El brasileño ‘Vida loca’, autor de tres atracos en el norte, ideó el secuestro. Los antisociales tuvieron dos días encadenado a un árbol en la zona del Urubó al empresario salteñero. Pretendían $us 300.000.

El Deber logo
27 de julio de 2019, 10:00 AM
27 de julio de 2019, 10:00 AM

Pedro Choquehuanca Quispe, empresario dueño de la salteñería Hamacas, estuvo dos días con los pies encadenados y con las manos esposadas a un árbol en un lugar boscoso en la zona del Urubó. En ese lapso le dieron una hamburguesa que no quiso comer y al siguiente día aceptó un cuñapé y un café. A Pedro Choquehuanca y a su pareja Patricia B. los secuestraron a las 23:30 del miércoles cuando ingresaban a su casa en la Villa Primero de Mayo.

Cinco sujetos fuertemente armados les pidieron abrir una caja fuerte y como no tenían la combinación, los secuestraron. Luego, llamaron a la cajera de una sucursal de la salteñería, que reunió Bs 43.000 y uno de los malhechores fue a recogerlos. Entonces, a las 5:00 de la madrugada del día siguiente, liberaron a la mujer para que fuera a reunir dinero para que suelten a Pedro Choquehuanca.

Sin embargo, el jefe de la Felcc, Johnny Aguilera, señaló que la banda no tenía la intención de liberarlo, sino hasta conseguir tres entregas de dinero para sumar un botín de $us 300.000. Una vez libre, Patricia B. dio aviso a la Policía, que montó un operativo con dinero que iba a ser la segunda entrega. Hubo cuatro llamadas con los delincuentes que fingían acentos extranjeros, pero luego se confirmó que cuatro de ellos son bolivianos.

Brasileño ‘Vida loca’, implicado

Una vez montado el operativo, en inmediaciones de una universidad en la zona sur, se identificó al brasileño Marcelo Silva Borges, alias ‘Vida loca’, conduciendo una moto cuando iba a recibir el dinero, pero logró darse a la fuga. ‘Vida loca’ ha sido sindicado como el autor intelectual de este hecho y es uno de los 20 más buscados por la Felcc desde que en junio lideró atracos a tres surtidores en Montero y Portachuelo.

Exempleado pasó información

Con los datos obtenidos por agentes de inteligencia se logró rastrear la posición del empresario en el Urubó y, una vez en la zona, se aprehendió al exreo Marcelo Cuevas Carrasco, que cumplía función de ‘campana’ (vigilante), y al extrabajador de la salteñería, Cristian Diego Calderón Castro, quien proporcionó información sobre el empresario. El sujeto fue encargado de almacén de la salteñería entre 2011 y 2013. La Policía recuperó un monto en dólares de la segunda entrega, y secuestró dos pistolas.