Sergio Antelo Gutiérrez deja un legado. Su lucha por la autonomía, la preocupación por el deterioro de la democracia y la ecología

El Deber logo
1 de julio de 2018, 8:00 AM
1 de julio de 2018, 8:00 AM

Sergio Antelo Gutiérrez era muchas cosas, pero sobre todo un hombre que pensaba, y lo que pensaba, lo decía, lo declaraba a la prensa, lo eternizaba en los libros que escribía. Y ahora que físicamente ya no está en este mundo, esos pensamientos suyos –según quienes lo conocían– son la prueba de una mente brillante que lanzaba propuestas, críticas y teorías para cambiar la realidad, confrontar el modelo estatista heredado del siglo XIX, impulsar la identidad camba y plantear la autonomía profunda cuando hablar de autonomía era un pecado y una mala palabra en el país.

Sergio Antelo murió a los 77 años de edad. A las 7:30 del lunes 18 de junio sufrió un paro cardiaco que terminó con la vida del ahora extinto arquitecto, graduado en la Universidad Federal de Pernambuco (Brasil), autor del primer Código de Urbanismo y Obras de Santa Cruz y de libros como Los cruceños y su derecho a la libre determinación y 1877 Rebelión en las sombras, y uno de los gestores de la Nación Camba. 

La ausencia física de Sergio se la siente en su casa-bosque, donde vivía y donde logró armar una biblioteca de muchísimos libros. Los libros fueron parte de su vida desde muy joven, dice su esposa, con la que consolidaron un matrimonio de 48 años. Don Sergio ha dejado libros a medio leer y están en varias mesitas de su casa, con el separador de página en el lugar donde los dejó hasta antes de que fuera llevado a un centro médico para intentar salvarle su vida: La segunda guerra mundial, contada para escépticos, La Invención de Irlanda, A nuestros amigos, son tres de varios otros libros a los que el arquitecto estaba hincándole el diente de lector insaciable.

Hasta esta casa llegaron sus amigos a lo largo de los años, para hablar y debatir, para gestar pensamientos y teorías, y escribir memorándums como, por ejemplo, el de la Nación Camba, que sacaron a la luz en febrero de 2001, a través del cual plantearon tres objetivos en torno a la democracia, la autodeterminación, la identidad como base del desarrollo, los recursos naturales, territorio y poder, la integración y un nuevo pacto con el Estado.    

El expresidente del Comité pro Santa Cruz Carlos Dabdoub, que fue también uno de los impulsores de la Nación Camba, lo recuerda como a un humanista que siempre pensó en la inclusión social, en la justa repartición de la riqueza y dueño de un sentimiento político y filosófico inclinado al nacionalismo 'identitario' camba, basado en la identidad de Santa Cruz y en la personalidad del hombre oriental alegre por la vida, innovador, emprendedor y, sobre todo, amante de la libertad. 

Con este escenario, a Sergio Antelo le llegaron algunas críticas señalándolo de separatista. Ante ello, Carlos Dabdoub considera que cuando no tienen argumentos para oponerse con ideas o planteamientos coherentes, hay quienes acuden al insulto y a la diatriba. “Cuando Sergio decía: ‘Vamos a democratizar el poder público’, aparecen los burócratas, los que maman de las ubres de la vaca del Estado, para decirle que era ‘facho’ y separatista. Sergio era un hombre que pensaba y que acompañaba lo que estaba sucediendo en el mundo. Es decir, pisando en la tierra y viendo el universo”. 

 Por un interés de demostrar el mestizaje, Sergio Antelo se sometió al Estudio Genético de Origen y ese test dio como resultado que tiene un porcentaje importante de sangre indígena, y su esposa María Isabel Pérez recordó que con ese resultado él quedó muy contento de saberlo. 
Don Sergio una vez dijo: “El ser camba no es una raza, es una cultura mestiza”. (Lo mestizo es la mezcla de dos entidades diferentes para producir una nueva; por ejemplo, el lenguaje popular camba es mestizo).

Para la historiadora Paula Peña, Sergio Antelo Gutiérrez es el mayor representante del pensamiento político cruceño contemporáneo y considera que su obra analiza la tensión permanente entre Santa Cruz y el Estado boliviano, así como los derechos cruceños por su autodeterminación. 

“Los libros Centralismo y estructuras de poder, Los cruceños y su derecho de libre determinación y Los cambas, una nación sin Estado sintetizan su visión de la historia y su propuesta política. Fundó el M-26, movimiento político cruceño en la década de los 80 del siglo XX, y al iniciar el siglo XXI, el Movimiento Autonomista Nación Camba (MANC), que incluyó en la agenda política boliviana el debate sobre las autonomías departamentales”, sintetizó la historiadora, que también recordó que Antelo fue alcalde de Santa Cruz de la Sierra, aunque él prefería que lo llamaran interventor, para evidenciar que los alcaldes no podían ser electos, que fue fundador de la ciudadela Andrés Ibáñez (Plan 3.000)  y que su obra arquitectónica ha dejado huella en la ciudad. 

Ángel Sandoval, miembro de la Nación Camba, no duda en decir que Sergio Antelo era un hombre que planteaba ideas que confluían en dos elementos comunes: autonomía y autodeterminación. 

“Entre sus mayores aportes  estaba el de recuperar la identidad camba. El objetivo era general, el debate y lo conseguimos”, explica Sandoval, que sostiene que todos los objetivos de la Nación Camba están amparados en la resolución de las Naciones Unidas y el derecho a las diferencias.

