Opinión

Cara a Cara

8 de diciembre de 2019, 7:49 AM
8 de diciembre de 2019, 7:49 AM

En estos últimos días, un grupo numeroso de usuarios protestó enérgicamente contra el incremento en las tarifas de electricidad. Lo hizo recurriendo a las ‘pititas’ con las que se enredó hasta caer pesadamente el anterior Gobierno. Pero aquella demanda que fue prontamente atendida incluyó, innecesariamente, el bloqueo prolongado de una transitada avenida de la ciudad generando un caos terrible en la circulación vehicular y los consiguientes perjuicios a la vecindad. Contraviene el espíritu de las ‘pititas’ que animó durante 21 días unas históricas y pacíficas movilizaciones ciudadanas y que se inspiró, entre otros valores, en el respeto, la solidaridad y las consideraciones que el prójimo se merece.

Lo mejor que les puede ocurrir a los seis clubes cruceños de fútbol es que la temporada 2019 de la División Profesional concluya cuanto antes porque es de pesadilla. Unas muy desaliñadas campañas les han arrebatado, una vez más, el protagonismo y, de paso, la ilusión a sus hinchas. Tras las últimas fechas del torneo Clausura, el panorama muestra a unos a distancia de los primeros lugares y a otros con su permanencia en la categoría pendiendo de un hilo. Hace tiempo muy largo que el fútbol profesional cruceño ha perdido fuerza, jerarquía y competitividad, aunque sigue aportando la mayor cantidad de figuras a equipos del interior y a las selecciones nacionales. ¿Qué está pasando? Con sentido autocrítico, su dirigencia tiene que encontrar dónde está la raíz de los males y arrancarla.



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