El 11 de septiembre de 2008 ocurrió un hecho que cambió el escenario político en Pando. 13 campesinos y dos funcionarios de la entonces prefectura departamental, fallecieron tras producirse graves enfrentamientos

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11 de septiembre de 2018, 8:17 AM
11 de septiembre de 2018, 8:17 AM

El país vivía días difíciles entre agosto y septiembre de 2008. Había movimientos a los que las autoridades llamaban “golpe de Estado cívico-prefectural”. Fue el propio presidente, Evo Morales, quien admitió que esas acciones afectaron su gestión. Varias instituciones estatales fueron tomadas en los departamentos de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando.

En el departamento de Pando la crisis se sentía iniciando el mes de septiembre. El Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) fue tomado y el prefecto de entonces, Leopoldo Fernández, posesionó el 9 de ese mes a un nuevo encargado. Eso molestó al Gobierno central.

Los hechos en Pando

Dos días después una columna de marchistas campesinos que se dirigía hacia Cobija para un ampliado que determinaría su autonomía indígena, fue detenida en Porvenir, a 30 kilómetros de la capital pandina. En el lugar, además de funcionarios de la Prefectura, se encontraban simpatizantes del Comité Cívico, opositor al Gobierno. En las siguientes horas se desató la violencia, que al final tuvo 13 fallecidos de ambos bandos.

El 12 de septiembre, la ciudad de Cobija fue militarizada. Otro punto de enfrentamiento fue el aeropuerto, donde los civiles permanecían y los militares dispararon. En ese lugar, un pastor evangélico fue acribillado. La familia de Antonio “Toni” Rivero, que tenía 50 años en esa época, denunció que el pastor recibió un impacto de bala el viernes 12 de septiembre, durante el operativo militar para retomar el aeropuerto de Cobija, Su hermano, Miguel Ángel, afirmó que el religioso fue asesinado por las Fuerzas Armadas (FFAA) y que estuvo desaparecido durante 17 horas. Su cuerpo, sin vida, llegó al hospital un día después del hecho.


(Fuente: Artes Andes Americas)


El Tribunal Sexto de Sentencia declaró culpable a Leopoldo Fernández y lo sentenció a 15 años de presidio a cumplir en la cárcel de San Pedro, en La Paz. La Fiscalía había solicitado 30 años. La exautoridad era imputada por los delitos de asesinato, terrorismo, homicidio, asociación delictuosa y lesiones graves y leves. El proceso se extendió por más de ocho años y tuvo que superar varios incidentes.

Jorge Tuma navega su balsa y desciende el Tahuamanu hasta el lugar de los hechos. Apunta a los senderos donde los campesinos pretendían cruzar el río, pero ahí fueron sorprendidos. Ahora, en ese lugar trabaja maquinaria pesada sacando arena de la playa del afluente.

El alcalde de Porvenir, Regis Richter, califica como “lamentables” los hechos de hace diez años. Admite que esa acción fue un punto de inflexión en la política pandina y que desde esa época el MAS tomó fuerza en ese departamento.

Leopoldo Fernández dice que la noche antes de ese 11 de septiembre sabía que la marcha campesina se iba a tornar “violenta” y que ya había funcionarios de la Prefectura heridos.

“(Los que causaron las muertes) fueron quienes planificaron aquella marcha, dotándola de armas y autorizando el uso de la fuerza por parte de civiles. No solo quienes lo hicieron desde el Gobierno, sino también algunos políticos locales que pensaron que eso les ayudaría en su proyección personal”, remarca Fernández.

Surgieron imágenes en el que se escuchaban disparos de bala que supuestamente iban para dañar a un grupo de campesinos que intentaban huir por el río