Hay puntos de venta de gasolina y diésel en las calles de Caranavi, Guanay y Palos Blancos. Revenden el carburante en bidones entre Bs 4 y 5 el litro 

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3 de diciembre de 2017, 4:00 AM
3 de diciembre de 2017, 4:00 AM

A las estaciones de servicio de Caranavi, Guanay y Palos Blancos llegan pocos vehículos indocumentados. Hacen fila camionetas cargadas de turriles. Esperan almacenar con gasolina o diésel y partir a las comunidades. En el paso, venden el carburante a puestos que no son controlados por la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH). 

A estos lugares llegan los vehículos denominados chutos. Cargan entre 10 y 20 litros de gasolina y se van a trabajar. La mayoría opta por esta modalidad, ya que en los surtidores de combustible el control es riguroso, aunque la carga no es imposible. 

“Por las noches hay atención en los surtidores, pero la mayoría vamos a comprar la gasolina a las tiendas, donde revenden (el carburante)”, relata Hernán, chofer que opera entre las ciudades de Caranavi y Palos Blancos. 

En las calles de Caranavi están los revendedores de gasolina. Colocan un bidón en la acera y esperan a sus clientes. Cobran el litro entre cuatro y cinco bolivianos.

“Es un modo para solventarnos económicamente. Agarramos la gasolina de las camionetas y luego lo revendemos acá. Generalmente vienen a comprar los choferes de los autos chutos”, explica Luisa, una vendedora de combustible, aunque en su negocio también se aprecia aceites para el motor y líquidos de freno. 

Amílcar opta por el mismo sistema. Agarra la gasolina o diésel para revender el combustible. Tiene bidones llenos de carburante y espera que lleguen los demandantes, que generalmente acuden a las primeras horas de la mañana. Dice que cada vehículo chuto carga entre 10 y 20 litros de gasolina, depende del recorrido de los motorizados. 

Lo mismo sucede en Guanay, municipio paceño donde se explota oro ilegalmente. Hay varias camionetas cargadas de turriles y llenan sus envases. Luego, por la madrugada, van a revender el combustible a comunidades donde se explota el metal precioso, pero también es para los motorizados sin placas. 

La ANH estableció el control de venta de carburantes en estaciones de servicio mediante el sistema B-Sisa. En 2014, la agencia estatal identificó 33.697 vehículos indocumentados.

Las estaciones de servicio en Caranavi, Palos Blancos, Guanay venden gasolina a personas que llegan al lugar con bidones, previa presentación del documento de identidad. 

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