Los transportistas del norte han convenido con sus pares del trópico cochabambino para comercializar áridos en la capital cruceña, lo cual no es cumplido por los chapareños. Abapó ingresa en la pugna

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10 de diciembre de 2017, 1:09 AM
10 de diciembre de 2017, 1:09 AM

Ante la invasión paulatina protagonizada por productores de ripio y agregados del Chapare, los productores de Santa Cruz cerraron filas para no quedar fuera del negocio ante lo que califican de competencia desleal, puesto que los precios de los materiales llegados de Cochabamba son más bajos.

El problema data de un lustro atrás, cuando al ver la necesidad de los constructores cruceños por obtener materiales de mejor calidad, y anoticiados de que en Chapare la piedra es mucho más resistente que la del Piraí, los productores del vecino departamento comenzaron a enviar entre 80 y 100 camiones con tolvas que tienen capacidad de carga entre 18 y 24 cubos.

Los productores cruceños se alarmaron al ver mermar sus ingresos, en especial en las dragas del río Piraí asentadas en La Guardia y Porongo. La situación empeoró cuando la comuna guardieña decretó el año pasado, en agosto, una pausa ambiental.

Esa pausa ambiental fue para matar al sector ripiero cruceño y para ayudar a los chapareños que aprovecharon la baja producción para copar el mercado local, por eso estamos luchando para no quedar fuera, pues son miles de familias las que dependen de la extracción de áridos del Piraí”, indicó Enrique Cruz, propietario de la empresa Dracruz, que ha migrado a Abapó para seguir abasteciendo al mercado local.

Río Grande
Durante la pausa de La Guardia los extractores buscaron otras canteras para seguir produciendo, así, llamó la atención el Río Grande, a orillas de la localidad de Abapó, perteneciente al municipio de Cabezas, donde se encontró que la piedra para ripio era más resistente, por lo que se instalaron alrededor de 12 empresas y asociaciones de productores de forma manual.

Gabriela Sibauti, que se dedica a la explotación de áridos en Abapó, expresó que luego de una prueba con la máquina de Los Ángeles, se determinó que el material extraído en la zona es de buena calidad. “La piedra de nuestros cerros es más dura, al igual que la del Río Grande, superando a la del Chapare”, dijo.

No vamos a permitir que nos impongan cuotas de producción y nos regulen los precios los productores del norte cruceño que tienen un acuerdo con los chapareños”, advirtió el burgomaestre de Cabezas, Rodolfo Vallejos.

Sobreexplotación
Entre Ríos es un municipio fronterizo con Santa Cruz, pertenece a la provincia Carrasco de Cochabamba, en la localidad de Chancadora, situada a orillas del río del mismo nombre, extraen ripio en gran escala. En una visita a la zona, EL DEBER vio que se trabaja de forma industrial, usando retroexcavadoras y volquetas de alto tonelaje, así como chancadoras con máquinas lavadoras del material para separar la arena de la piedra.

Desde el río Chancadora hasta Entre Ríos hay 12 kilómetros y hacia la capital cruceña son 193 kilómetros; pese a la distancia el cubo de material vale entre Bs 160 y 170, mientras que la producción local está en Bs 180.

Es poco o nulo el control de las autoridades vallunas en el río Chancadora; el secretario de Desarrollo Productivo de Entre Ríos, Guillermo Fernández, anotó que solo supervisan el ripio de consumo local.

Acuerdo
Para evitar un conflicto mayor entre ripieros, en noviembre de 2015 se firmó el convenio de productores y transportistas de áridos de Santa Cruz y Cochabamba. Como nadie controlaba el ingreso de los chapareños hace dos meses los transportistas cruceños agrupados en la Federación Departamental de Cooperativas de Transporte de Santa Cruz (Fedectrans) determinaron crear trancas de vigilancia a lo largo de la carretera al norte; además hace dos semanas realizaron un bloqueo en los ingresos a la urbe cruceña en contra de los productores de Cochabamba.

“Al municipio cruceño solo pueden entrar 10 tolvas al día, cinco de los productores del norte y cinco de Chapare lo cual se controla en la tranca instalada en Playland Park”, refirió Adhemar Claros, del Comité de Control y Fiscalización de Áridos.

Lamentamos que los transportistas de Chapare sigan invadiendo nuestro departamento, pues perjudican la producción de ripio de Yapacaní y del río Guaytú, en Buena Vista, donde ahora se extrae a gran escala porque hay chancadoras; pedimos al Viceministerio de Régimen Interior y a la Policía que haga respetar el acuerdo”, dijo Lucio Rodríguez, del Sindicato Mixto de Transporte 10 de Febrero de Yapacaní, que es parte de Fedectrans en el norte.

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