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Bolivia se mantiene entre los países con más bajo ingreso per cápita de la región

Analistas y expertos económicos reconocen que la economía creció, por el boom internacional, pero advierten que no es suficiente para alcanzar a otros países

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19 de octubre de 2019, 19:18 PM
19 de octubre de 2019, 19:18 PM

Aunque el crecimiento acumulado del Producto Interno Bruto (PIB) real, ha estado en un 4,9% como promedio de los últimos 13 años, esta evolución no ha alcanzado para hacer emerger a la economía de Bolivia, de entre los últimos lugares de la lista de los países de la región.

El PIB per cápita (dato que ilustra el valor de la producción por cada habitante), muestra que el país, se mantiene entre los últimos cinco lugares, movido únicamente, por la caída estrepitosa de la economía de Venezuela, de acuerdo a los datos estadísticos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), entre otros.

“Haciendo un análisis comparativo con los países de la región, podemos evidenciar que hubo mejoras en cuanto al crecimiento económico. Pero el PIB per cápita se encuentra por debajo de la mayoría de los países de América Latina y el Caribe. En América del Sur, es el último país. El Gobierno analiza la tasa de crecimiento de la economía nacional que obviamente, ha tenido un crecimiento favorable. Pero a pesar de las tasas positivas, todavía continuamos siendo uno de los países que tiene menor PIB per cápita”, expresó el analista económico de la Fundación Jubileo, René Martínez.

Se intentó tener un análisis del Ministerio de Economía sobre estos datos. Sin embargo, indicaron que estaban con mucho trabajo para responder.

Se le consultó al presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, quien explicó que la culpa de la tan baja consideración económica per cápita de Bolivia, se debe principalmente, al mal manejo económico que hizo en su tiempo, el modelo neoliberal.

“Antes del 2005 el PIB per cápita oscilaba entre los $us 500 por cada boliviano. Nuestra economía no crecía. Pero a partir del 2006 ha ido mejorando y ahora estamos por los $us 3.500. De acuerdo a la proyección, si sigue el crecimiento del PIB y la diversificación de nuestra economía, se estima que hacia el año 2025, vamos a llegar por lo menos a unos cinco mil dólares por cada boliviano. La proyección es que superemos la economía de otros países como Chile”, señaló el parlamentario.

Cambio estructural

En cambio, René Martínez, asegura que se necesita un cambio estructural en la economía.

“Lo que nos muestra la historia económica y la evolución de los países que han superado los umbrales de pobreza y desarrollo es que han tenido tasas de crecimiento sostenidas en el tiempo y no solo en época de vacas gordas. Además, está la diversificación de la economía”, expresó.

 No hay sostenibilidad

En relación al sostén del crecimiento, el experto en energías y exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos analizó que en los últimos cuatro años, Bolivia ha crecido básicamente con reservas internacionales que se habían acumulado por las ingentes exportaciones de gas natural, lo que derivó en el mejor crecimiento de América Latina.

Pero dijo que esto no es sostenible, ya que se han gastado $us 7.500 millones de las RIN y la deuda externa se ha elevado a los $us 10.000 millones. También hay un déficit comercial de una diferencia de más de $us 750 millones entre las importaciones y las exportaciones y un déficit fiscal que el Gobierno ha previsto que este año cerrará en 7,8%, muy elevados.

“El país podría seguir en ese mismo ritmo hasta 2021, pero las reservas internacionales se van a agotar. No hemos encontrado una alternativa a nuestro gas natural, lo que sin duda, va a ralentizar el crecimiento económico de Bolivia”, lamentó.

Pérdida de competitividad

El analista Alejandro Arana observó que en términos absolutos, las diferencias de ingresos son tan altas, que nuestro PIB per cápita de alrededor de $us 3.600, sigue siendo muy inferior al de países vecinos como Paraguay que tiene un PIB per cápita de alrededor de $us 6.000.

