Opinión

Desafíos sectoriales: el sector agrícola

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5 de diciembre de 2019, 3:00 AM
5 de diciembre de 2019, 3:00 AM

Texto: Hugo Rodríguez - 

Estamos en un nuevo ciclo y con él emergen una serie de desafíos para el aparato productivo. A continuación, describo brevemente los retos para algunos de los sectores.

El sector agrícola está estancado. Su crecimiento los últimos años no fue superior al registrado durante los años noventa o primera década del presente siglo. Una de las posibles explicaciones tiene que ver con falta de incorporación de biotecnología en los principales cultivos (soya y maíz, por ejemplo). Otra se refiere a la excesiva regulación en cuanto a cupos de exportación, cupos de asignación a sectores relacionados y precios tope.

En el primer caso, la nueva administración gubernamental deberá seguir con el camino ya recorrido los últimos meses y dar continuidad con la incorporación de dos nuevos eventos para la soya. 

La industria oleaginosa opera actualmente al 60% de su capacidad; holgura que deberá ser cubierta con nuevo grano y la torta y aceite exportados para generar las respectivas divisas que apoyen el equilibrio externo. Por su parte, el cultivo del maíz no puede quedar al margen de los avances tecnológicos para incrementar su producción y satisfacer la demanda interna.

Con relación a la sobrerregulación del sector sabemos que pronto se eliminarán las trabas a la exportación (e importación, para algún caso puntual) de productos importantes. Sin duda que el país -una vez cubierta la demanda interna- debe aumentar su oferta exportable. 

No solo en derivados de la soya, sino también en otros productos que pueden ser denominados estrella: el azúcar, el alcohol (en sus diversas variedades, incluyendo ahora el anhidro), el limón y derivados, el cemento, entre otros.

Eliminar las barreras a la exportación es solo una cara de la moneda. La otra cara tiene que ver con la agilidad de los trámites de exportación. Nuestro país no puede pagar días enteros de remolcadores esperando su carga. No podemos darnos el lujo, por la burocracia de las instituciones públicas involucradas en el comercio exterior, de generar externalidades que se traducen en costos adicionales a nuestros productos. 

Necesitamos ser más competitivos y productivos. La inversión privada en tecnología orientada a mejorar la productividad y la logística no tiene sentido si la normativa impone tiempos largos.

Finalmente, el sector tiene un enorme potencial para contribuir con la matriz energética vehicular. 

Un primer paso se dio con el etanol. Esta iniciativa debe profundizarse porque involucra inversión, genera empleo y ahorro en divisas. Una segunda iniciativa que puede contribuir de manera importante en este sentido es la producción de biodiésel a partir del aceite de palma. Un ejercicio preliminar realizado en Cainco da cuenta de un enorme potencial para el cultivo en el norte de La Paz, la frontera La Paz – Beni y Cochabamba.

Son varios los desafíos para el sector. Lo importante es avanzar en cada uno de ellos.

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