Una marea humana invadió las avenidas Enghelab ("Revolución" en persa), Azadi ("Libertad") y sus alrededores, con banderas rojas (el color de la sangre de los "mártires") o iraníes, pero también libanesas e iraquíes

6 de enero de 2020, 6:39 AM
6 de enero de 2020, 6:39 AM

Una inmensa multitud llenó las calles de Teherán el lunes para rendir homenaje al general Qasem Soleimani, el comandante más admirado de Irán, muerto en un ataque estadounidense en Irak.

Enarbolando imágenes de su héroe, la muchedumbre se congregó en la Universidad de Teherán donde el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, rezó por el fallecido general, constataron periodistas de la AFP.

Soleimani, arquitecto de la política expansionista iraní en Oriente Medio como jefe de la fuerza Al Quds de los Guardianes de la Revolución, fue asesinado el viernes en un ataque con dron de Estados Unidos cerca del aeropuerto de Bagdad.

Su muerte provocó un recrudecimiento de las tensiones entre Teherán y Washington.

En una gélida y soleada mañana, una marea humana invadió las avenidas Enghelab ("Revolución" en persa), Azadi ("Libertad") y sus alrededores, con banderas rojas (el color de la sangre de los "mártires") o iraníes, pero también libanesas e iraquíes.

Visiblemente emocionado, el ayatolá Jamenei pronunció una breve oración en árabe ante los féretros del general Soleimani, del iraquí Abu Mehdi Al Muhandis (número dos de la coalición paramilitar proiraní Hashd Al Shaabi) y de otros cuatro iraníes muertos en el mismo ataque.

El líder supremo y los otros dirigentes presentes, como el presidente Hasan Rohani, el presidente del Parlamento Ali Larijani, el general de Hosein Salami jefe de los Guardianes de la Revolución, abandonaron rápidamente el lugar, antes de que los féretros de los "mártires" se abrieran camino entre la multitud.

Como sucedió el domingo en la ciudad de Mashhad (noreste), varios Guardianes de la Revolución que iban en el camión que encabezaba el cortejo lanzaban a las masas kufiyyas, camisas y otras prendas que habían frotado con los ataúdes, para que brindaran la protección de los "mártires" a quien las lleve.

"Varios millones" 

La televisión estatal habló de "varios millones" de personas en la calle, y anunció una "resurrección sin precedentes de la capital iraní".

El frenesí causado con la llegada de los restos del general Soleimani a Mashhad la víspera obligaron a las autoridades a anular una concentración prevista en la capital por la noche. 

Desde el asesinato del carismático militar, el mundo teme una escalada de tensión en Oriente Medio.

Teherán prometió una respuesta "militar", una "dura venganza" que golpeará "el lugar correcto en el momento correcto".

Aunque la comunidad internacional ha hecho numerosos llamados a la "desescalada", la "prudencia" o la "moderación", el presidente de Estados Unidos parece hacer oídos sordos.

El domingo por la noche, el mandatario reiteró que si Irán "hace algo, habrá grandes represalias".

Trump amenazó además con imponer sanciones "muy fuertes" contra Irak, después de que el Parlamento iraquí votara una resolución pidiendo la retirada de las tropas estadounidenses en su territorio. Irán en cambio se congratuló de la decisión de los diputados.    

El domingo por la noche, como la víspera, varios cohetes cayeron cerca de la embajada estadounidense en la ultraprotegida Zona Verde de Bagdad, sin causar víctimas, según testigos. 

En este convulso contexto, Irán anunció el domingo su "quinta y última fase" de su plan de reducción de compromisos en materia nuclear, y afirmó que se desliga de cualquier límite "al número de sus centrifugadoras" de uranio.

Este plan es una respuesta a la retirada unilateral de Estados Unidos en mayo de 2018 del acuerdo internacional sobre el programa nuclear, firmado en 2015, y al restablecimiento de las sanciones económicas contra Teherán. 

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