Desde finales de 2018, la isla, que a lo largo de la historia de la Revolución ha sufrido sucesivas crisis económicas, enfrenta una carencia generalizada de alimentos y productos de aseo como jabón y pasta de dientes que en los últimos meses ha ido a peor.

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29 de mayo de 2019, 13:09 PM
29 de mayo de 2019, 13:09 PM
Cuba
@lennierlopez
Las filas para entrar a la tienda Carlos III, en La Habana.

Maydelis Blanco Rodríguez, una cubana de 32 años, dice que cada mañana cuando se despierta solo piensa una cosa: "¿Qué le doy de comer hoy a mi hijo?".

"Es una situación muy desesperante, uno se ve muy impotente porque ya ni con dinero encuentras las cosas", cuenta vía telefónica desde La Habana a BBC Mundo.

Desde finales de 2018, la isla, que a lo largo de la historia de la Revolución ha sufrido sucesivas crisis económicas, enfrenta una carencia generalizada de alimentos y productos de aseo (como jabón y pasta de dientes) que en los últimos meses ha ido a peor.

Las autoridades lo atribuyen al embargo y las medidas de Estados Unidos contra la isla, en especial a las nuevas presiones del presidente Donald Trump.

"Esta situación tiene entre sus causas el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos y el aumento de las persecuciones financieras", aseguró el presidente Miguel Díaz-Canel durante una sesión de la Comisión Agroalimentaria del Consejo de Ministros de Cuba en abril pasado.

"Además de la rotura de equipos y otros problemas internos, el desabastecimiento en los mercados de algunos productos se debe a esas medidas unilaterales impulsadas por el gobierno estadounidense, que ha provocado también la contracción de créditos de financiamiento", sostuvo.

Como medida, el gobierno anunció este mes un plan de racionamiento "temporal" para "lograr mayor equidad en la distribución de algunos productos" y "evitar el acaparamiento".

Desde entonces, comprar salchichas, pollo, arroz, chícharos (arvejas), frijoles, huevos o aceite se ha vuelto un desafío cotidiano para muchos y, también, en un motivo de riñas y peleas a puñetazos.

"Yo de verdad ya tengo hasta pesadillas con las colas. Hay perras colas para todo. En las colas se te va la vida", afirma Blanco Rodríguez.

Entre tanto, fotografías de neveras vacías, inmensas filas custodiadas por policías (algunos con armas de alto calibre) e incluso los enfrentamientos entre cubanos para comprar productos como pollo, han comenzado a circular en las redes sociales de Cuba, a las que cada vez más personas tiene acceso.

Pero si las imágenes del desabastecimiento en la capital han sido las más visibles, en algunas provincias del interior de la isla la situación parece ser peor, según contaron varios cubanos a BBC Mundo.

"El otro día yo estaba haciendo una cola porque sacaron cabeza, patas y lenguas de puerco y dos hombres se fueron a las manos. Tuvo que venir la policía. Es increíble que a 60 años de Revolución, la gente casi se mate por comprar una lengua de puerco", cuenta desde Pinar del Río Teresa García, de 86 años.

¿A qué se debe esta situación?

"El impacto del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EE.UU. a Cuba por más de 60 años siempre ha sido uno de los mayores obstáculos para el desarrollo económico y social de Cuba", dijo este martes la viceministra de Comercio Exterior, Ileana Núñez en una rueda de prensa en el marco de la feria Expocaribe, celebrada en La Habana.

"Sin duda, hay un recrudecimiento palpable", agregó Núñez en respuesta al corresponsal de la BBC en Cuba, Will Grant.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Cuba, Orlando Hernández, recordó en el mismo evento que el gobierno de la isla calcula en US$4.000 millones el daño que le hace el embargo a la economía del país.

"Pero muchas de las afectaciones reales que Cuba sufre, no se ven en números. ¿Cuánta gente hubiera venido a invertir, a comerciar? ¿Cuántos turistas hubieran venido y no vienen por el carácter intimidatorio de las medidas de EE.UU.?".

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Cortesía de El Estornudo
Una tienda en Centro Habana.

A mediados de mes, la ministra de Comercio Interior de la isla, Betsy Díaz Velázquez, reconoció en un programa oficialista de televisión que, además de las sanciones de EE.UU., el racionamiento respondía a problemas financieros del gobierno (que es el único que puede importar alimentos).

"A partir de limitaciones financieras internas, el bloqueo y las medidas de Estados Unidos contra nuestra economía, empezamos a tener situaciones con proveedores e instituciones financieras que no quisieron negociar con nosotros", indicó.

La isla, que tiene una población de más de 11 millones de habitantes, importa entre el 60 y el 70% de los alimentos que consume, según datos oficiales.

