Un revolucionario estudio logró descubrir el mecanismo del cerebro que crea la adicción a la nicotina

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29 de diciembre de 2017, 9:51 AM
29 de diciembre de 2017, 9:51 AM

Un grupo de investigadores de la Universidad de Rockefeller acaba de hacer pública el que podría ser el descubrimiento del año y solucionar el problema del tabaquismo: encontraron las neuronas responsables de la adicción.

La web Gizmodo explica que los investigadores identificaron un pequeño grupo de células cerebrales que responden especialmente a la nicotina, y a las que atribuyen la adicción a la sustancia. Al ajustar estas neuronas en el cerebro de los ratones pudieron frenar la adicción en los animales.

De esta forma, sus resultados no solo han resuelto una pieza importante del rompecabezas de la adicción a la nicotina, sino más importante, también podrían llevar a nuevos tratamientos para el problema.

La nicotina se considera la tercera sustancia más adictiva que conoce el hombre. Debido a que tiene un gran dominio sobre el cerebro humano, es extremadamente difícil dejarla. Por esa razón, el equipo de Rockefeller ha estado investigando la química del cerebro para identificar posibles nuevos objetivos farmacológicos que podrían ayudar a frenar dicha adicción. 

Los investigadores se centraron en dos pequeñas regiones de la parte evolutiva más antigua de los cerebros de vertebrados, y una de las muchas características cerebrales que compartimos con los ratones. Se sabía que estas dos regiones interconectadas, la habénula medial y el núcleo interpeduncular (IPN), están involucradas en la dependencia a las drogas. Además, también contienen los receptores a los que se une la nicotina una vez que ingresa al torrente sanguíneo y se cruza con el cerebro.

El equipo descubrió previamente mecanismos específicos de producción de neurotransmisores en estas áreas que son una parte crucial del desarrollo de una adicción a la nicotina. Sin embargo, esta vez se perfeccionó, encontrando un pequeño grupo de células cerebrales en el IPN que cambian su actividad después de estar expuestas a la nicotina de forma crónica. 

Lo normal es que cuando el cerebro recibe un golpe de nicotina, la habénula envía una señal al IPN que disminuye los efectos placenteros de la droga, lo que limita la ingesta de nicotina. Sin embargo, una de las características de la adicción es la insensibilidad a la droga y la necesidad de fumar más. 

Usando ratones que habían estado bebiendo agua con nicotina durante seis semanas, descubrieron que la exposición crónica a la nicotina realmente cambia un grupo de neuronas que denominaron Amigo 1. Estas células liberan dos neurotransmisores diferentes que rompen la señal de la habénula. 

Para ver si las neuronas Amigo 1 realmente son controladores de la adicción, el equipo jugó con la expresión de uno de los genes que codifican los receptores de nicotina en estas células. 

Luego colocaron ratones enganchados a la nicotina en un ambiente donde los animales podían elegir entre pasar el rato en la cámara donde previamente recibieron el agua con droga, u otra área. ¿El resultado? Los ratones cuyas neuronas Amigo 1 fueron silenciadas no mostraron una preferencia a la nicotina, mientras que sus familiares adictos seguían regresando a la cámara por más. 

Ahora que los investigadores saben dónde buscar, seguirán investigando cómo manipular las neuronas Amigo1 para descubrir nuevas formas de atacar la adicción a la nicotina. La batalla no está ni mucho menos ganada, pero se ha abierto la posibilidad a bloquear la adicción a la nicotina.