Teófilo Balcázar, que perdió a su esposa con cinco meses de embarazo, apuntó a Sánchez de Lozada         y le dijo en plena audiencia que era un ‘asesino’  

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8 de abril de 2018, 4:00 AM
8 de abril de 2018, 4:00 AM

Lo miró, lo apuntó y elevó el tono en plena audiencia en el juicio civil. Teófilo Balcázar sostenía el retrato de su esposa, que murió embarazada de cinco meses por una bala perdida en la masacre de octubre de 2003. Teófilo no aguantó su bronca y frente al juez James Cohn acusó a Gonzalo Sánchez de Lozada de haber matado a su pareja.    

 “Yo siempre tuve ese deseo de declarar en este caso. Lo hice en 2016, en 2017 y ahora también. En la audiencia le hice rendir con la mirada a Goni, no aguantó ni un día, andaba con la cabeza abajo. Cuando declaré, les señalé a Sánchez de Lozada y a Sánchez Berzaín y les dije ‘asesinos, ¿por qué mataron a mi esposa? Con eso ya estoy feliz”, recuerda Balcázar.

El expresidente Sánchez de Lozada y su exministro Sánchez Berzaín acudieron a la Corte Federal de Fort Lauderdale al juicio civil que le instalaron nueve víctimas de los hechos de octubre de 2003. El jurado, en este caso, estableció que las exautoridades son responsables de las muertes en la represión militar. 

Eloy Rojas Mamani perdió a su hija de ocho años por el impacto de una bala militar en septiembre de 2003. La niña Marlene miraba a través de la ventana del dormitorio de su domicilio el paso de helicópteros en la localidad de Warisata cuando recibió un tiro. 

Rojas Mamani dice que también ganó con la mirada a Sánchez de Lozada. “Él no podía mirarnos de frente. Bajaba la cabeza en las audiencias. Cuando declaró ni nos miró, solo se dirigía al juez, pero fuera de la corte se portó como un cínico, como siempre se comportó como un cínico. Se reía junto al ‘Zorro’ (Sánchez Berzaín) como si nada estuviera pasando”, relata Rojas Mamani. 

Etelvina Ramos Mamani es la madre de la niña Marlene. Ella comenta que tanto Sánchez de Lozada como Sánchez Berzaín no miraban a las víctimas de frente. Incluso no había un saludo protocolar. Etelvina destaca una sola cosa de Sánchez Berzaín: “Él lamentó mucho la muerte de mi niña, pero después no habló de las otras muertes”, recuerda. 

El abogado Thomas Becker explica que en las audiencias en cortes de EEUU están prohibidas las interrupciones del proceso con gritos o golpes. En caso de que esto suceda, el juez puede anular el caso y el proceso quedaría en la nulidad. “Hay procedimientos de educación y respeto. Eso se explicó a los demandantes y entendieron muy bien. Todos esos aspectos son observados por el juez”, cuenta el jurista. 

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