Ricardo Torres, investigador del Centro de Estudios de la Economía Cubana, explica a BBC Mundo que un factor decisivo en ese sentido fue la creciente pérdida de la capacidad de importación.

"Cuba viene experimentado desde hace tres años una situación en la que han disminuido los ingresos por exportaciones. Eso, en general, afecta la disponibilidad de divisas del país y, por tanto, implica mayores restricciones a la hora de hacer importaciones", afirma.

En 2014, cuando el gobierno cubano reportó por última vez su deuda, el monto ascendía a US$18.900 millones, aunque algunos economistas creen que se ha reestructurado gran parte en los últimos años.

Sin embargo, los impagos, al parecer, han conllevado también a que algunos proveedores hayan cerrado sus puertas.

"En la medida que Cuba no puede pagar a sus proveedores, en un momento determinado, los proveedores dejan de enviar los artículos porque ya no pueden acumular más deuda", señala Torres.

Otro elemento, en su criterio, está en las relaciones con Brasil, donde Cuba tenía un amplio programa de colaboración médica y que La Habana canceló tras la llegada al poder de Jair Bosonaro.

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Cuballama/Facebook
Muchos cubanos se toman el desabastecimiento con humor.

"En el caso de Brasil, que era un importante suministrador de alimentos, por algunos problemas en los pagos de Cuba, tampoco se ha seguido extendiendo ese crédito y lo que se pueda comprar tiene que ser ahora en efectivo", señala.

Algunos economistas también señalan que la crisis en Venezuela, el principal socio comercial y aliado político de la isla desde los tiempos de Hugo Chávez, también ha sido motivo de la desolación en las tiendas de La Habana.

¿Qué impacto tienen las sanciones de Estados Unidos?

Tras un corto acercamiento que llevó a la reapertura de embajadas en los dos países, Cuba y Estados Unidos vieron un retroceso en sus relaciones con la llegada al poder de Donald Trump.

La Casa Blanca, que mantiene un embargo a la isla desde la década de 1960, anunció en los últimos meses nuevas sanciones que incluyen restricciones de viajes a ciudadanos estadounidenses y la activación del Título III de la Ley Helms Burton (que permite a cubanos que perdieron sus propiedades tras la revolución demandar al gobierno).

La Habana considera estas sanciones y al embargo como el motivo fundamental del actual desabastecimiento.

"Las sanciones y las medidas de Trump no tienen una influencia directa sobre esta escasez. Pero sí es cierto que hace más reacios a los bancos extranjeros a querer trabajar con Cuba y buscar otros bancos encarece el proceso del comercio en general y las importaciones", opina Torres.

"Pero el desabastecimiento empezó incluso antes de que Trump anunciara esas medidas", agrega.

Por una disposición especial de Congreso de EE.UU. Cuba puede comprar alimentos en ese país, una disposición que Trump no ha cambiado.

Según datos de la organización independiente de agricultores American Farm Bureau Federation, de los US$2.000 millones que la isla gasta en en productos agrícolas al año, unos US$150 millones se destinan a compras en el país del norte.

¿Es posible un nuevo "Periodo Especial"?

Los cubanos consultados por BBC Mundo aseguran que la mayor preocupación entre la población es que el desabastecimiento se vuelva crónico y la isla regrese al llamado "Periodo Especial en tiempos de paz", que según el refranero local, significa pasar hambre como en tiempos de guerra.

Cuba entró en crisis en la década de 1990 cuando la caída de la Unión Soviética la dejó sola en el escenario internacional y perdió todas las ayudas que recibía de ese bloque.

A partir de entonces, los alimentos, el transporte, la ropa o la electricidad se volvieron lujos, hasta que La Habana encontró en Caracas un nuevo aliado.

cuba
Twitter
Un meme publicado en redes sociales muestra el temor de los cubanos por un nuevo "Periodo Especial".

El gobierno cubano niega que la isla se encuentre al borde de un nuevo "periodo especial" y asegura que el desabastecimiento será temporal.

"No se trata de volver a la fase aguda del Período Especial (...). Pero tenemos que estar preparados para la peor variante. Necesitamos estar alertas y conscientes de que enfrentamos problemas adicionales y que la situación podría empeorar en un futuro, unos meses", anunció en abril pasado el expresidente Raúl Castro.

Muchos economistas coinciden en que el actual desabastecimiento no tiene una solución a corto plazo.

Entre tantos, muchos cubanos se preguntan qué producto faltará mañana o hasta dónde llegarán las colas.

"Ves a la gente que ya hace guardia frente a las tiendas para cuando abran. Ayer en Carlos III la cola le daba la vuelta a la manzana. Las cosas más básicas otra vez son un lujo. Nada más piensa que una se pone contenta cuando puede comprar un paquete de pollo", comenta Blanco Rodríguez.


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