El papa expulsa a dos obispos por abuso de menores en Chile
El papa Francisco continúa con las expulsiones clericales de los obispos y exobispos chilenos acusados acusados de haber abusado de menores.
Los exobispos Francisco José Cox y Marco Antonio Órdenes Fernández se sumaron a la lista de clérigos chilenos expulsados del sacerdocio por el papa Francisco debido al escándalo de abusos a menores en la Iglesia.
El Vaticano hizo el anuncio este sábado en un comunicado emitido después de que el Papa se reuniera con el presidente de Chile, Sebastián Piñera, aunque la decisión ya se había tomado el jueves y no admite recurso.
Tanto Cox, de 85 años, como Órdenes, de 54, están acusados de abusos sexuales.
Cox era arzobispo emérito de La Serena y residía en Alemania desde 2002, cuando se trasladó a vivir con una congregación de los Padres de Schoenstatt, después de que se dieran a conocer las primeras denuncias en su contra.
Allí debía dedicarse a vivir una vida de "silencio, oración y penitencia", pero también ha sido acusado de abusar de un menor en ese país.
Órdenes Fernández ejerció como obispo en Iquique entre 2006 y 2012, cuando renunció tras los reportes de que había abusado de menores. Desde entonces, vive en Perú.
Las autoridades chilenas investigan en la actualidad por presuntos delitos sexuales y el encubrimiento de estos a más de 100 clérigos.
El pasado mes de mayo, los 34 miembros del episcopado del país sudamericano pusieron sus cargos a disposición del pontífice que, desde entonces, ya ha aceptado la renuncia de varios.
"Línea férrea"
Estas son las tercera y cuarta expulsiones de clérigos chilenos en las últimas semanas, después de las de Fernando Karadima y Cristián Precht, como parte de "la línea férrea del papa Francisco ante los abusos", como la definió el portavoz del Vaticano, Greg Burke.
El viernes, el Vaticano anunció que el pontífice había aceptado la renuncia del arzobispo de Washington D.C., el cardenal Donald Wuerl, que la había presentado el año pasado después de ser acusado de encubrir casos de abusos sexuales.
Wuerl mantendrá su título de cardenal y continuará en el cargo hasta que se nombre a su sucesor.
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