La feria de Alasita, que significa cómprame en aimara, se celebra del 24 de enero al 25 de febrero en un parque de La Paz, donde artesanos venden pequeñas figuras que representan un deseo

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29 de enero de 2018, 17:20 PM
29 de enero de 2018, 17:20 PM

El Ekeko, una deidad andina milenaria, ya tiene su videojuego para buscar la fortuna, en el que traslada a la era digital una tradición ancestral, la Alasita o los deseos en miniatura, informó hoy la Alcaldía de La Paz. "Fortuna del Ekeko" es el primer videojuego inspirado en la feria de Alasita, que durante estos días acoge la capital administrativa de Bolivia.

El juego "transmite la historia de esta tradición a través de la tecnología" y se puede descargar como una aplicación para celulares, además de estar disponible en el Museo del Ekeko en la propia feria, explicó la Alcaldía paceña en un comunicado. La empresa Relativity, con apoyo de la Secretaría Municipal de Culturas de La Paz, desarrolló este juego que consiste en realizar compras en la feria.

"Mientras más cosas compras, es como si tuvieras más fe en el Ekeko, entonces este dios tiene más abundancia para darte", relató un representante de la empresa, Gerick Toro. El premio es una maleta de oro, plata y bronce, según cada uno de los tres niveles del juego, en los que hay que esquivar alcancías o bolas arrojadizas, competir en canchitas o futbolines, sortear camiones de juguete en una carrera y otros retos.

La maleta de bronce contiene premios como una bolsita de azúcar, mientras que en la de oro hay casas, autos o títulos profesionales. "Fortuna del Ekeko busca transmitir nuestra cultura a través de un medio muy utilizado por niños y adolescentes actualmente, que son los juegos", según sus creadores.

La feria de Alasita, que significa cómprame en aimara, se celebra del 24 de enero al 25 de febrero en un parque de La Paz, donde artesanos venden pequeñas figuras que representan un deseo, como pollitos si se quiere tener hijos o un ladrillo en miniatura si se anhela una casa.

Esta tradición, mezcla de costumbres indígenas y cristianas, está reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y su icono es el Ekeko, dios de la fortuna, fertilidad y la abundancia, que se presenta por una figura regordeta con bigote que fuma un cigarro y lleva colgados multitud de objetos que evocan deseos.