La artista boliviana Maque Pereyra es la creadora del yoggaton, que combina las posturas del yoga con el ritmo del reggaeton

3 de febrero de 2023, 12:03 PM
3 de febrero de 2023, 12:03 PM

La espiritualidad del yoga y la irreverencia del reggaeton parecían polos opuestos hasta que la boliviana Maque Pereyra (35) tomó la esencia de cada disciplina y creó el yoggaton.

Instalada en Berlín (Alemania), desde 2016, la artista sucrense difunde su creación, que promete una experiencia de encuentro y conexión con la sensualidad, el placer y la divinidad del cuerpo sin prejuicios.

Proclamada promotora del “santo perreo” conversó con SOCIALES sobre su doctrina.


Al pensar en Alemania te imaginás una cultura fría y cerrada, pero allá nació el yoggaton, ¿cómo es aquel país?
Dicen que Berlín no es Alemania. Berlín es multicultural y abierta a muchas cosas, aunque, como en cualquier lugar, hay de todo; por ejemplo, su burocracia es muy cerrada, pero su cultura de clubes, súper abierta.
¿Fue difícil encajar y luego abrirse camino allí? El inicio fue como un sueño; estaba feliz y económicamente tranquila porque tenía una beca para la maestría en Artes Performáticas. Sin embargo, salir de la universidad y comenzar a trabajar fue complejo. Creo que el idioma sigue siendo un proceso, el alemán da para aprenderlo en toda la vida. Eso es lo que más vulnerable me hizo sentir, pero luego tuve experiencias positivas.

¿Qué diferencias encontrás entre la sociedad alemana y la boliviana?
Hay un montón, pero me voy a enfocar en el apoyo a la cultura y el arte. En Alemania existe un sistema de apoyo porque se los considera vitales y que, además, generan una industria rentable. En Bolivia, el apoyo oficial es poco y está marcado por agendas de interés político. Hay un montón de temas de más urgencia, pero creo que es tiempo de dar al arte la relevancia que merece.

Desde 2020 te conocen en muchos países por crear el yoggaton, ¿en qué consiste esta disciplina?
El yoggaton es un puente entre yoga y reggaeton. En las clases y talleres calentamos el cuerpo con una combinación de posturas de yoga, respiración consciente y perreo. La idea es conectarnos con la sensualidad,
el placer y la divinidad del cuerpo sin prejuicios, permitiéndonos sentir qué produce esa combinación, antes que pensar si está bien o mal.

¿Dónde y cómo lo difundís?
En clases presenciales y online, talleres, festivales y en mi canal de Youtube. El año pasado estuve dando clases en la Universidad de Danza de Berlín, la HZT, de la que me gradué, por lo que sentí como un momento de círculo completo. 

¿Cómo nace la idea de fusionar unas prácticas que parecen tan opuestas?
Nació de poner atención a las prácticas que habitan mi cuerpo y que supuestamente son tan distintas, pero coexisten en mí: perrear y hacer yoga. Antes que nada soy artista y por eso me permito dar espacio a ideas que parecen imposibles.

¿Qué beneficios descubriste en esta mezcla?
La experiencia constante me hizo sentir más a gusto con mi sensualidad y con mi ser. Me encanta perrear con atención en la respiración, el sudor y mi columna. Es
muy distinto a tomar una clase de danza, por eso digo que yoggaton es una experiencia de encuentro con uno mismo y con el movimiento/perreo propio.

¿Dónde llevaste el yoggaton?
Viajó por ciudades de Bolivia, Alemania, Austria, España, Francia, Polonia y Suecia.

En tu cuenta también te denominás promotora del ‘santo perreo’, ¿qué es esto?
Es como un chiste súper en serio. Lo sagrado y lo mundano para mí están entrelazados y dialogan, por eso el perreo es divino y yo lo promuevo.

¿Cómo son los seguidores del yoggaton?
Hay de todo, quienes llegan por curiosidad y no se van más, los que están comenzando a explorar el movimiento de caderas/culo y quienes practican yoga.

También te he visto mezclando y haciendo música, ¿en qué géneros te movés?
Comencé como DJ hace cinco años y como productora musical hace uno. Diría que hago urbana-experimental, con patrones de reggaeton, dembow, charango, rap, trap o cumbia.

Entonces, ¿los alemanes también aman el reggaeton?
Aquí la escena del reggaeton todavía es pequeña; sobre todo somos gente de Latinoamérica. En Berlín se escucha mucho ‘old school’ y Bad Bunny, claro, pero también las fiestas tienen mucha influencia de DJ como Tayhana o Safety Trance que mezclan reggaeton con sonidos más
de club o industriales.

He visto que has vuelto muchas veces a Bolivia a dictar talleres, ¿con qué te encontrás cuando venís?

Con que la escena de danza y música urbana, que es de lo que más estoy al tanto, está creciendo un montón y la calidad es muy buena. Me parece que estamos creciendo mucho.

En entrevistas que brindaste a medios extranjeros hablaste de tu activismo espiritual, ¿qué tipo de lucha promueve?
Llegué a conocer este concepto gracias a la autora Gloria Anzaldúa que explica que la espiritualidad es algo que toda persona necesita y que muchas espiritualidades ancestrales fueron censuradas por el proceso colonial. Por eso es que es importante retomar/activar contacto con ellas, con la tierra por ejemplo y entendernos como parte de ella.

¿Qué planes trae 2023?
Este año lanzaré música, seguiré dando clases de yoggaton y entrenando pole dance y danza urbana. En febrero estaré en Santa Cruz; el 15 dando una sesión de yoggaton en Templum y el 16 tocando en el bar La Rota Carlota. Aún tengo fechas abiertas.