En 2017, la vicepresidenta de esa organización envió una misiva a un alto funcionario de la gestión del antecesor de Trump, en la que pidió suspender los permisos de funcionarios de Morales. La carta de 12 asambleístas fue criticada por la oposición.

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16 de abril de 2019, 6:00 AM
16 de abril de 2019, 6:00 AM

La vicepresidenta de la consultora Dark Horse Political, la boliviana Eva Sara Landau, realiza gestiones en contra de la repostulación del presidente boliviano Evo Morales y su organización solicitó en 2017 a Barack Obama que suspenda la visa a funcionarios del Gobierno boliviano.

Esta firma fue la que recientemente gestionó el envío de una carta firmada por 12 legisladores y tres activistas bolivianos a Donald Trump, para que el mandatario de EEUU interponga sus buenos oficios ante la Organización de Estados Americanos (OEA) para evitar que Morales vuelva a postularse pese al resultado del referéndum del 21-F.

Landau es refugiada en Estados Unidos desde 2009. Tiene el cargo de vicepresidenta de DH Political. En un contacto telefónico con EL DEBER, realizado ayer, informó de que la iniciativa de la carta fue encabezada por la senadora Carmen Eva Gonzales, destacó que la diputada Norma Piérola tuvo una importante participación en la precisión de datos que ayudaron a traducir la carta antes de enviarla.

El presidente de esta fundación es Christopher Gergen, su prometido. Landau garantizó que ambos no cobraron un centavo por esta gestión. “Cómo cree usted que yo voy a cobrar a mis compatriotas bolivianos. Y a Christopher ni se le ha pasado por la cabeza tampoco. Ahora, si él me sugiriera lo contrario, le agradecería y seguiría sola en esto”, complementó.

Precisamente Gergen apareció los últimos días en un mensaje publicado en las redes sociales, en el que alentó “enérgicamente a nuestros amigos de la comunidad internacional, a la Organización de Estados Americanos y a nuestros amigos de la administración Trump a tomar medidas económicas y diplomáticas firmes y decisivas, incluida la revocatoria de sus visas, contra el régimen de Evo Morales, en caso de que decida violar la Constitución boliviana y se declare a sí mismo como candidato en las próximas elecciones”.

Al respecto, Landau informó de que ella y otro boliviano refugiado en Brasil, Alejandro Brown (caso terrorismo), enviaron en 2017 una carta con el tenor que detallo Gergen en su mensaje, a la gestión del expresidente de ese país, Barack Obama. La misiva se dirigió específicamente al entonces subsecretario de asuntos políticos del Departamento de Estado, Thomas Shannon.

“Le escribimos para instarle a revocar o suspender las visas de todos los empleados gubernamentales y miembros de la dictadura de Evo Morales en Bolivia, debido a la retórica antiaméricana y al apoyo abierto de los regímenes terroristas por parte del Gobierno boliviano, como por la repostulación”, dijo Landau, que hizo campaña a favor de Trump en la última elección de EEUU.

Ante la posibilidad de procesar a los 12 legisladores firmantes por conspiración, la vicepresidenta de DH Political aseguró que no tendrían por qué hacerlo. “La carta es corta y muy precisa, no pide una intervención militar de EEUU a Bolivia ni nada parecido, solamente le pide que gestione ante la OEA que se respete el referéndum, eso es todo”, dijo.

La senadora Carmen Eva Gonzales señaló que la gestión se realizó con el objetivo de generar voces que provienen de distintos países, para lograr eco en la OEA y acelerar el pronunciamiento en contra de la repostulación.

“Obviamente el Gobierno hace escándalo por la carta que mandamos a Trump, pero ni menciona la enviada al presidente brasileño Jair Bolsonaro”, acotó.

De hecho, Juan Ramón Quintana, ministro de la Presidencia, declaró el fin de semana que “esta carta forma parte de una ruta conspirativa que se está desarrollando contra Bolivia, contra el pueblo boliviano”. El Gobierno no ha descartado la posibilidad de procesar a quienes firmaron esa misiva.

Pero la oposición está dividida. seis líderes rechazaron la carta. “Creo que es una posición desatinada y un error. Respeto las acciones de los legisladores, pero yo parto de un principio fundamental de que los problemas de los bolivianos los tenemos que resolver los bolivianos”, declaró Samuel Doria Medina a ANF, pese a que el diputado de su partido, Amilcar Barral, es uno de los firmantes.

El candidato a la presidencia por Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, escribió en su cuenta de Twitter. “La defensa del 21-F es un imperativo. Hacerlo pidiendo los “buenos oficios” de EEUU es inaceptable. No solo por su acción en Bolivia en el pasado, sino porque victimiza al Gobierno, verdadero responsable de la burla al voto popular y de los candidatos ilegales”.

El senador Arturo Murillo también dijo que es un “desatino político”, pero rechazó el intento del MAS de calificar como un acto de traición a la patria, asimismo, acusó al presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, de mentir, porque la carta no fue enviada en inglés. “No es traición a la patria ni ningún delito. Falta de tino, no delito”, precisó.

El senador beniano Yerko Núñez declaró que “no fue la mejor decisión de enviar una carta a Donald Trump”, no obstante, consideró que no hay ningún acto de injerencia con la resolución del Senado de Estados Unidos y con la carta de sus colegas opositores.

Edwin Herrera, asambleísta departamental por Sol.bo, se sumó a las críticas y dijo que se trata de “un doble error político” de los diputados, primero porque Bolivia es soberana; segundo, porque “le han dado espacio al MAS para que se victimice hablando de conspiración”.

Recordó que una situación similar ocurrió con el exembajador de Estados Unidos en Bolivia, Manuel Rocha, cuando pocos días antes a las elecciones de 2002 pidió que no voten por Morales, la reacción de la ciudadanía fue contraria a este llamado y el MAS sacó una bancada fuerte en ese tiempo. Doria Medina comentó que el entonces diplomático con sus palabras hizo un gran favor a Evo Morales y que este tipo de “pedidos de apoyo externo le benefician al Gobierno”, complementó.