“Santa Cruz no le dio el valor que merecía, como tampoco se lo dio a otros intelectuales, como Gabriel René Moreno, cuya élite intelectual de ese entonces le dio duro”, enfatiza Sandoval.

El abogado Adhemar Suárez considera que hasta el momento de su lamentable deceso, este brillante pensador y arquitecto urbanista también se distinguió como un humanista ejemplar. 

Recuerda que en una conferencia académica, Antelo dijo que "el mejor uso de nuestra capacidad de tomar decisiones sería libremente elegir vivir una vida plenamente humana, enraizada en una búsqueda personal de valores, en lugar de un código externo. Propuso una concepción optimista del ser humano. Dijo que la persona es una unidad dinámica consigo misma y los demás, donde intervienen lo bio-sico-social y, en especial, lo espiritual, entendido como práctica de valores”.

“En un debate público, dejó establecido que no todas las ideologías políticas son humanistas. Lo son las que sostienen una concepción antropocéntrica del mundo social y dan al Estado un valor meramente instrumental. Las otras no. Los fascismos, por ejemplo, en la medida en que divinizaron al Estado y lo convirtieron en el fin último de la vida y del sacrificio de los hombres, no fueron humanistas. El humanismo coloca al Estado al servicio del hombre y no al hombre al servicio del Estado. También dijo que el ‘indigenismo’ es una posición reaccionaria de la derecha. Al referirse a su proyecto ideal de la Nación Camba, expresó que es posible construir la patria de nuestros sueños”, enfatizó Suárez. 

Bruna Antelo escribe sobre don Sergio: “Mi padre era un ser humano como todos nosotros, con virtudes y defectos. Pero, sin lugar a dudas, un ser cuyo paso por este mundo deja huella como la que dejaron algunos antes que él y siempre habrá alguien que la deje en el futuro, pero de ellos hay pocos. Y su obra y pensamiento perdurarán por muchos años. Sus centenas de artículos, documentos y libros reflejan su amor sin límites ni ataduras partidarias a Santa Cruz, a los cambas, y su pasión por el medioambiente”.

 En él, la temática autonómica no fue por accidente”, dice Bruna y lo fundamenta de esta manera:  “Creció en Santa Cruz cuando las autoridades eran nombradas a dedo desde La Paz, y era un pueblo carente de todo: agua potable, energía, pavimento, trabajo, salud; las carreteras que nos comunicaban con el resto del país y los países vecinos eran de tierra y llenas de pozos, entre otras carencias. Se crearon las cooperativas para solucionar las necesidades y en sus inicios mi padre participó activamente en ellas. Crecimos muy rápido, y aparecieron nuevos desafíos. Ahora en Santa Cruz o se tiene mucho o se tiene muy poco.

Y está bien tener mucho. Lo que está mal es morirse en un pasillo mugriento de un hospital por no poder pagar la mascarilla de oxígeno o la quimioterapia, o perseguir la riqueza en detrimento de los intereses de la región y de la ecología, temas que él denunció hasta el cansancio. Sus más recientes preocupaciones fueron el deterioro de la democracia y la brutal deforestación del municipio de Porongo con afectación a los acuíferos  y que en pocos años nos quedaremos sin agua para beber”.

Tras la muerte del arquitecto Sergio Antelo, no solo llegaron los pésames, sino también las palabras que lo describían tal como se lo sentía, se lo miraba, se lo entendía. Lorena Kempff dijo: “Un gran hombre que nos deja un hermoso legado, no solo en lo intelectual y profesional, sino también el compromiso con su pueblo y su visión social universal. Ha sido un honor haberlo conocido a través de mi padre y de mí misma”.
Herland Vaca Diez, médico, expresidente del Comité pro Santa Cruz, escribió: "En mi opinión, el arquitecto Antelo puede no ser el único, pero es un verdadero Quijote cruceño. Quijote porque ha sido dueño y exponente de ideas fantásticas. Porque en muchas circunstancias fue un luchador solitario. Se lanzó sin medir el tamaño del enemigo. La esencia misma de un ser humano soñador, un idealista. No escribe y opina para que lo acepten, porque sale de lo habitual. Y a veces su sinceridad puede parecer muy abrupta".

Tras la muerte de don Sergio quedaron vivos sus escritos. Uno de ellos dice: “Nosotros, los cambas universales, sentimos la patria de manera distinta porque ella tiene el tamaño de nuestros sueños y no las fronteras que trazaron sus inventores. Nuestra patria está donde nacieron sus árboles centenarios y sus selvas infinitas, donde descansan las cenizas de nuestros antepasados desde hace más de mil años”.

De su puño y letra

Lo camba
Lo camba vive en la sangre del pueblo y es un espíritu que transita libremente por los techos de los caserones coloniales, por las pampas infinitas, por los ríos y las selvas.

La patria
La patria no son las banderas ni los escudos, LA PATRIA es mi calle, mis plazas, mis cumpas, mis amores, o yo.

La identidad
La identidad es un arma de guerra, y mientras los cruceños no asuman su identidad plena, todas las guerras serán perdidas.

La Nación Camba
"La Nación Camba no es un partido político, no es un grupo paramilitar, es un estado de conciencia, está en el aire y el aire no se mata, la conciencia no se mata.”

Cruceñistas
No nos impresionan los cruceñistas de mentira, cuyo patriotismo se halla en el fondo de sus propios bolsillos. Los verdaderos nacionalistas cambas deben colocar los intereses del pueblo por encima de sus propios intereses. ¡La patria se construye poniendo, no sacando!