Salvo La Paz y Pando, todas las guarniciones policiales se sublevaron. Camacho tuiteó los pedidos de la institución para amotinarse. Zabaleta descartó una acción de las FFAA y Pary denunció golpe de Estado ante la comunidad internacional

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9 de noviembre de 2019, 3:00 AM
9 de noviembre de 2019, 3:00 AM

Cuando la crisis política y callejera parecía diferirse hasta el lunes, la UTOP de Cochabamba se amotinó y después, como un dominó, las guarniciones de siete departamentos se sublevaron, poniendo contra la pared al Gobierno, que hasta anoche decidió no recurrir al estado de sitio ni a sacar a los militares a las calles. 

La Iglesia llama al diálogo, mientras que la población se volcó a las calles en todas las capitales para saludar la decisión policial.

Hasta el cierre de esta edición, solo las comandancias de La Paz y Cobija se mantenían en sus puestos. 

En la sede de Gobierno, los efectivos cuidan el cerco a la plaza Murillo, ‘reforzados’ por algunos militantes oficialistas que con banderas blancas vigilan que los opositores no intenten un ‘asalto’ a Palacio. 

En paralelo, el canciller Diego Pary activa la vía internacional, denunciando por golpe de Estado a Luis Fernando Camacho y a Carlos Mesa.

 El levantamiento

Al parecer, la molestia con el comandante departamental de Cochabamba, Raúl Grandy, fue la chispa que inició la explosión en cadena de motines policiales en diferentes regiones del país.

Los videos filtrados de Grandy dando apoyo a los movimientos sociales afines al Gobierno terminaron por condenar al uniformado, que fue cambiado ayer al final de la tarde, casi al mismo tiempo que un grupo de efectivos de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) subía a la terraza del edificio cochabambino para anunciar su motín. Nada pudo frenar lo que vino luego.

La población, que está movilizada hace 18 días, se movió casi de manera inmediata a cada uno de los edificios de los comandos policiales y hacia algunas otras unidades operativas. El único pedido de los movilizados era que asuman la misma actitud de sus camaradas cochabambinos, que a medida que se cerraba el día sumaba más unidades amotinadas.

Poco después de Cochabamba, el comando de la Policía en Chuquisaca se sumó al motín a escala nacional. Los movilizados, eufóricos, cantaron el Himno Nacional con los agentes y los uniformados, pese a los discursos de sus comandantes, hicieron saber sobre su decisión del motín y salieron a marchar con la población alrededor de la Plaza 25 de Mayo.

De ahí en más, todo comenzó a cocinarse de a poco. Movilizaciones en los comandos de Potosí, Oruro, Tarija, Beni, Santa Cruz y Pando fueron constantes. La gente entonaba cánticos como “Policía amigo, el pueblo está contigo”, “Policía escucha únete a tu pueblo”, mientras esperaban que los rumores de motín en todo el país empiecen a concretarse.

Luego de Cochabamba y Chuquisaca, Beni asumió la determinación de amotinarse y los cientos de personas que estaban coreando este pedido en las puertas del comando, se organizaron para resguardar las unidades policiales y evitar que cualquier situación ajena pueda provocar algún disturbio.
Reportes de periodistas de Potosí, Tarija y Oruro, dieron cuenta que en estos departamentos los agentes también habían iniciado el motín policial, aunque el comandante general de la Policía, Yuri Calderón, declaró desde La Paz que no había movilización policial y descartó un motín nacional, como lo aseguraron desde horas de la tarde agentes de bajo rango a escala nacional. 

Dijo que nada estaba sucediendo y señaló, que, con el cambio de comandante en Cochabamba -en reemplazo de Grandy fue designado Jaime Zurita- la situación había sido controlada.

No había terminado de hablar cuando en Santa Cruz de la Sierra lo estaban contradiciendo, pegando en la fachada del comando un cartel que rezaba “Motín Policial”.

Frente al edificio cercano al Cristo, una gran cantidad de personas se había aglomerado a la espera de esta noticia.

