El incidente se registró en un municipio de La Paz. El adolescente de 13 años estaba a cargo del cuidado de seis niños menores que él

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11 de julio de 2018, 22:12 PM
11 de julio de 2018, 22:12 PM

El hecho se registró en el municipio de Mapiri de La Paz, cuando un adolescente de 13 años al ver que su sobrino de tres, que estaba a su cuidado, se ensució la ropa al hacer sus necesidades fisiológicas; se molestó y lo castigó cruelmente; primero, según las primeras indagaciones, lo ató en la cama, le hizo comer las heces fecales y luego lo quemó en distintas partes del cuerpo.

"Se tuvo conocimiento de un posible hecho de lesiones ocasionados a un niño de tres años donde, aparentemente, se le hubiese pretendido quemar al mismo, quien padecía heridas de quemaduras tanto en sus brazos como en sus piernas y en el resto de su cuerpo", informó el fiscal Luis Fernando Atanasio.

Según el reporte del fiscal, siete niños habitaban en una vivienda en Mapiri, bajo el cuidado de su abuela; uno de ellos, la víctima de tres años, tenía a su madre con problemas psicológicos, por eso ella no podía hacerse cargo de él.

El pasado viernes la abuela tuvo que salir de viaje a otro municipio y dejó al cuidado de los seis menores al niño de 13 años.

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Aquel día, el pequeño de tres años defecó en su ropa, al ver eso su tío de 13 años se molestó y lo castigó cruelmente: primero, hizo que el pequeño se coma sus heces fecales, pero al ver que se resistía procedió a atarlo en la cama, luego le habría quemado varias partes del cuerpo.

Una niña de seis años, que también habitaba ahí, corrió a auxiliar al menor de tres años y luego fue a buscar a un familiar (adulto) para que ayude a la víctima. Cuando el familiar llegó, encontró al niño de tres años atado a la cama y en lamentable estado, y procedió a auxiliarlo.  
El fiscal Atanasio dijo que este hecho se conoció el lunes pero siendo el presunto autor un adolescente de 13 años, no se lo puede imputar, por el ello se derivó el caso a la Defensoría de la Niñez y a un Juez del menor.

Atanasio indicó que estos casos no son normales por ello coadyuvan con la Defensoría para resolver este hecho. Explicó que en estas situaciones la Defensoría debe buscar la reparación de daños de la víctima, ejecutar medidas de protección para los otros cinco niños y buscar algún tratamiento de rehabilitación para el acusado.