“Si se afirma que hay un mejoramiento de los índices internos de la economía boliviana, claramente el análisis se enfoca en la estabilidad macroeconómica, pero no así en la microeconomía y la pérdida de competitividad que la industria nacional experimenta en los últimos años, producto de la fijación de precios, cuotas y prohibiciones a las exportaciones, incrementos de costos laborales, poca seguridad jurídica, etc.”, mencionó.

Añadió que la “tan apreciada estabilidad macroeconómica”, corre un grave peligro luego de seis años de déficits fiscales y cinco años de déficits comerciales, acompañados de un endeudamiento externo creciente y una preocupante tasa de reducción de las RIN.

“En definitiva, nuestro nivel de ingresos es todavía de los más bajos de todo el continente, tan pequeño que necesitaríamos crecer a tasas muy altas, del 7% promedio en los próximos 20 años, para alcanzar a países como Perú, suponiendo que ellos crezcan a un 3% promedio durante el mismo periodo”, declaró.

Gasto corriente

En tanto que el analista económico, Julio Alvarado, opinó que Bolivia, si bien ha tenido crecimiento gracias al auge de las materias primas, esa situación no se ha traducido en un desarrollo ni en un verdadero crecimiento económico a tasas más elevadas, porque la mayor parte de esa bonanza económica se destinó al gasto corriente y no así a una inversión que establezca una base de crecimiento sostenible.

“Es por eso que nuestro PIB per cápita es bajo, si consideramos además, que las estadísticas que publica el Gobierno sean reales, que reflejen un contexto objetivo, porque hay muchas dudas al respecto. Cuidado que nos pase como Argentina y Ecuador, que cuando hubo un cambio de Gobierno, las estadísticas habían sido infladas y no reflejaban esa realidad nacional”, alertó.

Alvarado consideró que sí se necesita hacer un cambio al modelo económico para que este dato del PIB per cápita suba más. “La bonanza que se ha tenido ha demostrado que este modelo se ha agotado y no es el mejor para eliminar la pobreza como lo han logrado otros países que estaban en peores condiciones que Bolivia”, consideró.

Caen las exportaciones

Por su parte, el economista Alberto Bonadona, explica que el ingreso (PIB) per cápita aumenta el valor de la producción y al inflarlo, muestra una imagen abultada de lo que efectivamente ocurre con el crecimiento del producto del país.

“Pero incluso, siendo un dato distorsionado con la inflación, aun así, Bolivia ocupa un lugar muy bajo y Bolivia está muy junto a Venezuela con el estado de crisis que soporta”, manifestó.

Lo que es alarmante para Bonadona, es que las exportaciones han caído “y van a seguir cayendo porque no ha existido una política clara, fuerte, vigorosa para reemplazar esta baja de las exportaciones del petróleo o la minería, con nuevos productos de exportación. Eso es lo que debe preocupar a este o a cualquier Gobierno que venga después de las elecciones”, señaló.

Mucho más parecido

Para el secretario general de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), Jorge Hernando Pedraza, quien visitó el país, hace semanas atrás, el crecimiento económico boliviano de los últimos años, ha servido para ‘empatar’ su economía con los demás países que forman parte de este organismo.

“Los esfuerzos del Gobierno de Bolivia para mejorar el ingreso de los bolivianos, ha permitido que hoy, tengamos más homologación con Ecuador, Colombia y con Perú. Es decir, que el mejoramiento, los índices internos de la economía de Bolivia, ha permitido que se empaten más, que sean mucho más parecidos y eso estimula mucho más el crecimiento”, expresó.

Desarrollo humano

El presidente de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas (ABCE), Enrique García, alertó que Bolivia no va a tener un mejor crecimiento de calidad si no hace políticas de largo plazo.

“No podemos validar el corto plazo como la forma de hacer desarrollo y progreso. Tenemos que tener políticas de largo plazo que puedan hacer prevalecer la inversión en instituciones y en capital humano. Lamentablemente, en el país ha ocurrido que hemos cambiado constituciones y otras reglas muy a menudo, de tal manera que no hemos podido hacer prevalecer un sistema institucional permanente que pueda fomentar un desarrollo sostenido y sostenible”, determinó García.

