Para el presidente cívico, la prioridad es unificar fuerzas para exigir el respeto al voto del 21-F

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14 de junio de 2019, 4:00 AM
14 de junio de 2019, 4:00 AM

El plazo para la renuncia de vocales electorales, fijado por los cívicos, concluye hoy. Ante eso, los sectores ciudadanos, plataformas, el Consejo Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) y los políticos de oposición apuntan a volver a reunirse para asumir medidas más contundentes.

El presidente del Comité Pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, adelantó a EL DEBER que en caso de que los vocales no renuncien, se prevé convocar a la Asamblea de la Cruceñidad para la próxima semana, entre el lunes y martes, “para tomar determinaciones de manera inmediata” y para coordinar con la comisión de movilizaciones medidas que van más allá de las marchas. “(Pueden ser) paros cívicos, ya sean nacionales o departamentales y vigilias”, dijo Camacho.

Para el cívico, si los vocales no renuncian como se les pidió el lunes, en la marcha que bajó de La Ceja de El Alto hasta la sede del TSE en La Paz, entonces la asamblea deberá consensuar las nuevas medidas de presión.

Para Camacho, uno de los aspectos fundamentales es “unificar fuerzas” para exigir el respeto al voto del 21-F y lograr la renuncia de los vocales del TSE.

El líder cívico señaló que aún no se programó la fecha para la próxima reunión, porque se debe definir con tiempo para garantizar la presencia de los candidatos presidenciales.

Para el exvicepresidente y candidato de Unión Cívica Solidaridad (UCS), Víctor Hugo Cárdenas, las medida de presión ya se definieron en la primera reunión entre los sectores del 21-F que se realizó en enero, y consisten en movilizaciones a escala nacional.

Al cierre de la marcha del lunes, también se escucharon pedidos por parte de otros sectores de encarar un paro nacional. En el caso de Santa Cruz, Camacho explicó que cualquier determinación que tomen deberá contar con el respaldo de la asamblea./ CT