Opinión

Bolivia quiere conocer a todos los autores del fraude

16 de noviembre de 2019, 3:00 AM
16 de noviembre de 2019, 3:00 AM

Las pruebas del fraude electoral en Bolivia las encontró la misión de expertos de la Organización de Estados Americanos en una auditoría post comicios. También dieron luces varios ciudadanos bolivianos que con valentía y eficiencia demostraron la inconsistencia de los resultados y la manipulación post sufragio.

Ya se sabe que esa manipulación favoreció al candidato del MAS, Evo Morales. Ya están detenidos los vocales nacionales, que no garantizaron la transparencia del proceso. Pero el asunto no se acaba. Si hubo operadores, estos fueron enviados por alguien. La investigación no debe detenerse hasta dar con todos los responsables de semejante escándalo.

La OEA emitió un informe preliminar que menciona varias intervenciones en el sistema electoral. Por ejemplo, el hallazgo de una computadora ajena y no registrada desde donde se introdujo información a la base de datos, especialmente el domingo en la noche. Este servidor fue detectado por la empresa que realizó la auditoría y este informe fue corroborado por los peritos del organismo internacional.

En el documento también se muestra que en la recta final del cómputo aumentaron los votos por el MAS y se redujeron los de Comunidad Ciudadana, en una proyección poco probable, según palabras de los especialistas. Quizás lo más grotesco que se halló fueron muchas papeletas rellenadas por una misma persona que, coincidentemente era el delegado del MAS en el recinto electoral. También detectaron que hubo actas que fueron presentadas con firmas falsificadas de los jurados electorales. En Argentina hubo más votos que electores.

Eso es solo el informe preliminar. Más de 30 técnicos especialistas realizaron la auditoría que, primero fue solicitada y acordada por el Gobierno del MAS y que después fue desconocida por Evo Morales para llegar a decir que la OEA coadyuvó con un supuesto golpe de Estado a su Gobierno.

Los técnicos de la OEA señalaron en su informe preliminar que, con más tiempo, era probable hallar más irregularidades y se espera que en el documento final se pueda conocer la magnitud de este fraude que ha sido el detonante de un levantamiento popular que acabó con la renuncia del presidente candidato.

Es fundamental esclarecer este delito, desenmascarando a todos los que fueron parte. Los miembros del Tribunal Supremo Electoral fueron los ejecutores, pero hay quienes dieron las instrucciones a los miembros del MAS que rellenaron actas y falsificaron firmas de jurados de mesa; probablemente sean militantes del mismo partido y hasta quizás autoridades del Poder Ejecutivo. El país necesita saber identidades y también necesita que ese tipo de acciones sean sancionadas con todo el rigor de la ley, de manera que nunca más ocurra un hecho así en el país.

Además, el esclarecimiento de este hecho que tiene autores materiales e intelectuales, ayudará a que el mundo sepa qué es lo que realmente ha pasado en Bolivia y por qué millones de habitantes pidieron que Evo Morales no permanezca en el poder.

EL DEBER considera que los acuerdos entre el oficialismo, presidido por Jeanine Áñez, y la oposición del MAS son vitales para pacificar el país y encaminarlo a las elecciones. Sin embargo, ninguna negociación debe pasar por omitir la sanción a tantos delitos cometidos, desde el fraude electoral, pasando por el atentado a plantas distribuidoras y productoras de gas, hasta el hallazgo de extranjeros armados o involucrados en la revuelta popular. Todas esas acciones tienen responsables y hay que encontrarlos. No puede haber impunidad.



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