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3 de noviembre de 2019, 3:00 AM
3 de noviembre de 2019, 3:00 AM

Entre enero y agosto de 2019, el valor de las exportaciones bolivianas sumó $us 5.765 millones, cifra menor un 6% comparado con el mismo periodo del año anterior, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de Bolivia, procesados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE). 

De igual forma, el volumen exportado (más de 13,2 millones de toneladas) registró una disminución del 21%.

Durante los primeros ocho meses del año, las ventas externas de productos no tradicionales experimentaron una caída del 3% en valor, mientras el volumen creció un 20%. Por su parte, las exportaciones de hidrocarburos y minerales descendieron un 6% en valor y un 27% en volumen.

Entre enero y agosto de la presente gestión, los principales mercados para las exportaciones bolivianas fueron Argentina, Brasil e India. En tanto, que lideran en provisión China, Brasil y Argentina.

El mayor superávit comercial bilateral se registró con Emiratos Árabes Unidos, por un valor de $us 475 millones; mientras que el principal déficit comercial bilateral fue con China de $us 1.190 millones.

El cambio externo relevante con un nuevo escenario de desaceleración global, según José Antonio Alberti, expresidente del Colegio de Economistas de Bolivia, exige una respuesta rápida de la autoridad monetaria (Banco Central de Bolivia).

Para Alberti, la conducción macroeconómica del Banco Central de Bolivia debería propiciar políticas económicas e iniciativas que contengan y reviertan los shocks externos que actualmente ya golpean a la producción y el empleo nacional.

No obstante, dice el economista, la capacidad de la política monetaria está condicionada a la política fiscal que, desde el Ministerio de Economía se delinea. 

“Anclar el tipo de cambio nominal al dólar es uno de los grandes y costosos errores de política económica del actual Gobienro que, más temprano que tarde pasará factura”, sostuvo Alberti.

Por su parte, Gary Rodríguez, gerente general de IBCE, dijo que el tema pendiente en el país durante décadas ha sido el de la mejora de la productividad y la competitividad.

“Para mejorar esos dos aspectos existe un ‘arsenal’ de medidas que tienen relación con la política fiscal, cambiaria, comercial, financiera y de incentivos sectoriales. Todas ellas deben apuntar a disminuir los costos de inversión, producción y exportación”, dijo el experto.

En caso de no aplicarse medidas con urgencia, según Rodríguez, las consecuencias serán la pérdida de mercados externos y la disminución del interno, causando una situación lamentable para los trabajadores, ya que se deteriorarán las fuentes de empleo en el país.

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