La automatización, a través de robots y algoritmos inteligentes, está agilizando tareas repetitivas y manuales en múltiples áreas

23 de abril de 2024, 9:00 AM
23 de abril de 2024, 9:00 AM

El vertiginoso avance tecnológico no es ajeno al mercado laboral boliviano, presentando tanto desafíos como oportunidades para los trabajadores del país. La automatización, la inteligencia artificial, el big data y otras innovaciones están impulsando una transformación sin precedentes en diversos sectores, desde la manufactura hasta los servicios, generando interrogantes sobre el futuro del empleo.

La automatización, a través de robots y algoritmos inteligentes, está agilizando tareas repetitivas y manuales en múltiples áreas. Este fenómeno suscita preocupación ante la posibilidad de desplazar a trabajadores, amenazando con un desempleo generalizado. No obstante, la realidad en Bolivia es más matizada: si bien ciertos empleos pueden ser afectados, la tecnología también abre nuevas oportunidades laborales en campos como la programación, análisis de datos, robótica y ciberseguridad.

En Bolivia, la Constitución Política del Estado de Bolivia reconoce la vigencia de institutos de formación humanística, técnica y tecnológica en los niveles medio y superior, y promueve la formación técnica, tecnológica, productiva, artística y lingüística a través de institutos técnicos (Artículo 90, I y II). Además de la Ley General del Trabajo (Ley Nº 1042) y el Código del Trabajo (Decreto Supremo Nº 28746), existen otras normativas laborales que tratan sobre la capacitación de los trabajadores. Una de ellas es el Decreto Supremo Nº 4926, que establece el beneficio de la Licencia Especial por Capacitación y Formación Profesional para promover la capacitación y formación profesional de los trabajadores sujetos al Régimen Laboral de la Ley General del Trabajo. También se encuentra la Ley de Educación Técnica, Humanística y Artística (Ley Nº 070), que establece la creación de Institutos Técnicos Superiores y Centros de Formación Profesional para brindar capacitación técnica a los trabajadores. Por último, el Decreto Ley (D.L.) Nº 24-05-1939, establece que las empresas con más de 500 trabajadores deben subvencionar los gastos para que un trabajador o el hijo de un trabajador pueda seguir estudios de perfeccionamiento técnico en centros de enseñanza nacionales o extranjeros (Artículo 78). En conjunto, esta legislación busca mejorar las habilidades de los trabajadores bolivianos y su empleabilidad.

Los empleos del futuro demandarán una combinación de habilidades técnicas y blandas. La capacitación en áreas como programación, análisis de datos y gestión de proyectos será fundamental. Al mismo tiempo, habilidades como la creatividad, comunicación, trabajo en equipo y resolución de problemas seguirán siendo esenciales para la empleabilidad en cualquier sector.

Para garantizar una transición equitativa hacia una economía digital, se requieren políticas públicas que respalden a los trabajadores en su adaptación a las nuevas realidades laborales.

Entre estas políticas podríamos considerar las siguientes:

Programas de Formación y Capacitación: Es vital invertir en la formación de trabajadores para que adquieran las competencias necesarias. Esto implica cursos en áreas tecnológicas emergentes y desarrollo de habilidades blandas.

Apoyo a la Creación de Empleo: Se necesitan políticas que fomenten la creación de empleo en sectores como la economía digital, la biotecnología y las energías renovables.

Redes de Seguridad Social: Fortalecer estas redes es crucial para respaldar a trabajadores afectados por la automatización u otros cambios tecnológicos. Esto incluye la necesidad de generar políticas de asistencia para la reconversión laboral.

En este marco, promover el diálogo entre empleadores, trabajadores y el gobierno es esencial para abordar los desafíos y oportunidades del mercado laboral en la era digital y desarrollar estrategias conjuntas para una transición justa.

La tecnología está redefiniendo el mercado laboral boliviano, generando tanto retos como oportunidades para los trabajadores. Aprovechar al máximo estas oportunidades y mitigar los riesgos requiere una combinación de esfuerzos, que incluyen inversión en formación y capacitación, apoyo a la creación de empleo, fortalecimiento de las redes de seguridad social y fomento del diálogo social.