Los movimientos ciudadanos que promueven el respeto al voto del 21-F se reúnen hoy en el paraninfo de la UMSA. Los comités tratarán de acordar un paro cívico. El MAS se conforma con llenar la Murillo el 22

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21 de enero de 2019, 4:00 AM
21 de enero de 2019, 4:00 AM

“Será como el segundo tiempo de la reunión con los políticos en Santa Cruz de la Sierra”, dice Juan Flores, presidente cívico cochabambino para anunciar la reunión entre los comités, el Consejo Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) y plataformas ciudadanas que defienden el voto del referendo del 21-F, que se celebrará hoy en el paraninfo de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz.

El anfitrión, Waldo Albarracín, rector de la UMSA, explicó que todo comenzará a las 9:00 con dos disertaciones que hasta anoche no estaban definidas, para luego iniciar un debate priorizando la participación de ciudadanos que “no han tenido mucha palestra para evitar una pugna de protagonismo”.

Mientras tanto, el Movimiento Al Socialismo se prepara para oír el informe presidencial que el 22 de enero dará Evo Morales ante la Asamblea Legislativa. Según Gerardo García, vicepresidente del MAS, no prevén movilizaciones masivas, aunque sí se ha convocado a los dirigentes masistas de todo el país para escuchar el discurso desde la plaza Murillo.

Opositores

Según explicó Albarracín, se prevé que el encuentro en la UMSA sea un debate de la sociedad civil que se extienda hasta las 16:00, cuando saldrán en marcha hacia la plaza Abaroa, en la zona de Sopocachi. Allí, frente al Tribunal Supremo Electoral, realizarán un mitin con la intención de presionar al cuarto poder del Estado, para que inhabilite al binomio oficialista para las elecciones generales de octubre próximo.

El TSE tiene en sus manos la resolución de la solicitud de anulación de personería al MAS, por la difusión de una encuesta de intención de voto en un suplemento oficial del Estado. Los vocales han debatido el tema desde el miércoles de la pasada semana y aunque hay voces que aseguran que se ha llegado a una decisión, esta no ha sido publicada aún.

Consultado sobre qué propuestas se llevarán a esta reunión como Conade, Albarracín admite que están siendo “un poco cautos”, ya que tienen experiencias anteriores que no han salido también como se esperaban. “A veces se dice ‘huelga de hambre’ y no son masivas y es contraproducente. Se dice ‘paro cívico’ pero hay que ver quién va a parar. Soy partidario de otras medidas más efectivas que las tradicionales que ya no conmueven ni al Gobierno ni a la población. Tal vez otras medidas pueden dar mejores resultados”, dijo ayer, por vía telefónica.

La intención de Albarracín es que todo lo que se anuncie en la reunión se cumpla de manera efectiva, para evitar perder credibilidad.

Flores parece estar más apurado. Quiere que de esta reunión surjan medidas de presión que se ejerzan antes del 27 de enero, fecha en la que están previstas las elecciones primarias.

La principal propuesta que tienen Flores y el bloque cívico que coordina con él es el paro de 72 horas antes del 27. “Veremos qué pasa, porque no ha habido consenso en Santa Cruz. Somos seis departamentos los que quieren parar y tres los que se oponen. No entró en el documento suscrito porque no queremos mostrar peleas ni nada”, explicó.

Flores tiene fe que de la reunión de La Paz se puedan sacar medidas más contundentes. Explica que los departamentos que se oponen al paro de 72 horas son Santa Cruz, Tarija y Oruro. Sobre los dos primeros, dijo: “Entendemos que defienden intereses legítimos para ellos, pero no para la democracia”. Sobre Oruro explicó que, al estar tan cerca el Carnaval y todo el movimiento económico que genera la fiesta para la capital folclórica del país, su presidente cívico no quiere hacer nada que la perjudique, porque mueve buena parte de la economía de la región.

De lo que está seguro Flores es que de este encuentro saldrá la organización para hacer vigilia en las sesiones que la Corte Interamericana de Derechos Humanos tendrá en Sucre, entre el 7 y 16 de febrero. “Queremos que se pronuncien a tiempo para ver si la reelección es un derecho humano o no”, dijo Flores, que aseguró que si no se definen organizar un paro de 72 horas, aún se pueden tomar otras medidas, como marchas y grandes concentraciones.

Albarracín cree que el movimiento ciudadano de defensa del voto del 21-F ha logrado sobrevivir a la politización prematura del país. Cree que la ley de partidos políticos, que instauró las primarias, fue un instrumento premeditado para frenar la escalada de protestas por el 21-F, pero que el Gobierno “no ha logrado distraer a la gente para que se ocupe de las elecciones en lugar de la lucha más grande”.

Mientras Albarracín pone en la mira al Tribunal Supremo Electoral para tratar de inhabilitar a Morales, Flores no descarta insistir con los partidos de oposición para que se bajen de las elecciones generales si Morales y García Linera son candidatos. No considera que sea un error dejar solos a los oficialistas y pone de ejemplo a Venezuela, donde la oposición no participó de las elecciones y ahora, asegura, Nicolás Maduro es considerado un presidente ilegítimo ante los ojos del mundo.

Desde el oficialismo

Para Gerardo García, los opositores tienen todo el derecho de reunirse cuando quieran. A pesar de que se había hablado de una movilización masiva para respaldar a Morales el 22 de enero, García asegura que solo se ha convocado a dirigentes y el resto de las personas que llenará la plaza Murillo será la militancia paceña.

Mañana se espera un discurso largo de Morales, ya que repasará sus 13 años de gestión comparándolos con los 180 de vida republicana. Según García, al tratarse de un año electoral, también habrá un mensaje para los bolivianos. El 2014, año de su última reelección, Morales centró su discurso en elogiar la estabilidad política y económica del país.

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