La falta de una regulación clara y específica frena la confianza en su utilización cotidiana. El escenario de las criptomonedas también demanda regulación

25 de marzo de 2024, 18:16 PM
25 de marzo de 2024, 18:16 PM

Tras el boom inicial de la Inteligencia Artificial, surgió un segundo periodo de cuestionamientos respecto a su alcance. Algo similar ocurrió un tiempo atrás con las criptomonedas. En ambos casos se generó un intenso debate en la comunidad legal. Desde las diversas miradas se enfatiza en los riesgos, desafíos y oportunidades vinculados a su uso.

Desde la perspectiva del abogado Fabio Joffre Calasich, experto en recuperación de deudas y defensa del deudor, es crucial analizar estos aspectos para comprender mejor cómo la convergencia de estas tecnologías está transformando el panorama jurídico.

Joffre sugiere encarar una regulación clara, que promocione sus ventajas, sobre todo en el área de investigación tecnológica. A su vez, es necesario neutralizar los riesgos del uso ilegal que también conlleva. 

“Lamentablemente, en Bolivia no solo existe mucho mito alrededor de la inteligencia artificial, sino que también la regulación es inexistente. En general con estas innovaciones tecnológicas, lamentablemente nuestras autoridades prefieren hacer de cuenta que no existen” advierte.

Sobre los riesgos que genera el mal uso de la inteligencia artificial en el cumplimiento de la legalidad, el abogado cree que, como todavía es una nueva tecnología, no se tiene un mapeo completo sobre sus riesgos legales e incluso, penales. 

El principal problema legal, en la actualidad, se relaciona con los plagios y la reproducción desautorizada de contenidos protegidos por propiedad intelectual y fraude informático.

Desafíos futuros

Joffre cree que es importante contar con una regulación que explote y promocione las ventajas de esta tecnología sobre todo en el ámbito de la innovación y la investigación tecnológica. 

“Pese a que inteligencia artificial y criptomonedas son tecnologías diferentes, un denominador común que tienen es que un uso adecuado de ellas puede maximizar la eficiencia de cualquier actividad humana potenciando increíbles resultados a un menor costo de tiempo y recursos”, justifica.

Por otro lado, la era de la inteligencia artificial anuncia un nuevo campo de batalla entre delincuentes, policía y jueces. Por ello, no es extraño que, en un futuro cercano según Joffre, los delincuentes utilicen con más  fuerza los deepfakes (archivos de vídeo, imagen o voz manipulados mediante un software de inteligencia artificial) para influir en el público e inculpar a inocentes. 

Mientras que los bots automatizados (programas de computadoras diseñados para realizar tareas repetitivas o la simulación de usuarios humanos) actúan en terrenos de delincuencia virtual. 

“Por su parte, las fuerzas de seguridad pueden contraatacar con algoritmos predictivos de vigilancia e incidir en una configuración de una justicia predictiva, que con el tiempo también puede ser influida por el uso recurrente de la inteligencia artificial”, explica el profesional.

Criptomonedas

En lo que respecta a la regulación de las criptomonedas, el especialista comenta que, en Bolivia, las autoridades se limitaron a prohibir sin más las transacciones con criptomonedas, lo que equivale a “ponerle puertas al campo” sin implementar una adecuada regulación que permita explotar sus ventajas y minimizar sus riesgos.

“En materia regulatoria, la mera prohibición no ha impedido que la gente comercie con criptomonedas", afirma Joffre. En el ámbito penal, los riesgos se vinculan con fraudes informáticos, secuestro de información privada, lavado de dinero y estafas piramidales.