La primera ministra británica, Theresa May, afirmó que es "muy probable" que Moscú estuviera detrás del envenenamiento del exespía ruso Sergei Skripal y de su hija, ocurrido a inicios de mes en la ciudad de Salisbury.

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12 de marzo de 2018, 14:43 PM
12 de marzo de 2018, 14:43 PM
Theresa May
AFP
Theresa May considera "muy probable" que Rusia esté detrás del envenenamiento.

El misterioso envenenamiento del exespía ruso Sergei Skripal y de su hija Yulia tomó este lunes una dimensión de conjura internacional.

La primera ministra británica, Theresa May, afirmó en el Parlamento que considera "muy probable" que Moscú estuviera detrás del incidente, ocurrido a inicios de mes en la ciudad de Salisbury.

Tras una reunión con el Consejo de Seguridad Nacional, May aseguró que el agente nervioso utilizado para el envenenamiento es "similar" a uno "de tipo militar desarrollado por Rusia", denominado Novichok.

La primera ministra indicó que su oficina convocó al embajador de Rusia en Londres para que explicara si era "una acción directa del Estado ruso" o el resultado de "perder el control" de su reserva de agentes neurotóxicos.

La primera ministra dijo que su país consideraría la respuesta rusa antes de decidir qué acción tomar.

"Si no hay una respuesta creíble, concluiremos que esta acción equivale a un uso ilegal de la fuerza por parte del Estado ruso contra Reino Unido", sostuvo.

"Provocación"

El gobierno de Vladimir Putin negó con anterioridad su implicación en el caso y ofreció ayuda para las investigaciones.

Tras las declaraciones de May, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia se apresuró a descartar la acusación y la calificó de "provocación" y de "cuento de hadas".

La portavoz de la cancillería rusa, Maria Zakharova, calificó la presentación de May como "un espectáculo de circo en el parlamento británico".

"La conclusión es obvia: es otra campaña de información y política basada en la provocación", dijo.

Anteriormente, la BBC le preguntó al presidente ruso Vladimir Putin sobre el caso.

"Lleguen al fondo de las cosas allí, luego discutiremos esto", fue su respuesta.

Skripal, de 66 años, y su hija, de 33, fueron hospitalizados en estado crítico tras haber sido expuestos a un agente nervioso el pasado 4 de marzo.

El exagente encubierto había sido condenado en Rusia en 2006 por espiar para Reino Unido y recibió en 2010 refugio en este país tras un "intercambio de espías" entre Estados Unidos y Moscú.

Otras acusaciones

Sergei Skripal y su hija Yulia
BBC
Sergei Skripal y su hija Yulia se encuentran en estado crítico

May indicó que el ministro de Asuntos Exteriores de Reino Unido, Boris Johnson, solicitó al jefe diplomático ruso que Moscú debía "divulgar de forma inmediata y completa" el programa Novichok ante la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas.

Añadió que la decisión de señalar una potencial implicación de Moscú se basó en "el récord de Rusia de llevar a cabo asesinatos patrocinados por el Estado y nuestra evaluación de que Rusia ve a algunos desertores como blancos legítimos de asesinatos".

Con anterioridad, Johnson aseguró que si se demostraba alguna implicación de Moscú en lo sucedido, Reino Unido se replantearía la participación británica en el Mundial de Fútbol de 2018.

"Creo que tendremos que tener una conversación seria sobre el compromiso con Rusia. Por mi parte, [...] será muy difícil imaginar que la representación de Reino Unido en ese evento pueda continuar normalmente. Tendríamos que considerar eso", dijo durante una intervención en el parlamento.

Muertes de otros familiares

Familiares de Skripal aseguraron al servicio ruso de la BBC que el exespía creía que los servicios especiales rusos podrían ir tras él en cualquier momento, luego de una serie de "misteriosas" muertes de algunos de sus parientes más cercanos.

Las autoridades no han identificado qué sustancia enfermó al exespía ruso.
BBC
Las autoridades británicas creen que la sustancia empleada es un agente nervioso utilizado por Moscú.

Y es que tanto la esposa del exagente, su hermano mayor y su hijo murieron en los últimos dos años, algunos en circunstancias no aclaradas, según la familia.

La hija, por su parte, residía en Moscú y había visitado regularmente a su padre en Reino Unido desde 2016, de acuerdo con las autoridades.

Las autoridades británicas anunciaron la semana pasada que investigarían también estas muertes.

El incidente de Skripal y su hija recordó el caso del expía ruso Alexander Litvinenko, quien también sufrió una situación similar en 2006.

En ese momento, pasaron semanas para establecer que había sido deliberadamente envenenado y transcurrió casi una década antes de que una investigación apuntara al Estado ruso como responsable

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