El candidato ultraderechista de Brasil convoca a sus votantes a no bajar la guardia de cara al balotaje contra el candidato de Lula, el socialista Fernando Haddad. La izquierda regional sigue perdiendo espacios

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8 de octubre de 2018, 6:08 AM
8 de octubre de 2018, 6:08 AM

El ultraderechista Jair Bolsonaro, con el 46,1% de los votos en las elecciones presidenciales celebradas ayer en Brasil, y el socialista Fernando Haddad, con el 29,2%, dirimirán la jefatura del Estado en una segunda vuelta el 28 de octubre, según los resultados con el 98,86% escrutado.

De confirmarse el triunfo en la segunda vuelta, la izquierda seguiría perdiendo espacios en la región tras los triunfos de Mauricio Macri en Argentina, Sebastián Piñera en Chile, Lenín Moreno en Ecuador, Iván Duque en Colombia y Mario Abdo Benítez en Paraguay.

El ultraderechista, un polémico candidato por su defensa de la dictadura militar (1964-1985) y por sus declaraciones racistas, machistas y homófobas, confirmó su favoritismo, consiguió una votación superior a la pronosticada por los sondeos y por poco no se garantizó la elección sin necesidad de una segunda vuelta.

El candidato del Partido de los Trabajadores (PT), escogido a dedo por el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva una vez que no pudo postular por su condición de preso y condenado por corrupción, consiguió garantizar el segundo puesto y su lugar en el balotaje.

De acuerdo con las normas electorales brasileñas, la segunda vuelta es necesaria cuando ningún candidato supera el 50% de los votos.

En tercer lugar, muy lejos de Haddad, se situó el laborista Ciro Gomes, quien obtuvo el 12,51% de los votos válidos.

Según las encuestas publicadas hasta el sábado, en caso de una segunda vuelta entre Bolsonaro y Haddad, ahora confirmada, ambos estarían empatados en torno a un 45% de los votos.

Un gran triunfo

Bolsonaro pidió a sus seguidores que “continúen movilizados”, pues la “victoria final” será el próximo 28 de octubre. “No deja de ser una gran victoria”, dijo en una transmisión en directo desde su domicilio, donde se recupera de las heridas que sufrió el pasado 6 de septiembre, cuando fue acuchillado durante un mitin.

“No teníamos una gran estructura, somos un partido muy pequeño y estuve hospitalizado unos 30 días”, por lo que “es un gran triunfo”, agregó el candidato en alusión a los casi 50 millones de votos que lo respaldaron, frente a los cerca de 30 millones (28,3%) que logró Haddad.

“Ganamos en casi todas las regiones del país y perdimos solo en el nordeste”, declaró Bolsonaro, quien reconoció que esa zona del país es un fortín del Partido de los Trabajadores (PT), que postuló a Haddad tras la inhabilitación de Luiz Inácio Lula da Silva, en la cárcel por corrupción.

Ahora la “misión” es que “ese pueblo trabajador del nordeste se libere de las mentiras del PT, que hace un verdadero terrorismo contra la gente más humilde de nuestro Brasil”.

El candidato de la ultraderecha reiteró que en este proceso electoral los brasileños deberán elegir entre “dos caminos: el de la prosperidad, la libertad, la familia, o el de Venezuela”, en alusión a los nexos de Lula con el Gobierno de Nicolás Maduro.

Sin citar a Haddad por su nombre, dijo que “todos saben con quién el otro candidato se aconseja y dónde”, por la prisión en que está Lula, a quien el candidato del PT visita cada semana.

“No queremos de vuelta a ese tipo de gente, que es lo peor que hay en la política. Hundieron al país en la más profunda crisis económica, moral y política, y no podemos dar otra vez un paso a la izquierda”, manifestó, para agregar que Brasil “no puede seguir flirteando con el comunismo”.

Aun con la enorme diferencia, Bolsonaro alertó a sus seguidores de que “la segunda vuelta no será fácil”, pues “ellos tienen millones de reales para gastar”, sobre los cuales insinuó que serían producto de la corrupción.

Un total de 29,9 millones de brasileños no acudieron ayer a las urnas para elegir presidente en Brasil, lo que se tradujo en una abstención del 20,3% de los ciudadanos con derecho a voto, el mayor índice desde las elecciones de 2002, según informó el Tribunal Superior Electoral (TSE).

Partido de Lula da Silva pierde en puestos clave

La ex presidenta brasileña Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), perdió la elección de ayer para un escaño en el Senado por el estado de Minas Gerais al quedar en cuarta posición con un 15,04% de los votos.

También el gobernador de Minas Gerais, Fernando Pimental, un importante líder del PT, fue derrotado en su intento de ser reelegido como mandatario del segundo estado más poblado de Brasil.

De acuerdo con los resultados, Rousseff, quien lideraba todos los sondeos previos a las elecciones de este domingo, se quedó muy lejos de las dos primeras posiciones que daban derecho a dos asientos en el Senado por ese estado.

Los vencedores para senador por Minas Gerais (sureste) fueron Rodrigo Pacheco, de Demócratas (DEM), quien obtuvo un 20,70% de los votos, y el periodista Carlos Viana, candidato por el Partido Humanista de la Solidaridad, quien recibió un 20,34%.

Rousseff se presentó a los comicios para la Cámara Alta en un intento por volver a la vida política tras haber sido destituida como jefa de Estado por ese mismo Senado a mediados de 2016 por irregularidades en las cuentas públicas.

Por su parte, Pimentel fue el tercer candidato más votado en las elecciones regionales de este domingo, con solo el 22,60% de los votos, con lo que el Partido de los Trabajadores perdió el estado más importante que ha gobernado hasta ahora en su historia.

Según los escrutinios, la gobernación de Minas Gerais tendrá que ser definida en la segunda vuelta el 28 de octubre por el empresario Romeu Zema, candidato del partido Novo y que obtuvo el 43,27% de los votos, y el senador Antonio Anastasia, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que gobernó este estado entre 2006 y 2014, y que obtuvo el 29,07% de los votos.

El más votado

Eduardo Bolsonaro, hijo del candidato presidencial ultraderechista Jair Bolsonaro, se convirtió en el diputado federal más votado de la historia de Brasil al obtener 1.814.443 votos en los comicios a la Cámara Baja, según los resultados oficiales, con un 98,28% del censo escrutado.

Eduardo, de profesión policía federal y candidato en San Pablo por el PSL, que lidera su padre, intentaba la reelección para un segundo mandato en la Cámara de Diputados brasileña tras ser elegido en los comicios de 2014.

Por su parte, el ex juez federal Wilson Witzel y el exalcalde Eduardo Paes disputarán la gobernación de Río de Janeiro en segunda vuelta el 28 de octubre, tras ser los dos más votados en la primera vuelta de las elecciones regionales de ayer en Brasil, votación en la que quedó fuera el exfutbolista Romario.

El senador, quien fuera campeón mundial con Brasil en 1994 y al que los sondeos señalaban como uno de los dos favoritos, fue excluido de la contienda al quedar en cuarto lugar con un 8,75% de los votos.