidarme de ti hija mía. Estoy muriendo cada día, ruego en cada reunión a las autoridades para que te busquen, pero nadie me oye. Mi niña, sé que sufres donde estás ahora; publico fotos tuyas cada día con la esperanza de que las personas compartan tu afiche y alguien te reconozca y así poder encontrarte”. Las palabras salen de las entrañas de María Rita Hurtado, la madre de Dayanna Algarañaz Hurtado, que está por cumplir tres años como desaparecida, tiempo en que su  madre no ha bajado la guardia. 

Su testimonio fue uno más de los desgarradores que recogió el reportaje Víctimas invisibles, trata y tráfico de personas en Bolivia, que publicó EL DEBER en diciembre, el mismo que hizo eco en dos jóvenes emprendedores que crearon una red social de colaboración denominada Alguien? y que han decidido hacer algo al respecto.

La aplicación acaba de cumplir un año y se puede bajar de la app store. Se divide en seis categorías: Alguien sabe? (preguntas cotidianas), Alguien tiene? (para comprar), Alguien quiere (para vender), Alguien puede? (bolsa de trabajo), Alguien ha comido? (sobre recomendaciones gastronómicas) y recientemente, Alguien ha visto?(para búsqueda de personas extraviadas o desaparecidas). Ariel y Érick Valverde leyeron el artículo y decidieron que como parte de una actividad de responsabilidad social iban a poner la plataforma social al servicio de los familiares de las víctimas de trata y tráfico.

“En la primera reunión con los representantes de Asafavittp (Asociación de Apoyo a Familiares de Víctimas de Trata y Tráfico) nos dimos cuenta de que tenían limitantes. Hace una semana se les ayudó a crear su perfil y se subieron las fotos de alrededor de 20 personas extraviadas. Hicimos una actualización para que se pueda compartir y recargar la imagen, porque la idea es que se compartan estas publicaciones a través de WhatsApp, de Facebook y que estén en todos lados”, contó Ariel Valverde, quien considera que conseguir la viralización de estos casos a través de lo digital puede lograr mucho más que tocar puertas o colocar panfletos en las paredes.

Acotó que una persona de su  equipo coordina con ellos para ayudarlos porque son gente de escasos recursos que no tenía acceso a la tecnología.

Valverde manifestó que también tienen conversaciones adelantadas en Paraguay con personas que trabajan en el tema de trata y tráfico a escala Panamericana para que usen la plataforma para difundir este fenómeno y minimizar los números de casos.

Los beneficiarios

“Como asociación estamos muy agradecidos, esta plataforma es una esperanza para nosotros, va a ser de mucha ayuda para viralizar, para que la sociedad pueda ver la realidad que muchas veces no se ve: que las jóvenes se desaparecen, entre ellas muchas son víctimas de trata y tráfico”, dice María Rita Hurtado.

La ley 263 de marzo contra la trata y tráfico de personas de 2016 no ha hecho mucha diferencia en sus vidas, su lucha es buscar a sus hijas (os), pedir atención de las autoridades y alimentar cada final del día la fe de que los van a encontrar. “Esta plataforma va a subir las fotos tras que desaparezcan las personas y con eso va a cerrarles las puertas a estos tratantes para que no saquen a las víctimas fuera de la ciudad y los podamos encontrar lo más rápido posible”, dice María Rita.

Explica que las fotos de los desaparecidos se subirán con el comunicado de desaparecido porque tiene que ser algo creíble, además de verificar que el caso sea real.

Las denuncias

Según el fiscal de materia Marcos Arce, en general, un 97% de las denuncias de desaparición se encuentra a los extraviados, que en su mayoría abandonaron su hogar por motivos personales y después retornan. Las denuncias de personas extraviadas fluctúan mucho, en diciembre se incrementan porque los jóvenes o niños pierden el año escolar y se escapan. “No toda desaparición es automáticamente trata y tráfico, hay personas que  se van porque quieren, otros pueden ser víctimas de otros delitos, como secuestros (fines económicos) o raptos (fines sexuales). No todo pertenece a la trata y tráfico (explotación sexual, laboral o venta de órganos).

Para María Rita, la trata sí existe en Bolivia. “Es un trabajo que tenemos que realizarlo todos, porque el peligro está a la vuelta de la esquina y  las personas vulnerables son nuestros hijos y es en ellos que tenemos que pensar”.