El Gobierno está convencido de que 13 de los 14 alcaloides que contiene la hoja de coca son de uso benéfico en el campo de la salud y la farmacéutica

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1 de marzo de 2018, 15:25 PM
1 de marzo de 2018, 15:25 PM

El Gobierno boliviano pedirá a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que realice un estudio científico sobre las cualidades y propiedades de la hoja de coca, con miras a que se permita la exportación de la planta y sus derivados lícitos, anunció hoy una fuente oficial.

El viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Felipe Cáceres, señaló a los medios en La Paz que el Estado boliviano solicitará un "estudio de las cualidades y las propiedades de la hoja de coca" para que la OMS "certifique" de esa forma si la planta es o no "dañina para la salud humana".

La petición será formulada durante el 61 periodo de sesiones de la Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas que se efectuará del 12 al 16 de este mes en Viena, agregó Cáceres, tras asistir a la presentación en La Paz del informe anual de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).

Recordó que Bolivia tiene convenios para exportar hojas de coca a Ecuador, Venezuela y Cuba, pero que esa venta "se ha frenado" mientras Bolivia cumple con ciertos requisitos ante la JIFE y la Comisión de Estupefacientes de la ONU.

Cáceres sostuvo que su país está convencido de que 13 de los 14 alcaloides que contiene la hoja de coca "son de uso benéfico" y pueden emplearse en la industria farmacéutica, y el restante es el que se usa para fabricar la cocaína.

La hoja de coca en Bolivia tiene usos tradicionales y medicinales reconocidos en la Constitución vigente desde 2009, pero una parte de la producción se desvía al narcotráfico para fabricar cocaína.

La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, en inglés) informó en julio pasado que Bolivia tenía en 2016 unas 23.100 hectáreas, 14 % más de lo reportado en 2015.

La nueva ley para regular la producción de la planta que rige desde 2017 amplió los cultivos legales de las 12.000 hectáreas permitidas en la antigua norma a 22.000 hectáreas.

El Gobierno del presidente Evo Morales ha defendido varias veces las propiedades alimenticias y medicinales de la hoja de coca y se ha propuesto lograr que se permita la exportación de la planta y sus derivados lícitos, como infusiones, remedios medicinales y bebidas energéticas, entre otros.

Bolivia volvió a adherirse en 2013 a la Convención de Estupefacientes de 1961 de la ONU, sin renunciar al masticado y al uso tradicional de las hojas de coca en su territorio.

La convención antidroga establece que la coca es un estupefaciente con alcaloides que pueden transformarse en cocaína y por eso mantiene vetada su exportación, pero Naciones Unidas aceptó que se respete la tradición de masticar la planta en Bolivia.

En su informe anual, la JIFE solicitó a Bolivia "previsiones e información estadística" sobre las actividades y la cantidad de hojas de coca que se lleguen a usar para los fines respecto de los cuales se formuló la reserva sobre la Convención de 1961, señaló el representante de la UNODC en Bolivia, Thierry Rostan.

Recordó que esta reserva "se limita expresamente a las actividades realizadas" dentro del territorio boliviano.

"Por consiguiente, ni otorga ni amplía el derecho de índole alguna a llevar a cabo cualquier tipo de actividad comercial internacional relacionada con la hoja de coca que no está reconocida expresamente en el marco jurídico establecido por la Convención de 1961", agregó Rostan.