Las constructoras estuvieron a cargo de obras para varias edificaciones públicas. Hay molestia en el gremio constructor por la demora en la entrega. Los juegos comienzan el 26 de mayo

El Deber logo
13 de mayo de 2018, 4:00 AM
13 de mayo de 2018, 4:00 AM

Sandro Taboada no para de trabajar. Realiza los últimos trabajos en la Villa Suramericana, una edificación que en 14 días recibirá a los atletas de los Juegos Suramericanos. Las obras aún no terminan, a pesar de que las normas olímpicas piden que los escenarios deportivos estén listos 30 días antes de la competencia internacional. Como Sandro, miles de obreros van en contrarreloj en la construcción de las 19 infraestructuras y 20 que se refaccionaron. En esa pelea legal por adjudicarse los contratos, cuatro empresas se adjudicaron las obras más grandes. Y esas firmas ya antes hicieron otros trabajos para el Estado.   

Covas SRL, Ecssa Coboce, Estrutec SRL y Tade SRL son las empresas que se adjudicaron mediante licitación las megaobras de los Juegos Suramericanos, que se desarrollarán en Cochabamba. Entre ellas realizan edificaciones por el valor de 511 millones de bolivianos, como la Villa Suramericana, el hotel de esa infraestructura, la piscina municipal, el patidrónomo, las canchas de diferentes disciplinas y las obras en Chapare, como el estadio de Villa Tunari.  

Covas SRL es una empresa constructora con sede en la ciudad de La Paz. Antes se había adjudicado la construcción del edificio de la Procuraduría, en El Alto, y la pavimentación de la avenida del Estado, en Chimoré, que une el aeropuerto de esa localidad con el poblado. Cada obra fue adjudicada por 30 millones de bolivianos, según el Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes).  

Para los Juegos Suramericanos se adjudicaron tres obras: parte de la Villa Suramericana; el estadio municipal de Villa Tunari, por 91.949.263 bolivianos; y el hotel de la subvilla, en el Chapare, por Bs 41.017.834.      

La firma Covas SRL fue contratada por el Gobierno para las construcciones de los juegos. 

Mientras, la empresa Ecssa Coboce, con sede en Cochabamba, tiene dos obras a cargo para los Odesur. El complejo acuático, adjudicado por Bs  69.905.811,15 por la Alcaldía de Cochabamba, y parte de la Villa Suramericana, pagada por el Gobierno central. Esta compañía, según el Sicoes, antes construyó el complejo y el centro de convenciones del Parlamento de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), en el municipio de San Benito. Además, tiene a cargo la edificación del puente ferroviario en Bulo Bulo, obra que es parte del proyecto de corredor bioceánico. 

La posición de la Alcaldía
Sergio López es el coordinador municipal de los Juegos Suramericanos. El funcionario admite que las obras se iniciaron tarde debido a varios aspectos, como autorizaciones de fichas ambientales y la burocracia. López, sobre las obras a cargo de la Alcaldía de Cochabamba, destaca la contratación de las compañías por su trayectoria.  

“Se cumplieron los requerimientos legales y ahora las obras están en su etapa final”, remarca el coordinador. 

El complejo acuático es una obra monumental. Será la piscina reglamentaria más grande de Bolivia. Por dentro se pulen algunos detalles, pero en el exterior falta aún varias obras. 

Un supervisor de la Alcaldía de Cochabamba camina con las manos atrás. Patea las piedras y dialoga con ingenieros y obreros. Está presionando para que la obra termine lo antes posible. Pero faltan los jardines, parte de la fachada, aceras, vías. Y por dentro se deben pulir detalles en camarines, ascensores, pintura y parte de la fachada. 

Tade SRL es la tercera empresa con más adjudicaciones. La constructora está a cargo del Velódromo, por 111.429.957 bolivianos, y también parte de la Villa Suramericana.    

El complejo de ciclismo es construido en una superficie de 8.000 metros cuadrados de terreno y tiene un aforo para 900 personas en las graderías y 150 en la pista. Tiene un circuito cubierto y un piso de madera. Además, cuenta con áreas administrativas, médicas, comunes, gimnasios, salas de reuniones, cabinas de prensa y enfermería. Se subcontrató a una firma mexicana para que instale la pista de madera, que es de industria canadiense. 

Tade SRL trabajó con el Estado en la construcción de la Escuela Militar de Ingeniería (EMI) en La Paz, los edificios municipales de Punata y Villa Rivero y otras obras públicas. 

La cuarta empresa es Estrutec SRL, que tiene tres obras adjudicadas: parte de la Villa Suramericana; remodelación del estadio Félix Capriles, por Bs 33.588.979; y el Centro de Alto Rendimiento de Villa Tunari, por 10.155.134 bolivianos. 

Esta empresa antes fue contratada por el Estado para la construcción del Centro de Perfeccionamiento Técnico de Básquet, en Tarija, por Bs 18.359.122,07; la construcción del simulador de vuelo de los helicópteros H-425, por un valor de 5.831.999,04 bolivianos; y la modernización del estadio IV Centenario de la ciudad de Tarija, entre otras obras.

El Gobierno anuncia que revisará todos los contratos que se firmaron para la construcción de obras y servicios para los Juegos Suramericanos.