Luego de eso, un oficial salió a indicar que la guarnición cruceña había decidido sumarse al motín de las otras dos regiones y desde la terraza de este edificio se flamearon banderas cruceñas y tricolores, mientras la gente no se movía del lugar a la espera de más información.

En otras unidades policiales, como en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), los agentes pusieron una bandera boliviana en su frontis y cantaron, junto a las personas que llegaron hasta el lugar, el Himno Nacional. 

El subdirector de esta unidad, Óscar Gutiérrez, indicó que ellos estaban con su pueblo, que lo que la gente había presenciado no era un motín y reiteró que ellos estarían atentos para defender a quién lo necesite.

Una posición similar asumió el comandante de la UTOP cruceña. Julio Baldivieso agradeció el apoyo de la gente que estaba en vigilia frente a su unidad, que está en la zona del mercado La Ramada, y señaló que ellos tampoco estaban en motín, pero aclaró que cumplirían lo que la Constitución Política del Estado dispone.

En Oruro y Tarija, el motín fue aún más allá. Mientras un alto jefe tarijeño cantó “¿quién se rinde?, nadie se rinde”, en la capital folclórica del país los policías tomaron la gobernación como símbolo de ‘liberación del pueblo’.

Reacción gubernamental

Cerca de las 20:00, el Ejecutivo citó a una reunión a los ministros de Gobierno y Defensa, además de Williams Kaliman, comandante de las FFAA, y Yuri Calderón, comandante policial. 

Al final de la misma, el ministro Javier Zabaleta fue el vocero ante los medios.

“El presidente Evo Morales y nuestro Gobierno han dado una orden estricta a las Fuerzas Armadas que bajo ninguna circunstancia existirá acuartelamiento ni operación en calles de ninguna ciudad; por lo tanto, la situación de las FFAA en los nueve departamentos es de normalidad y de sus actividades cotidianas. No hay ninguna movilización militar en ningún lugar del país”, aseguró.

Vía Twitter, Luis Fernando Camacho se declaró emocionado por el amotinamiento y recordó que en el ‘cabildo de la unidad’ se aprobó beneficios para la Policía en un hipotético nuevo Gobierno. Recordó los puntos en una lista titulada “Petición de la Policía para amotinarse”.

Esto fue respondido por el Gobierno con una denuncia internacional por un supuesto golpe de Estado, del cual Pary acusa a Camacho y Mesa.

Mientras esto sucedía, en el Colegio Militar de Irpavi, en La Paz, un grupo de vecinos rodeó el ingreso ante el rumor de que allí se encontraba el presidente Morales.

Obispos de la iglesia piden a los políticos “instalar con urgencia un diálogo de todas las partes”

La Secretaría General de la Conferencia Episcopal Boliviana manifestó ayer su tristeza, dolor e indignación por los “violentos enfrentamientos que vive el país”. 

Expresó su dolor con las víctimas mortales y sus familias y deseó pronta recuperación a los heridos de los bandos en conflicto.

En un comunicado difundido a través de sus redes, lamentaron que el conflicto político haya crecido a tal punto de desembocar en hechos que enlutan al país.

 “La violencia nunca lleva a soluciones verdaderas y duraderas y, por el contrario, es fuente de tristeza y muerte”, dijeron.

Luego condenaron la violencia callejera “venga de donde venga” y convocaron a un diálogo “sincero y honesto”, como el único camino responsable y efectivo para solucionar los problemas.

“Llamamos a las instancias de Gobierno, que tienen la responsabilidad principal de conducir al pueblo por caminos de paz, a instalar con urgencia un diálogo de todas las partes; a los partidos de oposición les recordamos que el camino mejor es siempre el de la concertación; a los comités cívicos, les invitamos a crear condiciones favorables para el diálogo y a toda la población a cuidar el don de la vida, que es un don de Dios y a manifestar sus ideas en paz y sin agresiones”, reza el comunicado de los obispos.



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