El corso cruceño 2018, con el afán de volverse exportable, recibió la visita de los Moros D'Alquería de España; también se inyectó de juventud, pero padeció de impuntualidad

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11 de febrero de 2018, 7:08 AM
11 de febrero de 2018, 7:08 AM

Tuvo brillo, pero también oscuros. El corso cruceño, telón de los tres días de mojazón, se llevó a cabo en el cambódromo con promesas cumplidas y con aspectos por mejorar.

La ACCC, organizadora del evento, aseguró que la juventud regresaría y se haría sentir, y así fue. Juventud y Jarana Carnavalera se unieron al desfile de las 97 comparsas y agrupaciones con grandes carros alegóricos y coreografías, mientras que Jenecherú se acomodó en una pascana, haciendo esfuerzos de miles de dólares para participar.

Otro punto a favor, el esfuerzo de los coronadores, los Cambas Holgazanes, que lograron la asistencia de los Moros D'Alquería, representantes de las tradiciones españolas de ascendencia árabe, y que han viajado por 30 países con su espectáculo, incluyendo esta vez a Bolivia.

Tarea pendiente, la puntualidad en la partida de las comparsas. Un ejemplo, la soberana debía pasar por el palco de la ACCC a las 22:30, pero se retrasó más de dos horas. Asimismo, los baches fueron muy evidentes, sobre todo entre los Tauras y los coronadores, ya que el orden de desfile inicial no fue respetado por otras agrupaciones.

El aspecto político fue plato fuerte; se creyó que solo las plataformas ciudadanas se unirían al recorrido en protesta contra la repostulación presidencial, pero un alto porcentaje de las comparsas se unió al No.

En cuanto a la transmisión en vivo, canal 11 Televisión Universitaria hizo su parte, aunque con algunos cortes. EL DEBER aprovechó sus plataformas digitales para mostrar la gran fiesta carnavalera, mientras que BTV solo mostró algunos flashes, especialmente del paso de la soberana del Carnaval por el palco oficial.