El ministro de Justicia, Héctor Arce, señala que todas las contrataciones para esta competencia internacional entrarán a un proceso de revisión para descartar o descubrir actos de corrupción.

“Solicitaremos una investigación inmediata de este hecho y haremos una revisión exhaustiva de las contrataciones de bienes y servicios para los juegos sudamericanos de Cochabamba”, afirma Arce. 

Tito Montaño, ministro de Deportes, calla y desvía el requerimiento al Comité Organizador de los Juegos Suramericanos (Codesur). Su director, Juan Chevarría, evita hablar del proceso de contratación de las empresas para bienes y servicios. 

En Codesur señalan que ahora todo este proceso está en manos del Ministerio de Justicia por las supuestas denuncias de corrupción. En el comité deportivo anuncian que aportarán con la entrega de información, pero por ahora están abocados en la conclusión de obras, algo que es observado por Odesur.

Entre las cuatro empresas se adjudicaron cerca de 511 millones de bolivianos en las obras más grandes de los juegos. Un empresario cochabambino, que pidió no revelar su identidad, señala que al encargar varias obras para un mismo evento a un puñado de constructoras se afecta en los tiempos de entrega y en la calidad de las obras.     

La versión anónima

“Es lo que está pasando ahora. Pueden cumplir todos los aspectos legales, aunque ahí le diré que no todo es así, pero bueno, cumplen lo jurídico, pero no cumplen en lo principal, que es la construcción de la obra los plazos acordados. Y ahora, pasa eso, se alargan tiempos porque las empresas no tienen el equipo ni los recursos humanos suficientes para atender dos o tres obras y tienen que acudir a subcontrataciones, que es lo que demora, pero igual ganas mucho dinero”, dice un empresario.  

En las oficinas de las empresas adjudicadas señalan que los ingenieros a cargo están en las obras. En las construcciones evitan hablar bajo la excusa de que están a contratiempo y necesitan apurar el ritmo laboral. 

El concejal del municipio de Cochabamba Carlos Coca, de filas de Unidad Demócrata (UD), lamenta que los contratos para los juegos deportivos suramericanos no hayan pasado por el Concejo Municipal, esto por una ley que avala montos mayores de adjudicación. La autoridad señala que no se hizo ningún tipo de investigación en estas contrataciones y lo que corresponde ahora es coadyuvar al nivel central del Estado. 

“No tenemos la potestad para aprobar ese tipo de contratos, eso por ley, pero podemos fiscalizar y eso podemos hacerlo ahora con la coordinación con el Gobierno central, que anunció que investigará todas las contrataciones”, señala Coca. 

Los juegos de Odesur comienzan el 26 de mayo y culminan el 10 de junio. Serán 12 días de competencias con la participación de 14 países en 35 disciplinas, 377 pruebas y 44 escenarios deportivos repartidos en los municipios de Cochabamba, Punata, Tarata, Sacaba, Quillacollo, Colcapirhua y Villa Tunari. Además, La Paz albergará la disciplina del bowling.

La investigación

En cuanto a la adjudicación de empresas para contratos por servicios, un total de 15 compañías ganaron 17 contratos, por un valor de 46 millones de bolivianos. Esta versión la confirma el senador opositor Óscar Ortiz.

El legislador cuestiona que hasta la adjudicación de 201 procesos por la vía directa por más de 119 millones de bolivianos y que 17 de estos procesos solo hubo un solo proponente. 

“Tomando en consideración los montos de estos procesos, nueve de ellos debieron realizarse mediante licitación pública. Las empresas adjudicatarias accedieron a los contratos de manera directa y sin proponente que ofrezca los mismos servicios”, reprocha Ortiz. 

El opositor pone como ejemplo la empresa SICA, que ofrece servicios de carpintería, pero se adjudicó un contrato de alquiler de lanchas para esquí náutico. Otro caso es el de la empresa Quarzo SRL, que se dedica a la importación de equipo médico, pero logró un contrato de equipamiento para la disciplina ecuestre.

En febrero de 2017, el Gobierno autorizó la contratación directa de manera excepcional para las obras y servicios para los juegos deportivos.

Eso provocó las observaciones de la oposición, porque en varios casos se notó que firmas ligadas con el oficialismo se beneficiaron. Tal es el caso de Kronopios, empresa del exministro de Culturas Pablo Groux.

Los obreros se apuran. Los ingenieros van de un lado a otro en las obras. Hay gritos, hay presión. Hay ansiedad por terminar, pero ahora hay también incomodidad por la investigación de personeros gubernamentales a las contrataciones, sobre todo a las que implican la construcción de megaobras.   

Las dificultades

Demora en obras
El principal cuestionamiento es la demora de la entrega de las obras para los Juegos Suramericanos. En todos los escenarios se siguen ejecutando trabajos, sobre todo en la Villa Suramericana, donde todavía se trabaja en el hotel y en los escenarios. 

Evitan ingreso
Personeros de la obra de la Villa Suramericana evitan el ingreso a la prensa a ese espacio. Justifican la prohibición por instrucción de las empresas, que supuestamente piden que no ingresen personas por razones de seguridad. 

Los juegos en Chapare
En Villa Tunari, las obras están casi concluidas. Hubo problemas para evitar que algunas disciplinas, como el fútbol femenino, se desarrollen en el trópico cochabambino. En esa zona cocalera también se desarrollarán el tenis y el fútbol sala.