Quienes están en contra de la ideología de género dicen que este pensamiento destroza los valores familiares. Los aludidos los llaman misóginos y los acusan de tergiversar conceptos con el objetivo de descalificar el movimiento feminista.

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24 de febrero de 2019, 4:00 AM
24 de febrero de 2019, 4:00 AM

Muchos ven que la ideología de género tiene como blanco central a la familia y los niños. Otros apuntan a que este concepto busca reivindicar la lucha de las mujeres. Pero ambos quieren hacerse a un lado de ese pensamiento, concebido a mediados de la década del 90 del siglo pasado.

En la región, con la asunción al poder de Jair Bolsonaro como presidente de Brasil, el tema de la ideología de género cobró respaldos y rechazos. En la política boliviana este concepto se lo maneja con pinzas. Dos políticos hablan de frente y están en contra de este pensamiento. Víctor Hugo Cárdenas y Humberto Peinado, candidatos para las elecciones de octubre por Unidad Cívica Solidaridad (UCS), ven que la ideología de género afecta a la familia tratando de inculcar de que Dios entra en un segundo plano, después del hombre.

“Varias veces he compartido en calles, universidades o seminarios la lucha por el valor de la familia en la educación de nuestros hijos ante el reclamo de un grupo minoritario que solo busca un adoctrinamiento utilizando el sistema de educación. Y eso no solo pasa en Bolivia sino en varias partes del mundo”, refiere Cárdenas.

María Galindo, del movimiento Mujeres Creando, tiene una dura respuesta al político. Lo llama “misógino” y dice que Cárdenas, y otros grupos, solo quieren evitar que la mujer reivindique sus derechos.

“No pues, ese pensamiento es misógino y de un sector fundamentalista. Ellos solo quieren confundir, ya que no saben lo que hablan cuando se refieren a ideología de género y familia. Lo único que buscan es descalificar la visión política del feminismo”, responde Galindo.

 

Tras el feminismo

Violeta Tamayo es politóloga y miembro del colectivo Pan y Rosas. Se define como una luchadora feminista y detalla que la ideología de género es un concepto creado por otros movimientos y que es utilizado por sectores conservadores para descalificar la lucha de la mujer.

“Esto de alguna manera ha contribuido a romper con los silencios de la violencia, de la discriminación, de la exclusión, entre otros; pero, por otro lado, también esto se ha visto nutrido en una relación cercana, no solo en un ámbito nacional, sino internacional, con el surgimiento de un fuerte movimiento de mujeres”, detalla Tamayo.

La pedagoga Carolina Cuenca no tiene esa visión. Dice que esta ideología no tiene como fin acabar con la reivindicación de lucha feminista y apunta a que este concepto tiene como blanco a niños y a la familia. “La ideología de género, como mecanismo de imposición de pensamientos, busca que abandonemos nuestras costumbres y tradiciones familiares”, remarca.

La violencia, caso aparte

Los políticos no quieren mezclar las ideologías con la violencia y acoso contra la mujer. Dicen que esta lucha debe ser asumida por todos los sectores sin mirar colores partidarios. Existe respaldo a esas posturas.

La violencia y acoso contra la mujer deben ser abordados fuera del concepto de ideología de género. Ese es el pensamiento que tienen varios expertos y políticos y que quieren separar ambos asuntos delimitando una política de largo aliento.

La diputada Valeria Silva, del Movimiento Al Socialismo (MAS), señala que el acoso sexual y político y la violencia contra la mujer tienen un lugar propio en la política boliviana. Señala que esa lucha no tiene nada que ver con ideologías sino con principios y normativas.

Mientras que el ministro de Justicia, Héctor Arce, dice que los ataques a la mujer deben ser atendidos sin mirar colores políticos o ideologías. “Acá se debe erradicar la violencia contra la mujer y en ese camino vamos junto a sectores excluidos y gobiernos subnacionales”, destaca la autoridad.

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