Una de las personas rescatadas con vida en la zona del deslizamiento no resistió las graves heridas en su cuerpo y murió ayer en el hospital Agramont. Ya suman 15 víctimas fatales y 39 heridos. El presidente Evo Morales inspeccionó el lugar

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5 de febrero de 2019, 4:00 AM
5 de febrero de 2019, 4:00 AM

Reynaldo Calle Yapita, el hombre que fue rescatado con vida de la zona del deslizamiento en la ruta a Caranavi (La Paz), no resistió la gravedad de sus heridas y falleció este lunes en el hospital Agramont, de la ciudad de El Alto. Con este deceso, el Ministerio de Gobierno informó de que los fallecidos son 15 por causa del deslizamiento y que los heridos son 39; no obstante, hay cuatro personas desaparecidas, por lo que no se descarta que la cifra de víctimas sea mayor.

Caranavi es uno de los 11 municipios del país donde se ha declarado alerta roja por causa de las intensas precipitaciones y por el desborde de ríos (ver infografía).

La Paz y Beni son los departamentos que están en alerta roja desde el fin de semana y precisamente en la zona subtropical de La Paz, en Caranavi, se produjo el derrumbe más trágico en lo que va del año.

El drama en Caranavi

“Los bomberos quieren que este lugar se convierta en cementerio, no lo permitiremos”, exclama un familiar mientras introduce la pala en el piso con desesperación en una zona que las autoridades le han advertido que no es estable aún. “No voy a descansar hasta que aparezca mi hijo”, dice otra mujer un poco más allá, con la mirada perdida.

Es difícil describir el dolor que se siente en los alrededores del puente Armas, a unas dos horas de Caranavi. En este lugar, el fin de semana, dos derrumbes acabaron con varias vidas (algunos hablan de 17 muertos).

El presidente Evo Morales llegó por la mañana a la zona de la tragedia, y advirtió que eran cuatro desaparecidos, “aunque algunos hablan de siete”, describió.

Durante su visita, el mandatario criticó a los viajeros que pese a las advertencias de las autoridades cruzaron el derrumbe cuando aún había peligro.

Sean cuatro o siete los desaparecidos, el drama que se vive en el lugar es desgarrador. Quienes permanecen allá son los familiares. Ellos guardan esperanzas, pero al descender al río, el olor a carne en descomposición pone de frente la evidencia de que los derrumbes no dejaron vida alguna a su paso.
“No voy a descansar hasta encontrar a mi hijo”, exclama Julia Vilca, a quien ya no le quedan lágrimas, pero sigue en pie pese a las largas horas.

“Ese es mi autito, el que está colgado, mi familiar está ahí dentro, aunque cadáver quiero llevármelo y enterrarlo. Cuánta gente está ahí abajo, él estaba descansando con su familia y de pronto les cayó la mazamorra. A su esposa por suerte la encontraron, ella está en el hospital”, relata.
Los familiares, en su desesperación, improvisaron un grupo de rescate, para ellos puede más el corazón. Con palas, picotas intentan mover las toneladas de tierra. A pesar que el terreno es inestable, los familiares remueven todo incluso arriesgándose, pero no importa, lo hacen ante la mirada de los bomberos.

“Los grupos de rescate no quieren apoyarnos, no sé por qué. Yo quiero rescatar el cuerpo de mi hijo”, dice un hombre, que busca a Julio, abogado, y que sacó su vehículo para llevar gente a Caranavi. 
A su lado llora Nelly Tola quien tiene a su sobrina, de 10 años, desaparecida.

Freddy Quispe, transportista, contó a EL DEBER que llegaron en caravana hasta puente Armas. El grupo de desaparecidos se alejó y los que estaban atrás observaron la tragedia. “Fue horrible. Vimos cómo gritaban mientras la mazamorra caía y los sepultaba”, señaló.

El presidente Morales explicó que la solución tardará, por tratarse de un problema geológico. Diagnosticó que hasta en tres días se podía levantar el deslizamiento, pero que el lodo seguiría bajando, y eso tomará a los técnicos al menos dos semanas estabilizar el terreno si es que no llueve. Por ello, ordenó que hoy se habilite un viaje de una aeronave militar entre La Paz y Covendo para agilizar el traslado de pasajeros.
Alrededor del derrumbe hay varios camiones y cisternas, todavía no se contabilizó la pérdida del cargamento.

“No tenemos datos concretos de la pérdida del cargamento, tampoco sabemos cuántas personas están enterradas. Mañana volveremos a retomar la búsqueda”, manifestó a EL DEBER, el coronel Garvizu, encargado del operativo de búsqueda.
A 100 metros hay perros especializados en búsqueda, junto con miembros del cuerpo de bomberos. “Tenemos equipos especializados para seguir la búsqueda”, acotó el mayor Yimal Herrera, bombero.

TRES MUNICIPIOS DEL BENI ESTÁN EN EMERGENCIA
 

De los 19 municipios del Beni, tres se han declarado en emergencia por el desborde de ríos y las fuertes lluvias. Estos son Rurrenabaque, San Borja y Loreto.

El gobernador del Beni, Álex Ferrier, informó de que lo más complicado ahora se vive en San Borja, por el desborde del río Maniqui, que afectó a comunidades indígenas y campesinas de esa región.

En San Borja, hay 3.400 familias damnificadas, pues el agua ingresó a las casas. 400 personas han sido evacuadas a un coliseo.

El alcalde del municipio de Rurrenabaque (Beni), Anacleto Dávalos, informó de que más de 50 familias resultaron afectadas producto de la crecida de los ríos. En las zonas bajas el agua alcanzó los 60 centímetros.

Ferrier informó de que el presidente Evo Morales instruyó que se apoye al Beni con dos helicópteros, para la atención de emergencias. Por ello, hoy se prevé evacuar en dichas aeronaves a niños y ancianos, pero se conoce que en algunas comunidades no hay ningún lugar para que aterricen las naves.

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