Para los investigadores, el caso está cerrado y señalan al detenido, Alejandro Torrico, como la única persona que puede indicar dónde están los restos de la víctima. Esperan una condena de 30 años

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29 de noviembre de 2019, 3:00 AM
29 de noviembre de 2019, 3:00 AM

A poco de cumplirse cinco meses de la desaparición de Nancy Villarroel Hidalgo, la mujer de 55 años que entró a su casa durante los primeros días de julio y no volvió a ser vista por nadie, la Policía confirmó que los rastros de sangre encontrados en el vehículo de su expareja y en el vestidor de la habitación principal de su casa, pertenecen a ella. 

El encargado del Instituto de Investigaciones Técnico Científicas de la Universidad Policial (Iitcup), Cristian Sánchez, reveló, ayer por la mañana, que los estudios periciales dan cuenta de que las muestras biológicas tomadas son de Nancy, con lo que afirma que ella está fallecida. 

“Los análisis de biología y genética forense que se enviaron para ser peritados dieron la confirmación que la sangre encontrada es de la víctima”, apuntó el investigador y precisó que en principio los policías buscaban encontrar con vida a Nancy Villarroel, pero con la confirmación de que la sangre es de ella, “ahora nos toca afirmar que la mujer está fallecida”.

Sánchez, que por momentos evitó que las lágrimas le ganen y las derrame durante la conferencia de prensa, dio por cerrado el caso y dijo que ahora le corresponde al Ministerio Público cambiar, basado en las pericias, testimonios y documentos, el tipo penal por el cual es sindicado el exesposo de Nancy, Alejandro Torrico, quien está detenido preventivamente en el penal de Palmasola acusado por desaparición forzada de persona. 

La hermana de la mujer desaparecida, Roxana Villarroel Hidalgo, no pudo esconder su dolor al escuchar las confirmaciones que realizó el jefe del Iitcup en la conferencia de prensa. Sin embargo, al conversar con los medios de comunicación, aseguró que la vida debe seguir, que ahora esperan que la justicia condene a 30 años de cárcel a la expareja de su hermana y que él tenga el valor de indicar dónde está el cuerpo de Nancy. 

Silencio de maldad

“Es un acto de profunda maldad no revelar el lugar donde dejó los restos del cadáver de la señora Nancy Villarroel”, apuntó el jefe del Iitcup y reafirmó que las evidencias contundentes que hay en contra de Torrico deben hacer que sea condenado, en el menor tiempo posible, por feminicidio.

Durante los meses anteriores, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) trabajó de manera intensa en múltiples posibilidades para dar con el paradero de la víctima. Con el pasar de los días y ante las evidencias que se obtenían, empezaron a buscar el lugar donde presumían podía haber sido enterrada, lo que los llevó a realizar al menos media docena de desentierros.

Los datos falsos que Torrico daba y las hipótesis que tejían con base en la triangulación de las llamadas del celular de Nancy y del detenido, los llevaron a moverse por las zonas sur y norte del departamento. Incluso los datos que les facilitó un ‘brujo’ fueron tomados en cuenta, pero no se halló nada.

“No encontrar el cuerpo de Nancy es responsabilidad del señor Torrico”, apuntó el jefe del Iitcup, Cristian Sánchez.