Balanza. Hasta octubre, la exportación se redujo un 6% en valor y un 24% en volumen con relación a similar periodo de 2018

El Deber logo
17 de diciembre de 2019, 3:00 AM
17 de diciembre de 2019, 3:00 AM

Las exportaciones tradicionales, que representan un 79% del total que exporta el país, registraron un descenso de un 24% en volumen y de un 6% en valor, de acuerdo con un balance comparativo entre enero y octubre de este año y similar periodo de 2018, realizado por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

De estos productos, el gas natural y otros hidrocarburos tienen un descenso de un 25% en volumen y de un 18% en valor; mientras que los minerales registraron una baja de un 16% en volumen, aunque con un incremento del 4% en su valor.

Esta tendencia a la desaceleración de las exportaciones se ha vuelto una constante desde 2014, cuando se llegó al récord histórico de $us 12.899 millones; mientras que en 2015 se registraron $us 8.737 millones; en 2016, $us 7.126 millones; en 2017, $us 8.194 millones y en 2018, $us 8.969 millones.

Para expertos, la dependencia en las exportaciones tradicionales explican la fluctuación en los porcentajes de venta e ingresos económicos.

Gary Rodríguez, gerente general del IBCE, afirma que este decrecimiento ha significado la pérdida de al menos $us 5.000 millones en las Reservas Internacionales Netas (RIN), que al 11 de octubre de este año se redujeron a $us 6.941millones, la cifra más baja en 11 años.

“Hay un problema estructural en nuestra macroeconomía. El país es dependiente de las exportaciones de recursos naturales sin valor agregado, lo que lo hace vulnerable a los precios internacionales. Tenemos que trabajar para diversificar la oferta y los mercados”, advirtió Rodríguez.

Entre septiembre de 2017 y septiembre de 2018, el 48% de las ventas de gas natural se destinaron a Argentina, mientras que el 52% se envió a Brasil, lo que refleja una fuerte dependencia comercial. En cifras, la venta significó $us 2.334 millones.

Productos no tradicionales

La suerte de los productos no tradicionales no fue mejor, y aunque se incrementaron un 17% en volumen, tuvieron un descenso en valor de un 2%, entre enero y octubre de este año y en comparación a similar periodo de 2018.

Algunos de los productos afectados son la soya y sus derivados, con una caída del 9% en valor, y la castaña, con un descenso del 12% en volumen y un 33% en valor. Ambos productos representan un 11% del total de los productos exportables del país.

Los precios de los commodities agrícolas, como el caso de la soya, vienen siendo presionados por la guerra comercial entre Estados Unidos y China (el mayor productor y el mayor consumidor de soya en el mundo, respectivamente).

Para Edilberto Osinaga, gerente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), el sector se encuentra estancado desde 2014 y requiere un marco normativo que le brinde seguridad jurídica y le permita asegurar mercados.

Frente a la baja en los precios internacionales, considera que estos se pueden combatir con tecnificación, para lo que reitera que requieren ‘reglas claras’.

Osinaga destacó que los productores sostienen reuniones con representantes del Gobierno de transición de Jeanine Áñez, con miras a liberar las exportaciones de algunos productos.

A fines de mayo, se autorizó la libre exportación del 60% de la producción de soya, con control estatal, mientras que se determinó que el remanente sea destinado para el consumo interno.

“Si los acuerdos y normas que surjan de las reuniones son favorables, estamos seguros de que el Gobierno que venga las mantendrá. De lo que se trata es de que crezca la economía y se generen más empleos”, indicó Osinaga.

Dependencia económica

El economista Alejandro Banegas advierte que la caída de las exportaciones bolivianas se explica por una caída en la demanda externa; que a su vez, se debe a que los países compradores del gas natural, que representan un 31% del total exportado, están recurriendo a sustitutos cercanos de gas natural, por una caída en la producción nacional de hidrocarburos y por la desaceleración de la economía internacional que impacta en los precios de las materias primas.

Banegas considera que el caso que más afecta a Bolivia es el de Brasil, principal comprador del gas natural, y en donde se está utilizando energía termoeléctrica.

También menciona la ralentización de las economías externas, tanto de las avanzadas como de las emergentes que ejercen un impacto negativo en el descenso de los precios del petróleo, gas natural y productos agrícolas, los cuales principalmente son la oferta exportable boliviana.

“Los conflictos sociales, paros y bloqueos ejercieron un rol poco significativo en los últimos 10 días de octubre (para efectos comparativos); sin embargo, el mayor impacto se verá reflejado en las estadísticas oficiales de noviembre del presente año”, apunta.

Con estos datos, la economía boliviana continúa mostrando vulnerabilidad debido a la dependencia en la venta de materias primas, y la concentración de compradores de hidrocarburos (Argentina y Brasil, principalmente) en pocas manos.

Tags