Jubileo: Gobierno modificó su plan para apostar por el consumo interno

El Gobierno modificó su modelo económico que empezó en su primera gestión, con el interés de cambiar la matriz productiva, presentado dentro de su Plan Nacional de Desarrollo de 2006, para posteriormente, desde el año 2010, apostar por la demanda interna, como “el motor del crecimiento económico”.

A esta conclusión llega un estudio “De la propuesta productiva, al gasto con endeudamiento”, publicado recientemente, por la Fundación Jubileo.

Sobre el cambio de matriz productiva, el análisis explica que era un planteamiento enfocado a impulsar y diversificar la producción nacional, a partir de la reinversión de los excedentes económicos generados por los sectores estratégicos, como hidrocarburos. Pero dice que “no fue efectivizado mediante políticas, estrategias y programas concretos”.

En la práctica, el planteamiento del Plan Nacional de Desarrollo de 2006 fue abandonado y desplazado por otras políticas, como el programa Bolivia Cambia-Evo Cumple, y los mayores recursos que el sector público recibió en los años de bonanza se tradujeron en una expansión del gasto público a todo nivel.

En tanto que, para la apuesta a la demanda interna como motor del crecimiento, Jubileo expresa que este modelo, a diferencia del planteamiento inicial de “cambio de matriz productiva”, no es una propuesta productiva. Se habría abandonado la propuesta de promover la producción (la oferta), a cambio de fomentar la demanda o el consumo.

 Defensa del modelo

Por su parte, el ministro de Economía, Luis Arce, explicó en una visita a México, que el modelo económico boliviano tiene por objetivo generar excedentes económicos a partir del Estado para redistribuirlos en la población, eso genera demanda, consumo interno e inversión.

“Como resultado de la aplicación del modelo boliviano, el país logró un crecimiento económico con un promedio del 5% en los últimos 13 años debido al fortalecimiento de la inversión pública y el mercado interno que dinamizan la economía nacional. Vamos a estar por cinco años consecutivos con el mayor crecimiento económico a nivel de la región y contando el 2019 serán seis años que Bolivia liderará el crecimiento en Sudamérica”, afirmó Arce.

PUNTO DE VISTA: El Ejecutivo nos quiere confundir con mensajes

Rolando Morales, economista 

Hace “muchas décadas” que Bolivia ocupa uno de los puestos más bajos en América Latina en relación al Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, pese al crecimiento promedio del 4,9% anual de las últimas gestiones.

Si bien, el crecimiento de Bolivia es aceptable en el sentido de ubicarse entre los países con la mejor economía en los últimos años, eso no nos permite salir de nuestra posición porque la diferencia de partida es grande y los otros países también crecen (aunque sea a una velocidad menor).

Por ejemplo, entre dos maratonistas, hay una diferencia de 1.000 kilómetros y el rezagado corre a 8 km/hora mientras que el que va primero lo hace a 6 km/hora. Al rezagado le tomará mucho tiempo para alcanzar al primero, ¿no es cierto?

Pero por oto lado, el Gobierno nos quiere confundir con mensajes destinados a hacer creer que con lo avanzado, nos estamos acercando a los otros países de la región. Esto no es verdad, aunque hay que reconocer que han habido progresos en ciertas áreas.

El Gobierno también propala la noticia de un enorme bajón en la pobreza. La disminución de la tasa de pobreza es el resultado de un diseño muestral mañoso (el Instituto Nacional de Estadística, INE encuesta a un número muy superior de familias ricas, en comparación a familias pobres).

¿Qué hay que hacer para crecer más rápido y disminuir la pobreza? Muchas cosas son necesarias. Entre las más importantes están las siguientes:

Primero, hay que aumentar la productividad (producción agrícola por hectárea; producción por trabajador; producción por capital invertido; etc.).

En segundo lugar, hay que revisar el tipo de cambio que está congelado desde hace ocho años; las tasas de interés, los impuestos. En tercer lugar, habrá que ajustar la política de comercio exterior, que desde hace tiempo atrás, tenemos déficit comercial. Esto, entre otros temas.









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