El socialista Pedro Sánchez es favorito para imponerse, pero nada garantiza que puede hacer acuerdo para formar Gobierno

10 de noviembre de 2019, 3:00 AM
10 de noviembre de 2019, 3:00 AM

Los españoles aguantaban la respiración ayer, en vísperas de unas elecciones legislativas que serán las cuartas en cuatro años y que se celebran bajo el signo de un bloqueo político ya crónico y la emergencia de la extrema derecha.

Ayer fue una jornada de reflexión y los partidos tenían prohibido hacer campaña electoral.

A menos de 24 horas de que abran los colegios electorales, el líder socialista Pedro Sánchez espera, tal como vaticinan los sondeos, una victoria sin mayoría absoluta, como ya lo hiciera el 28 de abril.

Pablo Casado, del conservador Partido Popular (PP), espera liderar la recuperación de su formación, después de cosechar en abril el peor resultado de su historia con 66 diputados, de los 350 que cuenta la cámara baja.

Al igual que durante la campaña, las miradas estarán este sábado en Barcelona, donde el independentismo convocó protestas a modo de “desobediencia”. El propio Sánchez presidió en Madrid una reunión del llamado comité de seguimiento de la situación en Cataluña.

La plataforma Tsunami Democrático ha convocado “actuaciones musicales, parlamentos e intervenciones diversas” en la céntrica Plaza de la Universidad, en Barcelona.

 Más protestas

Más tarde, y muy cerca de allí, hay convocadas protestas de los comités de defensa de la república (CDR), agrupaciones independentistas organizadas a nivel de barrios, pueblos y ciudades.

Será el recordatorio de un conflicto político reavivado por la condena en octubre de nueve líderes separatistas a pesadas penas de cárcel, por su implicación en el intento de secesión de 2017, seguida por disturbios en Barcelona.

Una situación que dio alas a la extrema derecha de Vox, una formación que conoció un ascenso fulgurante en los últimos 12 meses y que según los sondeos podría pasar de los 24 escaños actuales a unos 50.

“Yo siempre he sido del PP, pero tal como está la situación, creo que hace falta mano dura” en Cataluña, dijo a AFP la noche del viernes Ana Escobedo, quien acudió al mitin de cierre de Vox con sus dos hijos. Allí, la formación de extrema derecha propone suspender la autonomía, ilegalizar a los separatistas y detener al presidente regional, Quim Torra.



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